Desde hace dìas tengo un recorte del periòdico "Diario Libre", en su columnita "El Espìa", que me causò mucha gracia y lo comparto: leamos:
..."Si existia alguna duda de que los apagones son parte de nuestra identidad como paìs, ayer quedò despejada durante la conferencia que dictò Niky Fabiancic en la Casa San Pablo, puès un apagòn interrumpiò la actividad cuando el representante del PNUD enumeraba las cualidades del pàìs...
..."Este es un `paìs con gente ùnica". "Este es un paìs con grandes riquezas"...."Y DE APAGONES", se viò forzado a decir el extranjero, ante el aplauso de los presentes"....
riaaaannnnnnn.
Que chasco, pero es la pura realidad, vergüenza debe darnos, en honor a la verdad, a pesar de que ni cuenta nos damos cuando se va la luz, el inversor de inmediato conecta, y si acaso lo percibo es porque noto que la luz tiene mas voltaje, o sea mi inversor sirve màs que lo poco de energìa que pueda recibir... y los recibos al galope....
Por falta de mantenimiento las baterìas se secaron, llegò la estimable visita del apagon, tenìa la computadora prendida y el descalabro total, se daño el disco duro, ya saben lo que esto significa, compra de uno nuevo, reformateo, pèrdida de documentos, en fin el caos total para reiniciar de nuevo, muchas veces casi desde cero.....
Pero este es un problema que ha pasado de castaño a oscuro...¡Que vergüenza!, como ya dije, ni que nuestra media isla tuviera la extensiòn de Australia o Groenlandia. Un problemazo que ha creado el crecimiento poblacional con su secuela de nuevas demandas por la instalaciòn de industrias, sitios de diversiòn, tiendas, clìnicas y hospitales, viviendas, calles y avenidas, comunicaciòn radiada, televisada, escrita...y la lista se nos harìa demasiado extensa.
Ineficiencia. Descuido. Indolencia, incapacidad tècnica. Dejadez. De alguna de estas en especial, o de todas en general, adolece este espinoso asunto.
Se habla de echar para adelante el paìs y ni siquiera contamos con lo màs elemental; un servicio elèctrico seguro, estable y justo, a la hora de cantearse con el pago mensual.
Pero de lamentaciones estamos sobresaturados(as). Sobresaturados(as) principalmente aquellos que tienen menos suerte y los apagones son su pan de cada dìa, porque los piques y las molestias y las incertidumbre acaban con la paciencia de cualquiera, aùn mas con la enorme cantidad de planticas elèctricas particulares que cines, restaurantes, tiendas, oficinas privadas, clìnicas y hospitales e incluso residencias particulares poseen para seguir activos cuado todo se paraliza al fuetazo implacable del eterno apagon.
Este es un problema que tiene al borde del infarto a los pequeños y grandes industriales. Es un problema que desdice de la Naciòn dominicana. Somos pobres, que duda cabe, pero no al extremo de que la gran mayorìa de las clases mas necesitadas tengan que desempolvar las làmparas de gas y las jumiadoras de las abuelas para ver de noche...
No hay comentarios:
Publicar un comentario