La mirada argentina en norteamerica
Por Diego Valenzuela Especial para La Nacion.com
Hay un regreso al periodismo de facciones, al periodismo de opinión. Lejos de la idea de prensa como fiscal del Estado, o como fuerza de moderación entre diferentes puntos de vista, el periodismo televisivo en los Estados Unidos se ha puesto el traje de fajina. A pesar de los embates de la Internet, de Google a Facebook, la televisión sigue concitando audiencia, atención y dinero. Hay aquí una televisión nacional de aire (network television), integrada por pesos pesados como ABC, CBS, FOX y NBC, y una competitiva televisión de cable que juega fuerte: CNN, FOX News, MSNBC, entre otros.
La audiencia de los broadcasters tradicionales ha bajado sustancialmente (según un profesor de Columbia que visité, ABC perdió 40 % de sus televidentes en 10 años), mientras crecía la de Cable. Sin embargo, en términos de población nacional no es tanta la gente que los mira: el mismo profesor me dijo que CNN USA tiene una gran influencia política teniendo en cuenta la audiencia que ostenta (unos 3 o 4 millones de espectadores por día, un 1 o 2 % de la población).
Estuve visitando las oficinas de FOX en Nueva York y voy a conocer CNN en Atlanta. Quiero saber cómo se piensan a futuro y cómo convivirán con el creciente protagonismo de Internet.
Lo que me interesó es observar cómo se han vuelto cada vez más partidarios. En inglés sería un partisan journalism , que se juega día a día por una línea ideológica o por un candidato. No es nuevo que aquí los medios hacen pública su preferencia, pero en el trabajo periodístico mantienen cierta neutralidad para informar acerca de diferentes puntos de vista. Lo que veo estando aquí, hablando con gente de los medios y de las universidades, es que se ha desatado un proceso de competencia ideológica. FOX hizo punta con una línea de defensa de las ideas conservadoras, a pesar de que públicamente se dice independiente. Pero basta con ver algunos de sus programas, como el de Bill O´Reilly o el que hicieron hace poco para demostrar que Obama es mezcla de terrorista y musulmán, para darse cuenta de por donde va su línea. CNN, por su parte, se ubica en un centro progresista y sus intervenciones son más sutiles: en su pantalla se lee todo el tiempo "Economy: issue #1¨, una forma de ayudar al candidato demócrata, favorecido por la crisis económica.
Lo que me interesó es observar cómo se han vuelto cada vez más partidarios. En inglés sería un partisan journalism , que se juega día a día por una línea ideológica o por un candidato. No es nuevo que aquí los medios hacen pública su preferencia, pero en el trabajo periodístico mantienen cierta neutralidad para informar acerca de diferentes puntos de vista. Lo que veo estando aquí, hablando con gente de los medios y de las universidades, es que se ha desatado un proceso de competencia ideológica. FOX hizo punta con una línea de defensa de las ideas conservadoras, a pesar de que públicamente se dice independiente. Pero basta con ver algunos de sus programas, como el de Bill O´Reilly o el que hicieron hace poco para demostrar que Obama es mezcla de terrorista y musulmán, para darse cuenta de por donde va su línea. CNN, por su parte, se ubica en un centro progresista y sus intervenciones son más sutiles: en su pantalla se lee todo el tiempo "Economy: issue #1¨, una forma de ayudar al candidato demócrata, favorecido por la crisis económica.
El giro más abrupto lo ha dado MSNBC, un canal de cable que había nacido como una asociación entre Microsoft y NBC, sin demasiado exíto hasta que decidió jugarse a una línea progresista o liberal (anti-conservadora y anti-Bush) y comenzó a ganar audiencia. El programa de Rachel Maddows , una simpática conductora de programa político en la noche, está casi íntegramente dedicado a destrozar con ironía a Mc Cain. "Es un estilo de periodismo british, de prensa con opinión, como ocurría en el siglo XIX", me apuntó otro profesor de la Columbia School of Journalism. No significa que no relaten hechos, sólo que usan los hechos y los ponen en función de un discurso político-ideológico.
La TV está amenazada por la revolución que viene desde la Internet. Los jóvenes ven muy poca televisión, y el ciclo de noticias se ha extendido a todo el día, con la computadora prendida todo el tiempo. Los sitios de encuentro social (social networking, como Facebok), ganan espacio y obligan a la prensa tradicional a armar estrategias para entrar en ese mundo. CNN se alía a You Tube para transmitir los debates. Los canales de TV, o los diarios, están obligados a meterse en Facebook para seducir a los más jóvenes. Los diarios han perdido 70 mil empleos desde el año 2000 por el avance de los contenidos en Internet, y tanto la prensa de papel como la TV ha perdido confianza del público luego de la guerra de Irak, en la que acompañaron sumisamente a un gobierno que mintió sobre las armas de destrucción masiva. Esto colaboró en generar una idea negativa alrededor de los medios tradicionales, llamados aquí mainstream media, y en potenciar el crecimiento de los Blogs, de los portales, como Google o Yahoo!, o de los sitios de video online, como You Tube. Lo que ocurre es que los medios tradicionales, con mayores espaldas financieras, han optado por subirse al tren de Internet o por cooptar a los nuevos medios, a sabiendas de que sus marcas aún tienen peso. Rupert Murdoch es el dueño de FOX y también el de MySpace.
La TV de cable se beneficia de un modelo de negocios en el que no sólo obtiene ingresos por publicidad sino tambien por los pagos que hacen los distribuidores de senales. Adicionalmentente, la regulación estatal es menor sobre el cable que sobre la TV abierta.
La TV ya no es aquí la dueña exclusiva de la pelota. Los candidatos anuncian sus candidaturas en videos que cuelgan en Internet (el primero fue John Edwards, le siguó Hillary Clinton), o directamente dan a conocer las grandes noticias por mensaje de texto (como ha hecho Obama). Cada vez más la TV se mira con la computadora prendida, lo que obliga a cambios de hábitos y a reacomodamientos en el negocio de los Medios. En un año electoral, una respuesta para ganar audiencia ha sido opinar -en lugar de informar- o directamente jugarse por alguno de los candidatos.
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