Ahì lo tenemos, lo vaticinamos harà ya cierto tiempo, y asì como un evangelio lo estamos viendo en nuestra cotidianidad polìtica, en nuestro dìa a dìa y nuestros tirijalas electoreros, esta vez por la pre-candidatura para terciarse la ñoña...Leonel no quiere salir....y Danilo quiere entrar....es señores que el poder no se cede asì tan por asì, sin pelearlo, sinò recuerden esos 22 años de Balaguer...se mantuvo en base a su sagacidad y sobre todo por su astucia y esto sin ganar nunca unas elecciones sin que el fraude hiciera acto de presencia, todas las elecciones que "ganò" en consecuencia eran fraudulentas, el se las averiguaba y quièn sabrà como era que siempre quedaba bien para la foto, todo era cuestiòn de conservar ese poder que amaba sobre todas las cosas de la vida, ese binomio existencial; ser=poder.
El Poder. La altura del Poder. El poder del Poder. El poder hacer y deshacer. El poder decir, con el Poder en las manos, y decidir, ordenar, trasladar, quitar, poder. Fantàstico el Poder!...El Poder que dà un boche y desautoriza prestancia, al que tiene la fortuna, de aunque sea una alusiòn de ese Poder, recibir.
El Poder es dominio real sobre cosas, animales y personas. El Poder es imperio sobre voluntades, por reacias y levantiscas que estas sean. El poder es potestad, porque es dinero, y el dinero lo mueve todo, lo transforma todo, lo cambia todo a su antojo.
El Poder es mando efectivo. Es facultad dominante. Es autoridad, ¡ y que autoridad!....La que no se doblega jamàs....La que no se anda con remilgos...La que asì cambie la tierra su curso en el espacio, no cede, en lo que cree que no debe cerder por nada. El Poder es autoridad. El Poder es jurisdiccional, que duda cabe, sabe sobre quienes se ejerce y hasta donde llegan sus atribuciones que son casi ilimitadas.
Es difìcil encontrar un hombre que no ame el Poder, y si es polìtico màs. Es tambien difìcil encontrar quien no le tema.
El Poder va envuelto en un aura de misterio. Los enanos y microbios que lo rodean se sienten avallados por el torrente impetuoso que corre por las venas del Poder. Se sienten consternados por sus palabras de trueno, como la de un Dios del Olimpo, que dicen los labios y la lengua del Poder; aunque hable tan bajito que apenas se le oiga. Justamente en esto radica no de sus mayores placeres, no tiene casi ni que hablar. Sus màs mìnimas ideas o cambio de parecer, son captadas por los autòmatas que lo rodean, al vuelo.
Que grande y que terrible es el Poder, Arrastra...Hipnotiza...Cautiva...A medida pasan los años el deposisitario del Poder lo ama mas.
El hombre y su poderìo son ya una sola cosa, y dà miedo. No se sabe donde comienza una y termina el otro; y donde empieza el otro y termina uno. No podemos decir "aquì està el hombre, ¡encontrè al hombre!....¡Aquì està el Poder!....Ya puedo distinguirlos; no. Tenemos que conformarmos de por vida a ver esa eterna simbiosis, interminable, aunque liberal, democràtica al estilo de los paìses subdesarrollados y atrasados polìticamente como el nuestro, y nada tirànica, al estilo de los grandes dictadores y sàtrapas. Nada de eso.
¡Ah Poder que amarra!...Poder que enamora...Poder que cautiva corazones y sòlo uno, como excepciòn entre los demàs, puede disfrutarlo para la identificaciòn de si propio y se supone que para bien de los pobres.... esperemos puès....
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