14 mayo, 2010

LA CARGA DE SER EL UNICO SOBREVIVIENTE......

Nadie puede prever las secuelas psicológicas de Ruben van Assouw


Las autoridades no pueden explicarse cómo sobrevivió Ruben.


Familiares de pasajeros del siniestro en islas Comoras rindieron un tributo a las víctimas.


BBC Mundo

Las autoridades no pueden explicarse cómo sobrevivió Ruben.

El niño holandés de 10 años, Ruben van Assouw, siempre será conocido como el "único sobreviviente" de la tragedia aérea de Afriqiya Airways ocurrida en Libia esta semana.
Pocos son los que se han salvado de un desastre cuando el resto del grupo perece pero, ¿cómo superan esa carga durante el resto de sus vidas?

Ruben van Assouw fue el único pasajero que sobrevivió cuando el Airubs 330 se desintegró durante una maniobra de aterrizaje en Trípoli.
Ruben, de quien se cree viajaba con sus padres, se recupera en un hospital de la capital libia.

Recuperando la vida
Su experiencia ya está siendo descrita como un "milagro", recordando lo ocurrido con Baya Bakari, una colegiala parisina de 13 años.

En junio 2009, fue la única sobreviviente del vuelo de Yemenia Airways que se estrelló en el océano Índico cerca de las islas Comoras, matando 152 personas.
Familiares de pasajeros del siniestro en islas Comoras rindieron un tributo a las víctimas.
La supervivencia de Baya es considerada como uno de los escapes más espectaculares en la historia de la aviación.

Antes de ella, solo se habían registrado 12 casos de supervivencia única en accidentes de aerolíneas comerciales desde 1970, según el sitio Airsafe.com. Dos terceras partes de estos fueron tripulantes o niños.

En un relato detallado de la tragedia, la joven recuerda estar aferrada a un pedazo de metal flotando en el mar y que no se dio cuenta de que había estado en un accidente hasta que la llevaron al hospital y le informaron que su madre había muerto.

"Empecé a comprender la horrorosa realidad", escribió después.
"Todos los pasajeros, el piloto y la tripulación habían se habían caído del avión. Mami también, como yo, seguramente cayó al lado mio".
Hoy en día Baya vive con su padre en un suburbio de París. Sus memorias fueron publicadas el pasado enero y se reporta que intenta recuperar la normalidad de la vida como colegiala.

Amarrada a la silla
Juliane Kopcke, que a los 17 fue la única de 92 personas en salvarse de un siniestro, conoce muy bien lo que es revivir constantemente el incidente.
Hace casi 40 años tuvo una caída libre de más de 3 kilómetros cuando el avión en que viajaba se rompió en el aire sobre la Amazonía peruana.

Cuando cayó a tierra, todavía iba amarrada con el cinturón de seguridad a su silla. A pesar de tener la clavícula rota y otras lesiones, deambuló nueve días por la selva hasta encontrar ayuda.

Es muy doloroso, uno se siente culpable, aun cuando lo que sucedió no es culpa de uno

Juliane Kopcke

Hace un año habló con Ray Furlong de la BBC, al que le explicó que cada vez que ocurre una tragedia le trae recuerdos de lo que le pasó a ella.

"Pienso mucho en eso, particularmente cuando hay un choque aéreo", afirmó. "Pero también a otras horas. Esa experiencia me persigue a donde quiera que vaya".
Uno de los aspectos más difíciles es la sensación de no ser digna de supervivencia. En dos documentales que se han realizado sobre su caso, Juliane describió la sensación de culpabilidad de ser la única sobreviviente cuando caminaba por la selva.

"No era tanto el que no pudiera hablar con nadie, pero que yo había sobrevivido y el resto tuvo que morir. No me puedo sacar eso de la cabeza", dijo.

"¿Por qué, por qué yo? Es muy doloroso -uno se siente culpable- aun cuando lo que sucedió no es culpa de uno. Es un verdadero problema".

La psicóloga Trisha McCaffery explicó a la BBC que existen esas reacciones emocionales entre sobrevivientes, pero que cada individuo tiene su manera de ajustarse a la tragedia.

"Ruben tendrá remembranzas súbitas donde recordará el miedo a medida que crece. Pero no se sentirá necesariamente culpable", aseguró.

"Se va a sentir triste y, dependiendo de cómo se lo explican, podría ayudar a que entienda que no tuvo nada que ver con el accidente y tampoco responsabilidad alguna".

Silencio
Nadie puede prever las secuelas psicológicas de Ruben van Assouw.
El niño no solo tendrá que ajustarse al trauma del accidente, sino hacerlo sin el apoyo de quienes velaban por él.

Muchos quieren hablar del incidente poco después de que sucede, comenta la psicóloga, pero Cecelia Cichan, la única sobreviviente de una tragedia ocurrida hace 23 años, no se ha expresado públicamente.

De pequeña viajaba con sus padres y hermano cuando la nave se estrelló poco después de despegar del aeropuerto Metropolitano de Detroit, EE.UU., en 1987: 155 pasajeros y tripulantes, así como dos personas en tierra, murieron.
Su historia cautivó la atención en el mundo entero, pero sus tíos que se encargaron de su crianza la protegieron férreamente contra la publicidad.

La doctora McCaffery señala que esto es crucial en casos de niños pequeños.

"Los medios pueden ser muy intrusos y -desde la perspectiva de un menor- que extraños se le estén acercando para hacerles preguntas puede causar mucho temor".

La historia de Ruben van Assouw también le ha dado la vuelta al mundo. Se espera que tendrá una completa recuperación, pero pocos podrán prever las secuelas psicológicas que acarreará durante su vida.



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