12 octubre, 2008

¿CUAL DE LAS DOS?......


Tumba de Cristobal Colòn, En Sevilla, España
Faro de Colòn, en Santo Domingo, R.D. donde reposan sus restos
 
Se ha establecido que despuès de la muerte Cristòbal Colòn en Valladolid el 20 de mayo de 1506, sus restos le fue dado primeramente a los franciscanos en aquella ciudad. De allì fueron y enterrados en la Catedral de Sevilla. Del Viejo Mundo fueron trasladados al Nuevo, en una època alrededor del 1541. Se ha aceptado tambièn que fueron colocados en la Catedral de Santo Domingo, tambièn se ha concedido que fueron enterrados en el Prebisterio del Altar Mayor de la Capilla Mayor de este templo. Es generalmente aceptada la opiniòn de que fue definitivamente enterrado a la derecha o del lado del Evangelio del altar Mayor. Se ha reconocido que el santuario del Altar Mayor habìa sido especìficamente designado en ordenes reales como espacio para ser reservado para perpetua sepultura de Cristòbal Colòn y los de su linaje.

La fecha exacta de la inhumaciòn del Primer Almirante en la Catedral de Santo Domingo es desconocida, màs sin embargo siempre ha existido en cuanto a que el Primer almirante fue enterrado en el altar Mayor de la Catedral.

A raìz del descubrimiento de un antiguo ataùd de plomo en la Basìlica de Santo Domingo, y que fuera el lugar asignado para dar sepultura a Cristòbal Colòn y su familia, causa intensa conmocion en todo el mundo, puès tan pronto como los escritores e historiadores de la Repùblica Domincana hicieron esta revelaciòn, despertaron inmediatamente la atenciòn y fue esto motivo de una controversia entre dos continentes, que aùn hoy en dìa es asunto de verdadero interès para el mundo entero y especialmente para España y Amèrica. Ambos tienen sus propios reclamos, y asì tenemos que tanto Sevilla, como Santo Domingo alegan que tienen en su poder las cenizas del gran descubridor de un nuevo mundo...Don Cristòbal Colòn.

Tenemos entendido que dos maestros españoles utilizaron la tecnologìa del ADN para resolver una vieja interrogante: ¿Donde estàn sepultados los restos de Cristobal Colòn, el honor se lo disputan Sevilla y Santo Domingo y no es de extrañar que en Cuba se encuentre algo.

A muchos dominicanos no les cabe ninguna duda de que los restos de Cristòbal Colòn se encuentran en Santo Domingo, Capital de la Repùblica Dominicana, màs sin embargo ambos continentes tienen sus propios reclamos, y cada cual sus partidarios y seguidores en esta controversia, reclamando cada uno ser el guardìan de los verdaderos restos del gran descubridor y cada quien ha sostenido la disputa con documentos que tienden a probar el caso.

La Catedral de Santo Domingo, es la segunda edificada en el Nuevo Mundo, es èsta la ùnica en su clase, el màs fino ejemplo en las Antillas y una de las màs notables del Nuevo Mundo, su construcciòn fue ordenada por los Reyes Catòlicos en el año 1506, antes de la muerte del Primer Almirante. Durante su construcciòn era razonable creer que se habìa concebido en esa època el plan de hacer del santuario de la Catedral la tumba para los que fueran del linaje de Colòn.

Despuès de la muerte de Cristòbal Colòn el 20 de mayo de 1506, en Valladolid, el dia siguiente era el dia de la Ascensiòn, el 21 de mayo, sus restos fueron con gran pompa funeraria primeramente depositados en la iglesia de los franciscanos en esta orden, aunque no existen pruebas del hecho, pero si hay fuentes irrebatibles de que los curas Franciscanos fueron los guardianes de la primera bòveda tradicional. De este monasterio fueron trasladados entre los años 15087 al 1503, de acuerdo a una peticiòn del Consejo de Indias y depositados en la capilla del Cristo, en el Monasterio de las Cuevas, cerca de Sevilla. Fue enterrado allì con gran pompa y como ha dicho Fernando Colòn en su "Historia" y cuyo epitafio decìa: "A Castilla y a Leòn, Nuevo Mundio diò Colòn"....

En 1541 fueron de nuevo trasladados a la Capilla del Cristo del Monasterio de las Cuevas de Sevilla, a la Catedral de Santo Domingo....¿Còmo se comprueba que en esa fecha se efectuò el traslado de los restos de Colòn a la Catedral de Santo Domingo, leamos...."del protocolo de la Señora de las Mercedes, Santa Marìa de las Cuevas, que guarda los registros de los primeros 300 años de su fundaciòn y data del año 1507, se afirma que ".en los años 1506 y 1508 en la capilla del Sano Cristo yacen los restos de los Colones y en el año 1536 los de Don Cristòbal Colòn.

Los restos de Don Cristòbal Colòn y de su hijo fueron entregados para ser transportados a la isla de Santo Domingo en las Indias, el cadàver de Bartolomè Colòn, su hermano queda solitario en la capilla de Sevilla hasta el dìa de hoy.

El 2 de junio de 1537, la viuda de don Diego Colòn el Segundo almirante, Doña Maria de Toledo, obtuvo una real orden que le concedìa a don Luis Colòn, nieto del Primer Almirante el derecho de inhumar los restos del Primero y Segundo almirante, asì como los de sus descendientes en el Altar Mayor de la Iglesia de la Catedral de Santo Domingo.

La impresiòn general dada por todos los historiadores definitivamente dicen que Cristòbal Colòn anhelò ser enterrrado en tierra de La Española, el escenario de sus grandes hechos.

Don Diego Colòn fue el primero de la familia en señalar un deseo de tener los restos de su ilustre padre enterrados en La Española. El Primer Almirante encargò a su heredero fundar una capilla, dedicada a la Santa Trinidad, y si esto pudiera ser en la Isla de la Española, me gustarìa allì donde invoquè la Trinidad que es en La Vega, llamada Concepciòn"...

La fecha exacta de la inhumaciòn del Primer Almirante en la Catedral de Santo Domingo es desconocida, màs sin embargo siempre ha existido en cuanto a que el Primer almirante fue enterrado en el altar Mayor de la Catedral.

Durante el periodo que media entre el 20 de mayo de 1506 y el 8 de septiembre de 1877, jamàs habìa habido una controversia como la de que los restos de Cristòbal Colòn estaban enterrados en el Santuario de la Catedral de Santo Domingo. Por màs de 371 años este hecho no habia sido puesto en duda por ningùn historiador.

Una publicaciòn aparecida en la Gaceta Oficial y el informe del Obispo de la Repùblica Dominicana, atrajeron la atenciòn de España sobre el asunto. Luego siguò el Acta Notarial del 10 de septiembre de 1988, a la cual se habìa suscrito el cònsul.

Este Cònsul español, aunque enteramente de acuerdo con los otros signatarios de esta Acta hizo debidamente protesta de que estos restos verdaderos pertenecian exclusivamente a España y que el como representante de ella, debìa ser uno de los guardianes de los restos. Esta protesta no condujo a nada y los restos, con gran pompa y ceremonial funerario fueron colocados en el altar Mayor de la Iglesia Regina Angelorum, bajo el cuidado conjunto del Ayuntamiento y del Reverendo Padre F. X Billini.

El Cònsul informò a su gobierno y España remitò una comunicaciòn a la Real Academìa de la Historia, en la cual ponia toda evidencia documentaria disponible que tenìa en sus manos relativas al hallazgo, y les ordenò hacer una cuidadosa investigaciòn...


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