09 septiembre, 2008

LA HABANA, PARALIZADA Y CASI A OSCURAS POR EL PASO DE IKE...


La Habana, en alerta
El huracán tiene ahora tiene vientos máximos sostenidos de 130 kilómetros por hora mientras avanza paralelo a la costa suroriental de Cuba
REUTERS - 2008-09-08

Miles de desplazados en Cuba
Ike sigue azotando las costas cubanas, ha perdido intensidad y se ha transformado en un ciclón de categoría uno en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de cinco
AFP - 2008-09-08

El huracán toca tierra de nuevo a 60 kilómetros al sureste de la capital cubana.- Cuatro muertos en la isla
MAURICIO VICENT AGENCIAS - La Habana / Madrid - 09/09/2008

El huracán Ike, con vientos de más de 130 kilómetros por hora, continúa dejando destrucción a su paso por Cuba. El ciclón, que ha causado cuatro muertos hasta ahora en la isla, mantiene a la capital, La Habana, prácticamente paralizada y a oscuras. El centro de Ike, de categoría 1 en la escala Saffir-Simpson de 5, ha vuelto a tocar tierra esta mañana hora cubana y ha entrado por el cabo de La Capitana, a unos 60 kilómetros al suroeste de La Habana, según los meteorólogos de la isla.

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VIDEO - AGENCIA ATLAS - 09-09-2008

Parte de la capital cubana, de más de dos millones de habitantes, está desde la noche del lunes sin electricidad por cortes preventivos de la energía, y se observa escaso tráfico debido a las fuertes rachas de viento y las intensas lluvias.

El huracán atravesará en las próximas horas la provincia occidental de Pinar del Río, que aún se recupera del paso del huracán Gustav la semana pasada. Este huracán no causó muertes en Cuba, pero destruyó o dañó unas 140.000 viviendas, más de 500 escuelas y centros sanitarios, miles de hectáreas de cultivos, decenas de torres de comunicaciones y de alta tensión y tendidos eléctricos y telefónicos.

Según la televisión estatal cubana, cuatro personas han muerto a causa de Ike. Son las primeras víctimas que se producen en el país en lo que va de año a causa de un ciclón, que raramente provocan muertes en la isla. Los meteorólogos han alertado sobre un posible ligero incremento en su intensidad si el ojo permanece sobre el agua, que es la fuente de energía de los huracanes.

Las víctimas cubanas son dos hombres de 76 y 35 años que murieron electrocutados en la ciudad de Santa Clara cuando intentaban quitar una antena de un tejado, un hombre de 35 años que murió aplastado por un árbol en la provincia de Camaguey y una mujer de 74 que ha fallecido en Holguin tras inundarse su vivienda. Ni el huracán Gustav ni incluso el destructivo Katrina, que hace tres años arrasó Nueva Orleans, habían causado víctimas en la isla.

En medio de la crisis económica que se cierne sobre Cuba, el pronóstico de lo que se avecina es el peor: Ike barrerá la isla completa, más de 1.000 kilómetros, de este a oeste, destrozará áreas de cultivo, viviendas e infraestructuras, y probablemente afectará seriamente a La Habana. La capital aguarda, en medio ya de las primeras lluvias intensas, con nervios la llegada del ciclón: el deterioro de muchos edificios es tan grande como el riesgo de derrumbe.

Población evacuada
Ike, que causó 66 muertos a su paso por Haití, azota Cuba desde la noche del domingo con intensas lluvias y vientos de hasta 200 kilómetros por hora. En total, 1,2 millones de cubanos -el 10% de la población- han sido evacuados. También 10.200 turistas han sido trasladados a zonas seguras, entre ellos los que se encontraban en la playa de Varadero. Todos los centros docentes permanecen cerrados.

El huracán penetró en la isla por la costa norte de Holguín en la noche del domingo. En ese momento era un ciclón de categoría tres -en la escala Saffir-Simpson, de cinco- y tenía vientos máximos de 205 kilómetros por hora. Durante aproximadamente 15 horas, el centro de la tormenta recorrió las provincias de Holguín, Las Tunas y Camagüey, a una velocidad de 22 kilómetros por hora. En tierra se debilitó, convirtiéndose en un huracán de categoría 1.

El país comenzaba a recuperarse de los efectos de Gustav y apenas habían llegado los primeros aviones con ayuda internacional, entre ellos uno del Gobierno español. Jamás se había producido el hecho de que dos huracanes de gran intensidad azotaran la isla en una semana. El primero arrasó con toda la infraestructura y los recursos productivos de la Isla de la Juventud y de una amplia parte de Pinar del Río, en el occidente del país. Ike está machacando el resto del territorio cubano, y el golpe principal se sentirá en la agricultura, la vivienda y sectores productivos especialmente sensibles, como el turismo.

"Toda la nación ahora está en lo que en guerra se llama alarma de combate", dijo Fidel Castro en un artículo publicado ayer en el diario Granma, en el que comparó la situación con un "golpe nuclear".

La acción combinada de Gustav y Ike llega en el peor momento, cuando el Gobierno de Raúl Castro se apresta a introducir una serie de medidas de ajuste para enfrentar la crisis económica. Ayer mismo, el Gobierno decretó subidas en el precio de los combustibles de entre el 50% y el 87%. El litro de diésel costará ahora un euro y la gasolina súper 1,10. El incremento implicará un alza en el precio de los alimentos y del transporte privado, algo duro para cualquier país, pero en Cuba, dada la precariedad de los salarios, será más difícil.

Cuba importa el 84% de los alimentos que consume y para aumentar la productividad agrícola las autoridades acababan de comenzar a repartir tierras en usufructo a los campesinos. Hay que esperar y rezar para que la magnitud del destrozo del ciclón no hipoteque los planes de desarrollo. También hay que rogar para que Ike no cruce La Habana esta mañana con fuerza recrudecida, como indican algunas previsiones. Sólo La Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y 10 de Octubre, cuatro municipios centrales de la capital, tienen más de 72.000 viviendas en estado precario. La alerta, y la tensión, es máxima.

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