06 septiembre, 2008

DOLOR Y HAMBRE ABRUMAN REFUGIO DE TORMENTA HAITIANO

Vista aérea de las inundaciones producidas a consecuencia de la tormenta tropical Hanna en Gonaives, Haití, 1 sep 2008. Los sobrevivientes de la tormenta tropical Hanna colmaron el jueves un refugio en la ciudad portuaria haitiana de Gonaives, desconsolados por las inundaciones que arrastraron a sus seres queridos y haciendo fila para registrarse y conseguir comida que aún no llegaba. La mayoría no había ingerido nada desde que las lluvias torrenciales de Hanna sumergieron el martes a Gonaives bajo 2 metros de agua. Algunos tenían sólo la ropa que llevaban puesta, otros ni siquiera eso. Photo by Reuters (Handout).

jueves 4 de septiembre de 2008 20:23 GYT Imprimir[-] Texto [+]
1 de 1Tamaño CompletoPor Joseph Guyler Delva

GONAIVES, Haití (Reuters) - Los sobrevivientes de la tormenta tropical Hanna colmaron el jueves un refugio en la ciudad portuaria haitiana de Gonaives, desconsolados por las inundaciones que arrastraron a sus seres queridos y haciendo fila para registrarse y conseguir comida que aún no llegaba.

La mayoría no había ingerido nada desde que las lluvias torrenciales de Hanna sumergieron el martes a Gonaives bajo 2 metros de agua. Algunos tenían sólo la ropa que llevaban puesta, otros ni siquiera eso.

"Perdí todo en las inundaciones. Todo lo que tengo es lo que llevo puesto," dijo Gerta Meus, arropando a su hija desnuda de 2 años.

Al menos 90 personas murieron por las inundaciones y deslizamientos de tierra generados por Hanna, 37 en la zona de Gonaives, dijo la oficina de protección civil en el país más pobre de América.

Aquejado por el caos político, desastres sangrientos y naturales desde que obtuvo su independencia de Francia en una revuelta de esclavos hace dos siglos, las embarradas escenas de miseria en Gonaives tienen precedentes en Haití.

La última vez que Gonaives fue azotada por inundaciones en el 2004 murieron 3.000 personas.

En esta ocasión, muchos en Gonaives sobrevivieron trepando al techo de las casas mientras subía el agua y luego caminaron por el fango hacia el refugio.

Jacqueline Meranvil, de 21 años, dijo que su hija menor escaló hasta la cima del cerco y desde ahí hasta el techo, "pero mi madre de 60 años no pudo escalar y no pudimos ayudarla así que murió"
Ronca de gritar y débil por el hambre, Widline Jean-Louis se sentó en el piso del refugio tratando de amamantar a su hija de 13 meses.

"El agua entró a mi casa y unas personas nos ayudaron a subir al techo pero cuando mi marido venía con nosotros trató de escalar hacia la parte superior del techo y se cayó y fue arrastrado por el agua frente a nuestros ojos," apuntó Widline.

"Mi hija esta muy enferma y no hay nadie que pueda ayudarme," agregó.

Las líneas de los puentes y caminos estaban borradas, haciendo difícil que la ayuda llegara a la ciudad costera.

Los niños lloraban de hambre mientras los adultos hacían fila para registrarse y recibir comida, pero no había nada para repartir. Las bodegas con comida se habían inundado.

Los pacientes hospitalizados fueron llevados al refugio y fueron dejados ahí para que se las arreglaran por sí mismos.

(Escrito por Jane Sutton, Editado en español por Juana Casas)

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