20 abril, 2009

EL PRESIDENTE PARAGUAYO AFRONTA UNA SEGUNDA DENUNCIA DE PATERNIDAD.


Fernando Lugo reconoció hace cinco días que tuvo un hijo cuando era obispo
EFE - Asunción - 20/04/2009

Una nueva denuncia de paternidad contra el presidente de Paraguay, Fernando Lugo, cuando era obispo, seis días después de dar su apellido a un niño de dos años, ha ensombrecido este lunes la remodelación de su Ejecutivo en el primer aniversario de su histórico triunfo electoral.
Lugo reconoce que tuvo un hijo cuando era obispo

La denuncia de Benigna Leguizamón, de 27 años, acaparó la atención de los medios locales cuando ésta se iba a centrar en los cambios de Gobierno que Lugo había anunciado para el primer año de su victoria electoral, que supuso el fin de 61 años de hegemonía en el poder del Partido Colorado.

Según Lequizamón, el actual gobernante es el padre de uno de sus cuatros hijos, nacido el 9 de septiembre de 2002 en un distrito del departmento de San Pedro (centro), donde entonces Lugo era la máxima autoridad eclesial.

La mujer relató que intimó con Lugo tras acudir a él a solicitarle sus buenos oficios para que el padre de su primer hijo apoyara económicamente a la criatura, y añadió que al cabo del primer año de relación quedó embarazada del entonces obispo.
"Lo que quiero es que ese señor (el presidente) reconozca a mi hijo, eso es lo que le pido. Un día le voy a esperar, en caso de que no asuma su responsabilidad, le voy a denunciar", ha desafiado la mujer, que reside en una precaria vivienda en Ciudad del Este, a 330 kilómetros de Asunción.

"La única prueba que voy a tener será la del ADN porque me enojé con él (con Lugo) y quemé todas las fotos que teníamos juntos", agregó, al explicar que decidió denunciarlo tras divulgarse públicamente el caso de Viviana Carrillo, de 26 años, quien el pasado 8 de abril recurrió a los tribunales con una demanda de paternidad contra Lugo.

Lugo reconoce que tuvo un hijo cuando era obispo
El gobernante, de 58 años, asumió hace cinco días la paternidad del hijo de Viviana, Guillermo Armindo Carrillo, nacido el 4 de mayo de 2007, cinco meses después de haber renunciado a su estado clerical, el 21 de diciembre de 2006, para lanzarse a la política.
El ex obispo posteriormente fue suspendido a divinis por el papa Benedicto XVI y diez días antes de asumir como jefe de Estado, el 15 de agosto de 2008, retornó a su estado laical en una decisión no menos histórica del Vaticano.

En los comicios de hace un año, Lugo acabó con seis décadas de mandato ininterrumpido del Partido Colorado al frente de una coalición de amplia base ideológica que encabeza el Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), de centroderecha y segunda fuerza política del país.
--------------------
Este comentario se ha recibido por un anònimo, el comentario en sì tiene su autor, me complazco bajarlo por aquì para que mas personas tengan la oportunidad de leerlo; a saber:
ESTUPRO EN EL OBISPADO
2009-4-13 Por Luís Agüero Wagner.
Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos.
La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares.
Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo.
Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.
El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos.
Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW
20/4/09

1 comentario:

Anónimo dijo...

ESTUPRO EN EL OBISPADO

2009-4-13

Por Luís Agüero Wagner.

Una escabrosa historia de encubrimiento a un farsante acabó en gran parte este lunes de pascuas, cuando el obispo Fernando Lugo reconoció públicamente ante las cámaras de Televisión haber tenido relaciones con una jovencita de 16 años, Viviana Carrillo, en tiempos en que se desempeñaba como Obispo de San Pedro, abrió en Paraguay el debate que ya estaba instalado en otras latitudes: el de los escándalos aberrantes que de un tiempo atrás sacuden a la iglesia católica.


