16 agosto, 2008

SPITZ DICE QUE PHELPS ES EL ATLETA MAS GRANDE DE TODOS LOS TIEMPOS...

Mark Stipz

"Yo hice lo que hice y fue en mi día y bajo aquellas circunstancias. Estoy feliz de que alguien haya sido inspirado por lo que yo hice" declaró el mítico nadador estadounidense

16 de agosto 2008 11:43 am - AP

"Yo hice lo que hice y fue en mi día y bajo aquellas circunstancias. Estoy feliz de que alguien haya sido inspirado por lo que yo hice" declaró el mítico nadador estadounidense.

Para entrar en la leyenda no sólo hay que ser primero. El orgullo y la garra son condimentos de los grandes campeones, como lo demostró Michael Phelps.

Como un submarino blindado por la fe y el coraje, el estadounidense Phelps ganó una carrera memorable y que parecía perdida en los 100 metros mariposa.

Con este séptimo oro y seis récords mundiales pulverizados, la "Bala acuática" de Baltimore se situó a la altura de su compatriota Mark Spitz, quien hasta ahora era el único deportista capaz de sumar siete oros en una cita olímpica.

Phelps tiene un total de 13 preseas de oro, contando las seis de Atenas 2004, con lo cual es el deportista con mayor cantidad de doradas en la historia olímpica, superando a Spitz, al mediofondista finlandés Paavo Nurmi, la gimnasta ucraniana que representó a la Unión Soviética Larysa Latynina y al atleta estadounidense Carl Lewis.

Spitz calificó de "épica" la hazaña de Phelps.

"Demuestra que el tipo es no sólo el más grande nadador y el mayor olímpico de todos los tiempos, sino que probablemente el más grande atleta de todos los tiempos", dijo Spitz a la AP por teléfono desde Estados Unidos. "Es el más grande nadador que ha caminado sobre este planeta".

"Estoy tan orgulloso de lo que ha podido hacer", agregó. "Yo hice lo que hice y fue en mi día y bajo aquellas circunstancias. Estoy feliz de que alguien haya sido inspirado por lo que yo hice. Merece cada instante de lo que le está ocurriendo ahora".

Con los brazos estirados al máximo, Phelps cronometró 50.58, mejorando el récord olímpico de 50.76 establecido por el serbio Milorad Cavic en las semifinales. Fue la primera vez en estos juegos que el fenomenal nadador de 23 años no gana una prueba sin fijar el récord mundial.
Cavic se quedó con la plata con 50.59, es decir apenas una centésima atrás. El australiano Andrew Lauterstein ganó el bronce con 51.12.

Fue una verdadera proeza la de Phelps, quien llegó a la primera pared en séptima posición y con 66 centésimas por detrás Cavic, que parecía encaminarse a la victoria.

Pero Phelps sacó a relucir todo su amor propio, remontó en la segunda parte de la prueba, y cuando parecía de todos modos que Cavic le ganaba, se impulsó como si fuese un arquero y le ganó de mano en la caricia a la pared.

Después, Phelps dio un puñetazo en el agua y lanzó un grito tras el asombroso final. El público primero reaccionó con asombro.

Parecía que Cavic había ganado. Luego, se escuchó la ovación de los aficionados cuando se indicó que Phelps era el ganador.

"Pensé que ahí había perdido la carrera, pero supongo que ahí estuvo la diferencia", indicó, al referirse a su impulso final.

Cavic se quedó mudo. Obviamente decepcionado por perder por la punta de un dedo, el serbio pasó sin hablar en la zona asignada para dar entrevistas.

Se podrá decir que Phelps suele ser un poco más lento en las primeras brazadas.

Pero eso no corre en la corta distancia, donde no hay tiempo para la recuperación. Por eso fue un triunfo épico, digno de los grandes campeones.

"No tenía idea", dijo Phelps. "Era mi última carrera individual, traté de cerrar lo mejor posible".

Phelps regresará a la piscina el domingo para su última prueba y posible octava medalla de oro: nadará una de las etapas del relevo de los 4x100 combinado.
El equipo de Estados Unidos es fuerte favorito a ganar esa prueba, por lo que el antiguo récord de Spitz podría quedar superado.

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