La Repùblica Dominicana no se fundò para quedarse varada en el tiempo, aunque sin lugar a dudas va evolucionando màs positivamente que negativamente, que no nos quepa la menor duda. No se fundò la Repùblica Dominicana para quedar entrampada por los siglos de los siglos, en la incertidumbre imbècil de ser o no ser, sòlo propia de los pueblos demasiado primitivos o indolentes.
No se hizo realidad su proclamaciòn, ni para quedar atrapada entre los dedos paternalistas de un hombre, ni en los cantos de sirena de plataformas polìticas partidistas, que jamàs cuajan, ni en las sutiles y venenosas redes de las ideologias que en tiempos ya superados llegaron a embelesar, la Repùblica Dominicana no puede perderse en el laberinto de sus propias ilusiones, ni mucho menos aùn en sus legales sueños de grandeza.
Aunque hemos dado muestras de sobra de saber generar liderazgo, al final de las tinieblas siempre se ha encontrado la luz, en la cima de la màs rocosa y empinado subida se ha encontrado la ancha y umbrosa meseta.
Creemos es el momento propicio mediante las elecciones que se avecinan, hacernos sentir como pueblo digno y merecedor de mejor suerte, NO AL ABSTENCIONISMO, ya que como dominicanos, todos estamos en el deber de votar y hacer valer nuestro voto, no mas vuelta al pasado, sabemos que el camino es largo y tormentoso, pero con el tiempo llegaremos a ser un paìs ordenado y respetuoso de sus leyes, libre de todos los males que nos impiden desarrollarnos, cosa que ha pasado en todos los gobiernos.
El que tropieza y no se cae adelanta el paso, es lo que esperamos, ya que la coyuntura actual pone al Partido de la Liberaciòn Dominicana, en una buena posiciòn para lograr sus objetivos y darnos el gobierno que los dominicanos aùn estamos esperando.
No se puede negar que hemos pasado por momentos tristes y desoladores, los principales culpables son precisamente los lìderes de los partidos, sean de donde sean, que no llegan a comprender que es la hora de poner punto final a sus actuaciones desalmadas, tratando de poner obstàculos para el el buen desenvolvimiento de las pròximas elecciones, en vez de estar cooperando y tratando de que todo salga bien para el bienestar de nuestro pueblo.
Habrà que ver lo que sucederà en estas elecciones que se avecinan y que ya casi tenemos al doblar de la esquina, los sondeos de opiniòn han sido publicados en la prensa y esto ha traìdo una verdadera orgìa de descontentos, denuncias, por esto, por aquello, por lo demàs allà, o màs acà.
Los lìderes no se hacen de un dìa para otro, y lamentablemente al momento no tenemos ningùn lìder polìtico que pueda aglutinar en su entorno la mayorìa absoluta para ganar unas elecciones en la primera vuelta, aunque el actual mandatario se perfila como un gran lìder de masas, todavìa le falta su tiempo, si eso es èl que serà aquellos que quieren a la fuerza ganar a base de bravuconadas y amenazas.
Votemos con conciencia y la razòn que nos permita darnos cuenta de una buena vez que los cambios necesarios que necesitan nuestros pueblos obligatoriamente tienen que emerger de los nuevos liderazgos, cansados como estamos de las mismas caras, de los progamas incumplidos, de las promesas insatisfechas y que a la hora de nones no han sabido responder a su pueblo, que tal parece se las llevò el viento y en cosencuencia volaron tan altas que no pudieron alcansarlas para ponerlas en pràctica.
El pueblo segùn las encuestas parece que le darà una oportunidad mas al actual Presidente, porque està consciente que es el mal menor para esta època de calamidades mundiales en la que ningùn paìs del mundo està libre de padecer.
Por lo tanto se espera que de ganar el PLD respondan a los retos y las necesidades de un pueblo que ansìa grandes cosas de ese gobierno, un gobierno para el futuro, un gobierno para la modernidad, un gobierno que deberà enfrentar y de hecho està enfrentando las innovaciones que surgen en la vida de los pueblos como consecuencia de que el tiempo no se detiene y sigue su agitado curso.
Le daremos esa nueva oportunidad al Presidente, por lo tanto NO AL ABSTENCIONISMO, para que podamos seguir por el camino de este nuevo siglo, en el que todos esperamos soluciones definitivas y adecuadas a las necesidades que seràn demandadas por las nuevas generaciones, que a la par con los nuevos tiempos tendrán que cambiar definitivamente las estructuras sociales y econòmicas de nuestra naciòn.
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