29 octubre, 2008

LA BATALLA SE DECIDE EN SUELO REPUBLICANO...

A pesar de la intensa lluvia, Obama se presentó ayer en la plaza de la Universidad Widener, en Chester, Pensilvania Foto: AP


Elecciones 2008 / Obama quiere ganar los bastiones de McCain
La campaña demócrata, mejor financiada, presiona en los territorios electorales que históricamente votan por su rival
Miércoles 29 de octubre de 2008 Publicado en edición impresa

Por Inés Capdevila Enviada especial
FREDERICKSBURG, Virginia.? Es la colisión de dos mundos en apenas cuatro metros cuadrados.
"De algún pueblo de Alaska se ha escapado una teócrata", dice el cartel que una estudiante sostiene, sin pudor, en medio de un acto de Sarah Palin en Fredericksburg, una pequeña ciudad de Virginia.

"¡Vos no sos una cristiana! ¡Sos una socialista, sos una musulmana!", le grita, en la cara, una mujer de unos 40 años, con vigor, como si esas palabras fueran sinónimos de insultos.
Puerta de entrada en el Sur, Virginia no vota por un candidato presidencial demócrata desde 1964.
Sin embargo, con la irrupción de la crisis económica, el cansancio de ocho años de George W. Bush y la llegada de nuevos habitantes, este estado, como otros, se debate entre su conservadurismo de siempre y un creciente y determinado progresismo.

Así, Virginia dio, en las últimas semanas, un paso que pocos creían posible en esta campaña. Se incorporó al listado de protagonistas de la batalla final en las guerras electorales: el de los estados críticos, que aún no se han decidido por uno u otro partido.

Allí, en Virginia y en otros 13 estados, el candidato republicano a la presidencia, John McCain, intenta, contra reloj y en inferioridad de condiciones financieras, evitar lo que hoy los sondeos predicen: un contundente triunfo de Barack Obama el martes próximo.

Empeñada en desterrar una anticipada sensación de derrota, la campaña oficialista repite, en donde sea, que los sondeos que dan a Obama ventajas de hasta 10 puntos son incorrectos.
El senador republicano Lindsay Graham, íntimo amigo de McCain, dijo ayer incluso que las encuestas del partido otorgan a la oposición una ventaja de apenas tres puntos a nivel nacional. Algo de razón podría tener Graham; algunos sondeos públicos, como uno de Gallup publicado anteayer, señalan que el candidato republicano a la presidencia avanza. Pero esa arremetida final puede ser insuficiente.

A pesar de que McCain gana terreno a nivel nacional, los sondeos estaduales indican que Obama se impondría con una ventaja nada despreciable en el Colegio Electoral.
Tal es la diferencia demócrata que algunos sitios de Internet especializados en el cálculo de los electores advierten que el senador por Illinois obtendría 375 votos en el Colegio, 105 más que los necesarios; el candidato republicano sólo recibiría 163 sufragios. De obtener esa cantidad de electores, Obama ganaría los comicios con una cifra tan contundente como la que obtuvo Bill Clinton en 1992.

Estaría lejos, sin embargo, de alcanzar la victoria más abultada: la de Ronald Reagan, que en 1984 se llevó 525 votos electorales contra los 13 de Walter Mondale.
El Colegio cuenta con 538 electores y un candidato presidencial necesita la mayoría simple de ellos, 270, para llegar a la Casa Blanca. El número de electores de cada estado es igual a la suma de sus senadores y representantes (diputados) nacionales.

El candidato que gane en el estado, aunque más no sea por un voto, se lleva todos los delegados. Eso sucedió en 2000 en Florida. Después de una contienda legal sin igual, Bush se impuso por 537 votos y, con los 25 electores del estado, alcanzó 271 bancas en el Colegio.
Decidida a evitar una presidencia de poco margen y cuestionada como la del primer mandato de Bush, la campaña demócrata atacó, en las últimas semanas, allí donde el actual mandatario triunfó en 2000 y 2004. Gastos

Hoy, de la mano de una campaña minuciosa y multimillonaria, Obama aventaja a McCain en ocho estados en los que Bush triunfó en las últimas dos elecciones.

