14 septiembre, 2008

IKE DEJA EL CAOS A SU PASO POR GALVESTON

La tormenta rompió las ventanas de los rascacielos, dejó sin energía a millones de personas e inundó miles de casas a lo largo de la costa.

Sáb, 13/09/2008 - 19:26

La tormenta Ike a su paso rompió las ventanas de los rascacielos de Galveston, Texas. Foto: AP
Galveston, Texas.-Los equipos de rescate recorrieron el sábado en vehículos altos, helicópteros y lanchas esta ciudad cubierta de agua y escombros, en busca de quienes insistieron en enfrentar la furia del huracán Ike.

La tormenta rompió las ventanas de los rascacielos, dejó sin energía a millones de personas e inundó miles de casas a lo largo de la costa. Los yates fueron arrastrados tierra dentro, casas y edificios y fueron derribados y varios automóviles quedaron flotando en las aguas estancadas.Funcionarios locales y estatales empezaron a buscar sobrevivientes en la mañana, apenas unas horas después de que Ike tocó tierra en Galveston con vientos de 177 kilómetros por hora (110 millas por hora), lluvias torrenciales y enormes olas.

El Servicio Federal de Manejo de Minerales informó que hay dos reportes confirmados de plataformas petroleras que quedaron a la deriva en el Golfo de México.

Eileen Angelico, vocera de la dependencia, dijo el sábado que las plataformas están a unos 160 kilómetros (100 millas) de la costa de Luisiana. Ike pasó por encima del mayor complejo de refinerías y plantas petroquímicas del país.

Angelico agregó que la agencia, expertos de la industria petrolera y la Guardia Costera rastreaban las plataformas sueltas.
Durante la noche, los servicios de emergencias recibieron miles de llamadas de pobladores presas del pánico, quienes desoyeron las recomendaciones de salir de la ciudad conforme se acercaba el meteoro.

Las autoridades estiman que 140.000 o más personas se quedaron en la urbe a pesar de las advertencias de que podrían morir.
``Se ordenó el desalojo y la gente no se fue y eso es muy frustrante porque ahora vamos a tener que atender a todos los que no acataron la orden. Es por eso que hacemos las cosas con tiempo suficiente para que se vayan. Es desafortunado que hayan decidido quedarse'' dijo Steve LeBlanc, funcionario de Galveston.

La tormenta, que mató a más de 80 personas en el Caribe antes de llegar a Estados Unidos, se cobró por lo menos dos vidas en Texas, aunque se prevé que la cifra aumentará. Una mujer falleció aplastada la madrugada del sábado al caer un árbol sobre su casa cerca de Pinehurst, en el condado de Montgomery, mientras dormía. Un joven de 19 años cayó a un arroyo cerca de Corpus Christi y fue arrastrado por la corriente.

La tormenta, casi tan grande como el mismo estado de Texas, golpeó una franja costera de 800 kilómetros (500 millas) entre Luisiana y Texas. Rompió represas, inundó caminos y obligó a más de un millón de personas a buscar refugio tierra adentro.
El presidente George W. Bush declaró zona de desastre a su estado natal de Texas y ordenó el envío inmediato de ayuda federal.

Las autoridades recibieron con agrado la noticia de que los oleajes generados por la tormenta tuvieron solamente 4,5 metros de altura (15 pies) en lugar de los seis a 7,5 metros (entre 20 y 25 pies) esperados en el peor de los casos por los meteorólogos, aunque varios caminos importantes fueron inundados cerca de Galveston, y los daños resultaron enormes.

Sedonia Owen, de 75 años, y su hijo Lindy McKissick, desafiaron la orden de desalojo en Galveston, porque querían proteger su vecindario de saqueadores. Ella observaba cómo retrocedían las aguas ante su casa la mañana del sábado, armada con una escopeta.``Mis vecinos me dijeron: 'Tiene mi permiso. Si alguien entra en mi casa, puede usted dispararles''', dijo Owen.Los pobladores de Houston empezaron a salir para evaluar los daños, aunque continuaban cayendo cristales rotos desde la torre JPMorgan Chase, el edificio más alto de Texas, de 75 pisos. Los árboles fueron arrancados de las calles y los letreros quedaron retorcidos por los fuertes vientos.

Un policía de Houston, Joseph Ledet, salió a patrullar las calles por la mañana, pero se quedó detenido, anonadado, al acercarse a la torre Chase. ``Parece que una bomba estalló ahí. Solamente destrucción'', dijo.

Poco antes del mediodía, las patrullas recorrían las calles del centro de Houston, ordenando mediante megáfonos a los ciudadanos: ``¡Por favor abandonen la zona! ¡Vayan a sus casas!''.
La Agencia Federal de Emergencias (FEMA en inglés) dijo que los equipos de búsqueda y rescate estaban listos en Houston, preparándose para ayudar a las personas que quedaron atrapadas tras el paso de Ike.

En Galveston, varios edificios se incendiaron durante la noche, sin que los bomberos pudieran pasar por las calles inundadas. Un total de 17 estructuras se derrumbaron, entre ellas dos edificios de apartamentos, aunque no se informó sobre muertes.
AP

No hay comentarios: