20 abril, 2007

Nuestras prioridades


Segùn pudimos observar, la reciente Encuesta de la Gallup-HOY, no deja bien parado al gobierno en cuanto al dispendio que lo caracteriza con los recursos del estado, que deberìan ser dirigidos a otras prioridades mas perentorias, pero como sabemos o muchos suponen, el dichoso metro es en gran parte el causante de que estos recursos sean desviados dejando al sector salud, envejecientes, educaciòn, asì como otros no menos importantes, sin los emolumentos que necesitan para llevar a cabo y mejorar su desempeño.

No hay dudas que el deterioro social tiene un lìmite, cuando se pasa el lìmite el caos y la confusiòn es de tal naturaleza que se impone, a toda costa un mayor coraje y decisiòn para enfrentarlos, no con paños tibios como està sucediendo.


En eso no hay dudas, Ni se tejan ilusiones. Se està en el deterioro total y sin una rectificaciòn rapidìsima y firme nos luce el futuro algo incierto. Demasiado color apagòn y agua sucia, tal se le viene sirviendo, como es mala costumbre ya, a la ciudadania desde siempre, no de ahora. No es aconsejable ser tan pesimista, pero la realidad no es para menos.

Los politòlogos y sociòlogos lo saben. Tanto en teorìa como en praxis, todo orden polìtico exige una escala de prioridades.

Unas cosas van delante. Otras vienen despuès.

Delante van o deben ir los servicios bàsicos de la comunidad nacional. De la familia dominicana.

Luz (energìa elèctrica), agua, alimentaciòn, salud, transporte, vivienda, educaciòn. Contamos siete. Siete para empezar. Elementales. Esenciales. Sin ellas en funciòn es una perogrullada hablar de desarrollo y mucho menos embarcarse en la construcciòn de un metro. Se podrà hablar de crecimiento, jamàs de desarollo. Y todavìa dicen algunos que estamos en vias de desarrollo.

Lo monumental, ni es desarrollo, ni es progreso. Es faraonismo. Es la eterna comparonerìa del pobre llevada a su deprimente-màxima expresiòn.

Es una pena que ese ciclopeo despliegue de dineros y trabajo humano que se està, a manos llenas, derrochando en obras suntuosas se haga justamente cuando pasa el paìs por una de sus màs graves y profundas crisis por la carencia de cosas elementabilìsimas.

Si no se pueden resolver las dos cosas a la vez: servicios bàsicos y obras suntuarias, entonces que se comienze por los servicios bàsicos. Se arranque por ahì en firme que lo otro llegarà a su debido tiempo.

El enfermo no necesita una cama bonita, ni sàbanas de seda fina, sinò MEDICINAS efectivas, aunque dolorosas...y despuès de sanado que vengan las sàbanas de Holanda, las camas de espaldares recamados, el perfume, el lujo......


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