Imagen del Soccer Stadium de Johannesburgo.
Ap
Miguel A. Herguedas (Enviado Especial)
Johannesburgo
Actualizado jueves 10/06/2010 18:00
"Esto es África". El socorrido argumento pertenece tanto a los miembros del voluntariado como a los esforzados enviados especiales llegados de todos los puntos del planeta. En ese adagio caben centenares de problemas a los que se enfrentan a diario tanto equipos como aficionados, ansiosos ambos del banderazo de salida para este Mundial. Más allá de la seguridad, íntimamente relacionada con el punto exacto del mapa en que se maneje cada uno, hay otros lunares organizativos que afean estos prolegómenos.
1. Acicalando la joya de la corona
El estadio Soccer City se levanta en las afueras de Soweto, el barrio más populoso de toda África. Costó 311 millones de euros y tiene capacidad para 91.000 personas. Presenta un aspecto imponente por dentro y por fuera, con una imagen similar al del Allianz Arena. Sin embargo, hay bastante suciedad debajo de la alfombra. Los accesos, de tierra rojiza, son impropios del siglo XXI y una trampa mortal para unos zapatos limpios. Los operarios se afanan, con picos y palas, para rematar los últimos detalles. Manos de pintura, socavones y atribulados capataces completan el panorama. Por dentro, tampoco escasean los problemas en baños, escaleras y señales luminosas.
2. ¿Acreditados? No, gracias.
Han llegado los equipos, se han instalado en sus cuarteles generales, pero muchas selecciones ni siquiera tienen acreditaciones. Sin ir más lejos, las dos rivales americanas de España. Chile llegó el domingo pasado a Nelspruit, pero sus futbolistas todavía se pasean por los campos sin ningún documento oficial. Tampoco los de Honduras, que se ejercitaron esta mañana en Johannesburgo tras llegar el miércoles al aeropuerto Tambo. Se cambiaron en las modestas instalaciones del Randburg FC, pero si Jimmy Jump se hubiera querido colar, lo hubiera conseguido sin duda.
3. Comunicaciones
La N1 de Johannesburgo, la autopista que surca el oeste de la ciudad, es una arteria con problemas de esclerosis. Es método ideal para llegar al Soccer City, pero ya presenta graves problemas circulatorios. Llegar a Ellis Park, el otro gran estadio de la ciudad, habitualmente dedicado al rugby, tampoco es sencillo a través de la N3. La ausencia de Metro y de un sistema de autobuses eficiente tampoco ayuda al sorprendido visitante.
4. Burocracia y prensa
El Media Centre (para prensa escrita y fotógrafos) y el IBC (desde donde emiten los audiovisuales) intentan asumir la masiva presencia de prensa extranjera. Muchos de los 15.000 periodistas acreditados para esta Copa del Mundo ya han llegado a Johannesburgo. Y allí se han topado con las primeras trabas administrativas. Grandes colas para unas entradas que se reparten en sobres individuales y sólo se pueden adquirir el día antes o la misma mañana del partido. De nada sirve la acreditación previa para las ruedas de prensa o los entrenamientos en el Soccer City, porque hay que repetir el trámite.
5. Personal animoso, pero poco más
Es fácil distinguir a los voluntarios, porque van ataviados con llamativas chaquetas verdes. El 80 por ciento son de raza negra y el 99 por ciento siempre dibujan una sonrisa en los labios. Sin embargo, muchos tienen serios problemas con sus labores, sobre todo con la informática. Ya se han repetido algunas escenas kafkianas. A veces parece que quieren resolver los apuros formando colas que no llevan a ningún sitio.
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