El hombre, sabemos es en parte animal y es en parte tambièn planta vegetal, pero algo muy especial lo coloca por encima de esos seres, y los hace inferiores sujetàndolos a su voluntad.
Como los animales, el hombre siente y vive para sentir. Como las plantas, el hombre vive en medio de un proceso vegetativo continuo, pero hay algo decìamos que lo hace superior, y es la inteligencia.
Como los animales y las plantas son seres inferiores, cuando enferman, porque al estar vivos son proclives al quebranto y daño de la salud, se vuelcan en su ciega irracionalidad, a la madre natura. A ella que corte y sane a su modo.
El hombre. El hombre frente al dolor y a la enfermedad se perturba, atormenta y preocupa. La misma inteligencia que posee le sirve de acicate y no deja en reposo hasta encontrar su medicina.
De ahì ha surgido todo ese enorme proceso en el campo de la terapia para las enfermedades psico-somàticas. Ese inmenso asrsesal farmacològico y avanzadisima tecnologìa, y no digamos el vastisimo campo de anàlisis y biopsias que detectan al vuelo, con tiempo, cualquier enfermedad que podria hacerse irreversible.
Y no solo el hombre con su inteligencia y tenaz investigaciòn, ha resuelto un sinnumero de problemas tècnicos, en cirugia en el tratamiento de enfermedades, y sus diagnosis, en el uso, cada vez creciente de una famacopea màs y màs avanzada, sino que ademas ha sido capaz de prever la importancia y el cuidado del tratamiento medico en los hospitales.
La concepciòn moderana de un hospital està diametralmente opuesta a cualquier cosa que huela a hacinamiento, falta de higiene, malos tratos, carencia de medicinas y por ahì....
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