14 octubre, 2008

EX-PRESIDENTE DOMINICANO TILDA DE IRRESPONSABLE GOBIERNO DE LEONEL FERNANDEZ....

El ex-presidente dominicano Hipòlito Mejia y el presidente norteamericano George Bush en la Casa Blanca (Foto archivo)

HIPOLITO MEJIA PROPONE PLAN DE CONTINGENCIA, LLAMA AUTORIDADES A REDUCIR GASTOS Y POSPONER CONSTRUCCION DE MEGA-PROYECTOS.

Santo Domingo, RD.- El ex presidente de la Republica Dominicana, ingeniero Hipolito Mejia, señalo que la crisis bancaria a la cual le hizo frente, hoy sirve de referencia para que varios gobiernos enfrenten la crisis financiera internacional que les afecta, al mismo tiempo el ex gobernante dominicano advirtio que el gobierno actual asume la crisis economica de forma irresponsable.

Al hablar en rueda de prensa donde leyera un mensaje enviado a los dominicanos y en el cual evalua la situacion de la nacion dominicana Hipolito Mejia demanda de las actuales autoridades enfrentar la situacion de crisis que vive el pais con responsabilidad.

A continuacion el texto integro del mensaje dirigido por el ex presidente a todo el pais.

UN MENSAJE AL PUEBLO DOMINICANO
Por: Hipólito Mejia

Como todo el pueblo dominicano sabe, durante mi presidencia en el periodo 2000-2004, tuve que lidiar con la peor crisis bancaria de la historia dominicana. Eso ocurrió en medio de la recuperación, de los efectos devastadores que tuvo sobre nuestra economía, el atentado terrorista del 11 de septiembre.

Cuando se destapó la crisis de Baninter prácticamente habíamos superado el impacto que sobre el turismo, las zonas francas y las remesas había producido aquel acontecimiento infortunado de la historia reciente.Fue difícil mantener la paz pública y gobernar bajo estos dos escenarios. Pero aun así, me enorgullece haber alcanzado en esos difíciles 4 años, muchas conquistas para el bienestar de los pobres que otros gobiernos no han logrado en 8 ó 12 años.

Desde acueductos, viviendas, caminos y mejoramiento de barrios, hasta el impulso a la agricultura, la seguridad social y la educación, fueron logros, aunque ensombrecidos por la crisis bancaria, que hoy se levantan como estandarte de una gestión al servicio de la gente. La crisis financiera que explotó en marzo del 2003, debido al masivo fraude bancario, fue incubada por la irresponsabilidad de los gobiernos que me precedieron.Así como se reconoce que la presente crisis financiera que vive los Estados Unidos es el resultado de políticas regulatorias irresponsables y estimuladoras del consumo excesivo, también la crisis de Baninter y otras instituciones bancarias del país, se prohijó al amparo de la debilidad regulatoria de las instituciones encargadas de velar por el buen funcionamiento de nuestro sistema financiero.

También, la crisis de BANINTER, al igual que la de los EEUU, fue incubada durante un periodo largo de tiempo, que en el caso dominicano se estima en más de 12 años e involucra a más de 3 administraciones.Lo cierto es que mi gobierno fue el que menos responsabilidad tuvo en la creación de la crisis, pero el hecho de que la misma estallara durante mi mandato, no solo ha puesto a prueba la certeza de nuestras decisiones, sino que me ha obligado a cargar con todo el peso de la crisis. Se ha querido pasar por alto el hecho de que fue precisamente Leonel Fernández, el que más se benefició de ese desastre financiero, ya que no sólo permitió en su primera gestión levantar el cuestionado imperio de Baninter, sino que como un consultor legal en dicho banco recibía jugosos honorarios, llegando a emplear toda su energía para crear el pánico y responsabilizar a mi gobierno de la crisis bancaria del 2003.

