Tony Hayward a bordo del Discover Enterprise en Luisiana.
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Aparece más alquitrán en las costas de Alabama y Misisipi
La Casa Blanca aprueba la construcción de un arcén de arena
Luisiana, el estado más afectado hasta ahora por el desastre
Agencias
Washington
Actualizado jueves 03/06/2010 09:12 horas
British Petroleum ha logrado cortar la tubería subterránea por la que fluye el vertido de petróleo en el golfo de México, y ahora intentará colocar en las próximas horas una caja contenedora para recoger el crudo, informó este jueves la Guardia Costera de Estados Unidos.
Thad Allen, comandante de la Guardia Costera dijo en rueda de prensa que BP había conseguido cortar la tubería vinculada al sistema de prevención de explosiones (BOP) tras los problemas registrados la víspera con la sierra a control remoto que se utilizó para la operación.
Aun así, Allen advirtió de que el corte es irregular lo que podría dificultar las labores para colocar el recipiente con el que pretende recoger el crudo para transportarlo después a un barco en la superficie.
El presidente de EEUU, Barack Obama, volverá mañana a la costa del golfo en Luisiana, la zona más afectada por el derrame de petróleo que ha provocado ya el peor desastre ecológico de la historia de este país. Esta será la tercera visita de Obama a la zona en algo más de un mes.
Los submarinos robot que está utilizando la compañía trabajan este jueves en el nuevo intento para canalizar el petróleo que brota de su pozo averiado en las oscuras y frías profundidades del Golfo de México.
Pero la línea costera de la región se veía amenazada por la llegada de restos de alquitrán y otras sustancias del derrame.
Si bien BP avanzaba de a poco en su nuevo plan para contener el flujo de crudo, el presidente ejecutivo de la empresa Tony Hayward buscaba superar otro traspié de relaciones públicas, disculpándose por su declaración, ampliamente reportada, de que quería "recuperar su vida".
El derrame de petróleo de BP, que empezó en abril, está causando una catástrofe ecológica y económica a lo largo de la costa estadounidense del Golfo de México.
El más reciente intento de BP se trabó ayer, cuando una sierra de diamante se atascó en el caño submarino a través del cual brota el petróleo en el Golfo.
Sin embargo, BP liberó la herramienta después de varias horas de difíciles maniobras de sus submarinos robot, allanando el camino para la reanudación del proceso de corte, dijo una fuente familiarizada con las labores.
En las operaciones de las bolsas europeas, las acciones de BP subían el 3 por ciento en la mañana.
Los valores del gigante británico de la energía, que se han derrumbado alrededor de un tercio desde que empezó el accidente, se habían estabilizado el miércoles luego de los graves declives que sufrieron el martes en Londres y en Wall Street. BP dijo que hablaría el viernes con analistas financieros.
"La gente parece estar aferrándose a algún tipo de optimismo de que las operaciones actuales serán exitosas, (pero) realmente aún es muy pronto", dijo en la firma Arbuthnot Securities el analista Dougie Youngson. "Este procedimiento es muy riesgoso y no ha terminado aún".
Miles de pescadores, camaroneros y otros trabajadores de la industria alimentaria han quedado inactivos por semanas después de que el Gobierno impuso unas restricciones a la pesca, que se expandieron el miércoles para cubrir el 37 por ciento de las aguas estadounidenses en el Golfo.
En la lucha por minimizar el avance del petróleo sobre la línea costera, el gobernador de Luisiana Bobby Jindal obtuvo el miércoles la aprobación de la Casa Blanca para un controvertido plan que esencialmente consiste en crear varias nuevas islas como barrera frente a las costas de su estado, usando arena del lecho marítimo.
Luisiana es el estado norteamericano que fue más afectado hasta ahora por el desastre.
Derrame tóxico
La mancha de crudo, que está fragmentada y es muy extensa, planteaba una creciente amenaza para varias partes de la costa estadounidense en el Golfo.
El derrame tóxico se movía lentamente y llegaba a una distancia de 16 kilómetros de la parte norte de Florida sobre el Golfo, donde las autoridades dijeron que podría tocar tierra el viernes.
Una de las primeras áreas pobladas alcanzadas por los restos de alquitrán del derrame, el reconocido santuario para pájaros de Dauphin Island en Alabama, sufrió esta semana una nueva llegada de petróleo, que también empezó a aparecer en las costas de Misisipi.
La mancha de crudo se produjo después de que el 20 de abril explotó la plataforma de perforación costas afuera Deepwater Horizon, que había sido contratada por BP, un incidente en el que también murieron 11 trabajadores de la instalación.
La última gran esperanza de controlar en alguna medida el peor derrame de crudo en la historia estadounidense se concentraba a una distancia de 1,6 kilómetros debajo de la superficie del Golfo.
Después de un fallido intento de tres días para sellar el pozo con un lodo especial, BP se embarcó el martes por la noche en la nueva estrategia a fin de reducir el flujo de petróleo que ha estado filtrándose al Golfo a un ritmo de hasta 19.000 barriles (3 millones de litros) por día.
BP no cree que pueda terminar totalmente el flujo hasta agosto, cuando deberían completarse dos pozos de alivio de emergencia.
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