23 mayo, 2007

PIEDRA DE ESCANDALO

EDITORIAL DEL LISTIN DIARIO.

Las primeras indicaciones dejan boquiabierto a cualquiera, la Tesorerìa ha dejado de cobrar unos 141 mil millones de pesos, porque las facturas que soportan tales contribuciones han sido "canceladas" sin ningùn soporte justiticativo.

Una auditoría hecha por la Contraloría del Consejo Nacional de la Seguridad Social, develando oscuros manejos con los fondos que a los contribuyentes les han cobrado para asegurarles jubilaciones y pensiones, constituye una nueva piedra de escándalo en esta sociedad.Justo en el momento en que se debate la viabilidad del Seguro Familiar de la Salud, las revelaciones de la auditoría practicada a la Tesorería del Sistema Dominicano de Seguridad Social obligan a revisar profundamente, de arriba a abajo, el trabajo que por ley se les ha encomendado a las instituciones encargadas de garantizar ese régimen de seguridad a los ciudadanos.Las primeras indicaciones dejan boquiabierto a cualquiera. La Tesorería ha dejado de cobrar unos 141 mil millones de pesos, porque las facturas que soportan tales contribuciones han sido “canceladas” sin ningún soporte justificativo.Y se nos viene a decir ahora que los únicos 27 mil millones recaudados durante años representan apenas 15 por ciento del total facturado.Además, que a los fondos manejados por un solo banco-concentrador y que no son distribuidos, únicamente se les paga una tasa del 5 por ciento, más baja que las que usualmente pagan todos los bancos por esos depósitos, y que los intereses percibidos por esa colocación apenas llegan a un millón de pesos, porque el resto se ha gastado pagando al banco-concentrador los “gastos por comisión que generan” dichas operaciones.Estamos hablando de que virtualmente se han evaporado unos 141 mil millones de pesos del sistema contributivo, y alguien tiene que dar una explicación clara y verídica al país, especialmente a los contribuyentes, acerca del destino y uso de sus dineros.Algo también escandaloso tiene que ver con los pretextos argüidos en la auditoría en el sentido de que muchas graves fallas en el registro de esas contribuciones son atribuibles a problemas con el software o sistema electrónico, de costo multimillonario, adquirido para tales fines.Como se puede apreciar, estamos en presencia de uno de los mayores escándalos con el manejo de los recursos públicos de un país. Esta vez, con el dinero del pueblo, con el dinero que ha salido del sudor de los trabajadores y de la esperanza que en su rentabilidad han tenido quienes han pagado por años sus cuotas de la seguridad social, y nadie tiene derecho a jugar con la suerte, el futuro y la fe de un pueblo en un sistema que, todavía, ni arranca ni garantiza nada, y que ahora, para colmo, parece haber resultado una lastimosa engañifa para la mayoría.

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