Fue con ayuda de BANINTER que Leonel Fernández convirtió a su Fundación Global en un imperio financiero. Dinero del Estado, que jamás devolvió. Ese imperio, junto al creado con los fondos públicos, que gasta sin ningún escrúpulo, le ha permitido impunemente perpetuarse en el poder, violando la Constitución y las leyes de la Republica, corrompiendo a la oposición política y desmantelando la institucionalidad del Estado. Hoy, casi 6 años después de aquellos acontecimientos, veo los cientos de salvamentos bancarios en todo el mundo y escucho a los mandatarios de Estados Unidos, Alemania, Francia, Gran Bretaña, España, Italia, Bélgica, Holanda y de casi todo el globo terrestre, decir que harán todo lo que este a su alcance para salvar su sistema financiero y proteger a los depositantes. Repiten y hacen exactamente lo que yo dije e hice en el 2003.

Este desplome del sector financiero mundial nos ha llegado en un momento difícil y delicado. Es un asunto que trasciende cualquier interés político o partidista, sin importar de dónde venga. Pero no podemos pasar por alto que esa crisis se hace más peligrosa cuando el gobierno, que ha cargado de deudas, déficit y pobreza a la mayoría de los dominicanos, se niega a reconocer que la misma es una grave amenaza a la estabilidad y bienestar de nuestro pueblo.

Llama a indignación la terquedad e indiferencia con que esta administración asume la gravedad del entorno internacional y sus potenciales efectos en la economía dominicana.Viendo el acontecer internacional, no puedo negar que me siento más satisfecho que nunca de haber protegido el ahorro de 900 mil dominicanos, así como los miles de millones de pesos de fondos institucionales que garantizaron, pensiones, hipotecas, seguros, ONGs, iglesias, sindicatos y la mayoría de los pequeños y grandes negocios, que hubieran desaparecido de no haberse actuado con tiempo.
No fue una casualidad que el FMI, el Banco Mundial, el Tesoro de los Estados Unidos y cientos de expertos independientes, apoyaran sin reservas las decisiones tomadas por mi administración en aquella crisis del 2003.Decisiones, todas, que han sido ratificadas por nuestra Suprema Corte de Justicia y legitimadas como soluciones validadas a crisis similares, en las naciones de mayor desarrollo institucional del planeta.

Para finalizar, sólo quiero que los dominicanos observen una importante diferencia de lo que sucedió aquí con lo que sucede en los Estados Unidos.En ese país, a menos de treinta días de las elecciones presidenciales, los dos partidos y sus candidatos se pusieron de acuerdo para salvar los ahorros de los norteamericanos y del mundo. Aquí, en cambio, prevaleció un total canibalismo político, donde nuestros opositores, encabezados por el actual Presidente, auparon la crisis sin importarle lo que estaba en juego.

Frente a la presente crisis, mi posición es radicalmente diferente, porque jamás aprovecharía ni permitiría que ninguno de mis seguidores, por omisión o comisión, asuma posiciones que agraven la situación económica y financiera actual. Por el contrario, me permito hacer algunas recomendaciones con el único propósito de aportar mi granito de arena en este momento de dificultades. Estas recomendaciones son:

• Preparar un plan de contingencia que contenga una efectiva reducción del gasto público superfluo, incluyendo la posposición de proyectos de inversión a todas luces extemporáneos.

• Adoptar medidas monetarias que permitan la disminución de las tasas de interés.

• Designar un equipo económico con miembros de reconocida trayectoria profesional, que facilite la interacción con la sociedad civil, los partidos políticos y las organizaciones empresariales, a los fines de integrar al plan propuesto a los diferentes sectores de la nación.

• Ejecutar un programa que asegure la alimentación de la población y el abastecimiento de los bienes básicos que consume la mayoría de los dominicanos. Para ello hay que sanear las deudas con el sector productivo y relanzar un plan masivo de producción alimenticia.

• Diseñar una estrategia que proteja y eleve la competitividad de nuestra industria, el sector turístico y las zonas francas, incluyendo la protección de nuestro sistema financiero, al cual hay que conservar sano como se encuentra en estos momentos.

• Garantizar la asistencia social desde el Estado, a los sectores más necesitados, que la mayoría de las veces son las primeras víctimas de las crisis económicas.

• Posponer la discusión de la Reforma Constitucional para dirigir todos los esfuerzos del país a enfrentar los impactos de la crisis.

Fuente: Naciòn Dominicana.com

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