28 mayo, 2007

LA GRAN COCINA.........




El pasado domingo, recièn leì un artìculo en el "LISTIN DIARIO", que me pareciò de lo mas interesante, interesante y original porquè de estas cosas es muy poco lo que se dice, a pesar de su gran importancia, porque si ya tenemos una ciudad completamente contaminada y con un smog que trasciende los paràmetros permitidos, que no serà este nuevo ingrediente que maltrata aùn màs nuestro ya deteriorado ambiente...no, no, no tratarè el tema de las benditas palmas, esta vez es algo singular y del que muy poco se dice, decìa el autor- que ahora no recuerdo- de la cantidad de alimentos sin ninguna regla higiènica que se venden calle arriba y calle abajo por nuestra ciudad... y tiene toda la razòn en su denuncia y advertencia.


Nos preguntamos a tal fin, ha visto usted la real condiciòn de la ciudad de Santo Domingo, Primada de Amèrica?...¿Ha observado con detenimiento su aspecto lastimoso, sucio, repelente?...¿No le entristece ver a la primera ciudad que se fundo es esta Amèrica convertida en una gigantesca cocina?...Una señora cocina, con todas las de la ley.


No hay esquina de Santo Domingo, ni plaza pùblica donde no se se estè cocinando algo para vender. En enormes pailas humeantes vè usted por todos los sitios, de esta añosa ciudad mujeres y hombres preparando zazones, haciendo ensaladas, removiendo la carne guisada o el pollo con cucharones.


Mujeres y hombres y niños por igual. Fritos verdes con chicharrones o pollo al carbòn. Yaniqueques de las mas variadas formas, simples, o rellenos de queso, salami, vegetales. Con el humile yaniqueque se hacen "maravillas" donde quiera, pizzas. Donde sea, chimichurris.


Los hay que van vendiendo la comida en bateas. Para pasarlas al comprador las punchan con un tenedor. En esas bateas de aluminio pueden verse, salami frito, plàtano frito, una cosa rarìsima de cerdo, que ni se como se llama, pero un aspecto lastimoso y repugnante aunque parece ser que a muchos les gusta.


Ni que decir de los vendedores de queso de hoja con galletas. Los chicharroneros que a parte de tener sus puntos fijos tambièn van por las calles con grandes cajones grasosos ofertando su mercancìa de casa en casa.


La gran cocina de Amèrica se llama Santo Domingo a donde quiera que usted vaya. Donde sea que entre, vè usted y huele algo relativo al yantar en plena calle. En parques, Frente a los cines, ante los hospitales; este caso particular de las cocinas frente a los hospitales es particularmente riesgoso, porque aquì no hay higiene en los hospitales pùblicos, pero estamos en creer que hemos desarrollado anti-cuerpos especiales para autoprotegerse de tanta suciesa.


Como espacioso y sucìsimo comedor, que es toda la ciudad de Santo Domingo, tambièn se bebe en adundancia. El consumo de bebidas alcohòlicas es alarmante. No hay esquina con colmado donde no se saquen sillas afuera y se beba sobre todo los dias feriados en firme. Tambièn hay otras bebidas peligrosas, por la falta de higiene.


Esa es nuestra ciudad de hoy, un comedor al aire libre entre el fango de las cunetas, el polvo, los gases venenosos de los autos, los perros viralatas, las cucarachas y ratones. Hemos crecido urbanìsticamente sin estar adecuadamente desarrollados y ese es el mayùsculo desorden citadino que hay...

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