Al hacerlo, forzó a su adversario republicano a luchar por estados que, hace sólo unas semanas, daba por ganados y a gastar recursos y tiempo que no tiene.
"Va a ser una elección durísima para McCain. En este momento, todo indica que el mapa del Colegio Electoral va a ser predominantemente azul [el color demócrata]. Los candidatos luchan en terreno republicano: Carolina del Norte, Virginia, Colorado, Nevada. Para ganar, McCain necesita desesperadamente dar vuelta las cosas en estados como Florida, Virginia y Ohio", dijo a La Nacion Paul Freedman, experto en campañas de la Universidad de Virginia.

Con vehemencia, McCain y Palin se dedican a revertir el signo de esa lucha. En los últimos tres días, McCain estuvo en seis actos en Ohio y la gobernadora participó de tres mítines en Virginia; ayer estuvieron juntos en Pensilvania.
Florida, Pensilvania y Ohio cuentan, cada uno, con 20 o más electores. Son los veteranos en el listado de los estados decisivos.
Virginia es un recién llegado y sólo está representado por 13 delegados en el Colegio. Pero perder allí sería un golpe para McCain porque no podría retener un bastión republicano.
Las encuestas indican que eso es lo que sucederá. Según un sondeo de The Washington Post, Obama aventaja al candidato republicano por ocho puntos. Y sólo con ganar allí, en Pensilvania y en los estados donde tiene una ventaja imposible de descontar, el senador demócrata sería presidente.
Uno de los pilares del avance demócrata en Virginia es, como en los otros estados, la organización de campaña. Obama abrió 50 oficinas en la región; McCain sólo tiene 21. Cada cinco avisos opositores hay uno oficialista.
La campaña demócrata capitalizó además ciertos cambios demográficos, tanto en Virginia como en otros estados. "El norte del estado vio llegar en los últimos años un gran flujo de demócratas, que usan estas ciudades como suburbios de Washington", explicó Freedman.
Profesionales, educados y cosmopolitas, esos votantes transforman la cara de la Virginia republicana. Situada unos 80 kilómetros al sur de la capital, Fredericksburg es una de esas ciudades en metamorfosis.

En medio de unas 5000 personas enfervorizadas con Palin, Cinti Applebaum muestra su enojo. "No puedo creer que aplaudan cuando ella [la gobernadora de Alaska] insinúa que Obama es un terrorista. Es demasiado", dice esta agente inmobiliaria que hace cinco años se mudó desde Washington. Independiente, cree que va a votar por Obama "para evitar este tipo de discursos".
A unos metros de ella, Jeannie Marvin, una profesora de gimnasia que hace 20 años vive en Fredericksburg, está enfervorizada. "Ella [Palin] es tan auténtica. Estoy segura de que vamos a ganar. No les creo nada a las encuestas; todos los medios son tan parciales. No podemos permitir que gane Obama porque va a redistribuir todo nuestro dinero", dice.

Marvin, voluntaria en la campaña republicana, suele dedicar varias horas por semana a llamar por teléfono a votantes indecisos. Busca convencerlos de que McCain tiene posibilidades de evitar una caída en el voto y en el Colegio Electoral.

Cómo votan TRACY HANDY 50 años, Fotógrafa
"Voto a McCain porque es honorable y respetable. Es un héroe, y va a poner al país primero que a él. Obama sólo quiere sacarle la plata a la clase media y distribuirla entre la gente que recibe asistencia social. Soy una fotógrafa independiente y cada vez tengo menos trabajo. Los clientes recortan gastos por las cosas que menos necesitan y ya ni siquiera llaman por teléfono para pedir presupuesto."

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