29 agosto, 2008

TRAGEDIA DE GUACHUPITA...

Los cuerpos de las víctimas de un deslizamiento de tierra provocado por el huracán Gustav. FOTO AP
SANTO DOMINGO.- Los escombros de las viviendas en Guachupita se llevaron la vida de seis hermanos, más la madre y una vecina. El padre se salvó porque estaba trabajando como marino y un séptimo niño quedó vivo porque fue a dormir a la casa de un pariente.












Los rescatistas mientras desenterraban uno de los cadáres de la tragedia ocurrida esta madrugada en Jarro Sucio, entre Guachupita y Las Cañitas. ( Fuente Externa )

Dolor e inseguridad, lo que quedó en Guachupita
miércoles, 27 de agosto de 2008

SANTO DOMINGO.- "Me quede solo. Mis hijos y mi mujer murieron" fueron las palabras que con dolor y desesperación repetía Marino Esteban Volquez, padre de los niños que murieron al quedar aplastados junto a su madre en su propia casa bajo las rocas que se desprendieron en el sector de Guachupita.

En la zona de la tragedia sólo hay dolor y reclamos. De un lado, un padre desesperado que llora a sus hijos y esposa; Del otro, los vecinos se quejan de que las autoridades no resolvieron a tiempo y que hoy después que pasa la desgracia es que quieren resolver.

Marino Esteban se lamenta al ver a sus pequeños muertos junto a su esposa, de quien dijo le ayudaba a trabajar mucho para mantener a la familia. Relató que él se salvó de la tragedia, ocurrida en la madrugada de este miércoles, porque se encontraba trabajando.

Los vecinos se quejan de que las autoridades solo se aparecen y ponen en marcha planes cuando ocurre la desgracia. Manifiestan su descontento, hasta el punto de que abuchearon a las autoridades presentes para que se retiraran del lugar.

Francisca Suazo narra que cuando escuchó el ruido se volvió loca y que empezó a llamar a todos en el barrio, para que fuesen a socorrer a las familias que quedaron sepultadas.
Suazo revela que sólo se escuchaba a los niños llorando y a la madre pidiendo auxilio, quienes fueron sacados sin vida de los escombros.

Asimismo, Javier Vidal, Párroco de la Parroquia San Martín de Porres, de Guachupita, se quejó de la tardanza en responder de las autoridades, porque la junta de vecinos había denunciado anteriormente el caso en varias ocasiones.
Vidal consideró que lo sucedido en el sector de Guachupita era una tragedia a evitar, ya que era anunciada. "No somos noticias nunca. Ahora somos noticias porque es una tragedia", criticó el párroco.

También expresó que indigna a la comunicad el hecho de que se llevaran a los muertos a otro sector, cuando deben de ser velados con dignidad en su barrio.
FUENTE FOTOS: LA OPCION DIGITAL
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Pierde a esposa y a 6 de 7 hijos
Jueves, 28 de Agosto de 2008
Los cuerpos de las víctimas de un deslizamiento de tierra provocado por el huracán Gustav. FOTO AP
Varios socorristas relataron que encontraron el cadáver de Marcelina Feliz, de 32 años, abrazado al de su hijo menor, que tenía 11 mesesSANTO DOMINGO, Tep. Dominicana.- Una mujer y seis de sus siete hijos murieron el miércoles aplastados por una roca que la lluvia causada por el huracán Gustav desprendió de una ladera y arrasó su hogar en una empobrecido barrio de la capital dominicana.

Varios socorristas relataron que encontraron el cadáver de Marcelina Feliz, de 32 años, abrazado al de su hijo menor, que tenía 11 meses.
"No sé cómo podré sobrevivir ahora pues no me queda ningún miembro de mi familia", expresó entre llantos Marino Borges, el esposo de Feliz, que sobrevivió porque la tragedia ocurrió cuando él estaba en su trabajo.

Los demás miembros de la familia yacían aún durmiendo en la cama cuando quedaron sepultados por el derrumbe, que también mató a Carlita Martínez, una vecina de 42 años que sufría un impedimento físico y cuya vivienda fue otra de las cinco destruidas en el barrio Guachupita.
El director de la Defensa Civil, Luis Luna Paulino indicó que las víctimas "eran miembros de una familia que se había refugiado desde la tormenta Fay y salieron a su casa porque pensaron que el peligro había pasado".

Otros tres habitantes del lugar resultaron heridos y algunos sobrevivientes narraron lo ocurrido.
"Cuando sentí que una piedra caía sobre mi me atrincheré contra una pared por temor a que me hiciera daño, entonces ocurrió el derrique (derrumbe) y yo salté, las hojas de zinc me cayeron arriba, pero logré salir y salvarme", explicó Miguel Angel Feliz, un pariente de la familia que sobrevivió.

María Sánchez, otra residente de la zona, relató a la AP que: "Acababa de tirarme a la cama y después como a los diez segundos salté con el estruendo (del alud); escuché esa explosión y me apuré y saqué a los demás hacia fuera y le toqué la puerta a la hija mía para avisarle".

Pedro Mejía, presidente de la junta de vecinos de Guachupita, dijo que: "Esto que pasó era crónica de una muerte anunciada porque teníamos un año advirtiendo a las autoridades que una tragedia así iba a suceder y no nos hicieron caso".

El Ayuntamiento dispuso el desalojo inmediato de otras familias en peligro en la barriada.
El huracán Gustav también causó 14 muertos en Haití.
(AP)
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Si cuarenta mil niños sucumben diaramente
en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes y más pobres
ya es bastante grave
que un solo hombre
o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro
pero en cambio es atroz
sencillamente atroz
si es la humanidad la que se encoge de hombros.
Mario Benedetti


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