12 mayo, 2009

EL PARLAMENTO BRITÀNICO SE TAMBALEA: ¿DONDE QUEDA LA MORAL?...

Desde la limpieza de la piscina hasta los fertilizantes del jardín, pasando por renovaciones constantes de segundas viviendas, los cargos a las arcas públicas de los parlamentarios no son ilegales pero engordan un escándalo sin igual.
Annette Reuther (dpa), londres Actualizado 12.05.2009 - 20:48

Uno pagó la limpieza de su piscina a cuenta del Estado, otro hizo lo mismo con las madrigueras de su jardín. Pero no sólo eso: los contribuyentes británicos pagaron también las nuevas bombillas o los fertilizantes de sus diputados. El Parlamento de Londres se ha visto sacudido por un escándalo sin igual, del que día a día van goteando nuevas informaciones sobre los gastos de dietas de sus miembros. No importa que parlamentarios de todos los partidos hayan adquirido con fondos públicos las cosas más absurdas: al final, es el primer ministro, Gordon Brown, quien paga los platos rotos. Y hay quienes sólo ven salida a la situación disolviendo el Parlamento.
La debacle comenzó el pasado viernes, cuando el diario conservador The Daily Telegraph publicó la primera parte de una lista de vergonzosos detalles sobre los pagos de segundas viviendas efectuados por destacados diputados laboristas. Entre otros asuntos, salió a la luz que una ministra cambió tres veces de segunda vivienda en el plazo de un año y renovó las tres a cargo del Estado.
Aunque la policía está planteándose investigar cómo llegaron a manos del periódico los documentos, que iban a ser publicados en julio, The Daily Telegraph sigue publicando día a día cuál es la ética de sus políticos. Así, este martes salieron a la luz nuevos y extravangantes detalles, pero esta vez en el lado de los conservadores. El tory David Heathcoat- Amory incluyó en su lista de cargos al Estado 388 libras por fertilizantes, dos libras por veneno para ratones, 1,95 libras por semillas de girasol y cinco libras por un pinchazo en una carretilla. Otros tories pagaron así la limpieza de sus piscinas privadas. El hecho de que todos hayan prometido devolver el dinero ya no cambia nada: la ira ante los "tacaños" políticos es tan fuerte como en el caso de los banqueros.
En las últimas encuestas, los dos grandes partidos se hundieron. El gobernante Partido Laborista perdió cuatro puntos y se queda con apenas un 26 por ciento, mientras que los conservadores retrocedieron otros cuatro puntos hasta el 39 por ciento. Según el político tory Lord Naseby, sólo la convocatoria de elecciones lo antes posible podría salvar "los pilares de la democracia". Tampoco ha ayudado que Brown pidiera disculpas en nombre de todos los partidos. Al contrario: se le echó en cara que su "sorry" llegara el lunes, un día después de las disculpas del líder conservador, David Cameron. En cualquier caso, entre los escándalos, las tensiones internas y la crisis económica, ya nadie en las islas británicas cree que el premier pueda ganar las próximas elecciones, que como muy tarde tendrán lugar a mediados del año próximo.
Lo que ahora parece más urgente es reformar el difuso y obsoleto sistema de remuneración de los diputados. Los parlamentarios de la Cámara Baja reciben un salario anual de unas 63.000 libras (96.000 dólares/70.500 euros). Además, entre otros tienen derecho a financiación para los gastos y reparaciones de una segunda vivienda, bien en Londres o en su distrito electoral. Sin embargo, la ley deja abierto el significado exacto de "segunda vivienda" y "reparación". Por eso, en la mayoría de los casos los diputados no han violado la ley, pero sí han atentado contra las aspiraciones morales que de ellos tienen los ciudadanos.
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Comentario:
Cualquier semejanza con una islita del caribe, por añadidura del tercer mundo, debe verse como pura coincidencia.

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