Afp
El defensa argentino anotó el único gol del partido en el minuto seis
Pasó de largo de la zona mixta sin querer hacer declaraciones
Carlos Lorente
Madrid
Actualizado domingo 13/06/2010 11:58 horas
De villano a héroe. De enemigo público número uno a ser aclamado por toda una nación. Pocos argentinos apostaban que el primer gol de su selección en el Mundial, que les serviría a la postre para ganar el encuentro, sería obra de Gabriel Heinze. Si acaso alguno de los orgullosos habitantes de su Crespo natal, allá en Entre Ríos. Tal vez por esa falta de confianza en su fútbol y las críticas por ser el ojito derecho de Maradona, el jugador prefirió no hacer declaraciones al término del encuentro, pasando de largo por la zona mixta. [Vídeo-resumen]
Y es que el central de la selección Argentina ha recibido reproches de todo tipo, siendo señalado cada vez que el combinado de su país no rendía como se esperaba. Sin embargo, tardó poco en sacudirse la presión. Apenas se habían disputado seis minutos del partido que les enfrentaba ante Nigeria, cuando Verón puso un centro medido desde el córner que Heinze remató de manera acrobática, certificando un bello tanto.
A partir de ese momento gritos de euforia y de rabia se confundieron en un mar de abrazos en la zona técnica, hacia donde corrió para celebrarlo junto con las personas que habían depositado su confianza sobre él. Después hubo más ocasiones para los argentinos, no pudiendo materializar ninguna a pesar de disfrutar de algunas bastante claras por parte de Higuaín y Messi. Así pues, el tanto del 'gringo' sirvió para debutar con un triunfo en el Mundial, anotando lo que los italianos llaman 'gol partita', un gol que vale un partido.
Con la satisfacción de la victoria y del tanto logrado, el tercero que anota vistiendo la elástica albiceleste, el ex madridista no sintió la necesidad de hacer declaraciones, seguramente pensando en que ya dijo todo lo que tenía que decir sobre el terreno de juego. Pensando también, quizá, que en la última Copa del Mundo lograda por su país en 1986, también marcaron el minuto seis del partido de su debut frente al que curiosamente será su próximo rival, Corea del Sur.
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