No está demás mencionar que la Iglesia Católica protege a estos delincuentes para defender su propia imagen en lugar de denunciarlos y expulsarlos para defender al resto de ciudadanos. La mayoría de los casos de pedofilia se han intentado resolver internamente, trasladando a los curas pederastas a otras parroquias y hablando con las familias para evitar las denuncias. Lejos está Paraguay de ser un caso aislado en Sudamérica.
Un grave escándalo, de características y dimensiones similares al que estalló hace tres años en Estados Unidos, se instaló recientemente en los altares de la Iglesia Católica de Brasil.. Entre ellos figura el sacerdote Félix Barbosa Carreiro, quien hace unas semanas fue detenido tras ser sorprendido en una orgía de droga y sexo con 4 adolescentes, y que acusó a “otros 12 padres” de incurrir en prácticas similares. Otro caso es del padre Alfieri Eduardo Bompani, de 45 años, quien grababa videos y escribía un diario donde daba cuenta de sus acciones.

El más repulsivo es el caso es el del padre Tarcisio Spricigo, que abusó de varios menores antes de ser arrestado por haber violado un pequeño de sólo cinco años de edad. En los documentos y pruebsa del proceso contra el cura ha sido incluido un diario, que es una especie de “manual de pedofilia”, que incluye consejos como “jamás tener una relación con niños ricos”. El libro de Spricigo, que fue descubierto por casualidad por una monja que lo llevó a la Policía brasileña, también contiene “diez reglas para actuar y quedar impunes”.

“Llueven niños seguros y confiables que son sensuales y que mantienen un total secreto, que sienten la falta del padre y viven sólo con la madre (…) Soy un seductor, seguro y calmo. Basta aplicar las reglas y el chico caerá en mis manos y seremos felices para siempre”, anotó el religioso en su escalofriante“manual”.
La lista de casos de depravados y criminales ocultos bajo las sotanas se antoja interminable: En Chile, el religioso Jaime Low Cabeza, fue detenido por presunto estupro y abuso sexual contra menores. Los abusos que supuestamente afectaron a cinco menores -todos varonesde entre 15 y 17 años- se habrían concretado cuando el religioso se desempeñaba en la pastoral juvenil de la parroquia.

En 2001, el religioso salesiano Carlos Larraín fue acusado de abusos contra una menor de nueve años en la época en que se desempeñaba como director del Colegio María Auxiliadora (entre 1997 y 1999). En abril de 2004, el sacerdote Víctor Hugo Carrera fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Santiago, luego de permanecer tres años como prófugo de la justicia, pues fue acusado de abuso sexual contra un menor en 1999 en Punta Arenas.
Mientras en Paraguay el obispo Fernando Lugo reconoció haber cometido estupro siendo obispo, y niños sordomudos denunciaron haber sido violados por curas en Verona, en México denuncian que existen logias protegen a estos criminales.

El cardenal mexicano Norberto Rivera Carrera y el arzobispo de Los Angeles, Roger Mahony, habrían encubierto a un sacerdote mexicano acusado de varios casos de abuso sexual contra menores monaguillos bajo el paraguas de esta suerte de Odessa de pedófilos.
La deportación por parte de las autoridades de la Santa Iglesia de Roma, con destino a Paraguay, de varios sacerdotes católicos acusados de haber abusado sexualmente de menores en todas las latitudes del orbe, aumenta las sospechas en cuanto al encubrimiento brindado a estos criminales. No hace mucho que en un ambiente caldeado laicos organizados y fieles católicos del Alto Paraná, a trescientos kilómetros de la capital del pais, denunciaron que en su comunidad se habían refugiado en un seminario los padres Carlos Urrutigoity y Eric Ensey, acusados de abuso sexual en Estados Unidos. Es demasiado casual que estos criminales se hayan refugiado en el Paraguay poco después del triunfo electoral del obispo Fernando Lugo, que se produjo en ancas de algunas de las más reaccionarias fuerzas atávicas de este Paraguay surrealista: el pensamiento mágico, la tradición autoritaria y el machismo con el cual fue denigrada un candidata mujer.
Para concluir esta descripción del Paraguay, podríamos tomar prestadas palabras publicadas en la Jornada de Oriente con la firma de Anamaría Ashwel, y sólo cambiar la palabra México por Paraguay: “una oscurantista alianza masculina, mayormente de políticos y sacerdotes, han regresado el tiempo de México al Virreinato: han legislado para quitarle el derecho a la mujer sobre su cuerpo. Sacerdotes supuestamente célibes, abiertamente misóginos, muchos pedófilos y desconocedores absolutos de la condición fisiológica y social de las mujeres —y encima vestidos con faldas largas— representando valores culturales que para las mujeres caducaron con el Virreinato, apuntalaron el voto de políticos que decidió que las mujeres sólo tienen el derecho a estar preñadas.” LAW