10 noviembre, 2008

CIERRE DE GUANTÀNAMO, OTRO RETO PARA OBAMA...

Analistas aseguran que en EUA el cierre de la polémica prisión estadounidense será difícil de concretar para el sucesor de la administración Bush. Agencias mundo@laprensa.com.sv

Fecha de actualización: 11/10/2008
“Como presidente cerraré Guantánamo”, afirmó en 2007 de forma categórica Barack Obama. También dijo que quería acabar con los polémicos tribunales militares extraordinarios creados para juzgar a los sospechosos de terrorismo recluidos en la base estadounidense en Cuba y volver a hacer que el país actúe según la Convención de Ginebra sobre los prisioneros de guerra.
Además aseguró que quería acabar con los métodos de interrogatorio secretos, calificados como tortura en todos los países democráticos, no solo en EUA.

Obama dijo que su país tenía que volver a ser el “faro” de la libertad y los derechos humanos. Pero esa meta que le honra, no resultará fácil hacerla realidad, ya que Bush le deja un legado complicado, según expertos.

La prisión en la base militar estadounidense de Guantánamo es considerada hace tiempo como una vergüenza que mancilla el nombre de EUA. Se ha convertido en sinónimo de la decepción mundial que causó un país que se proclamó como líder en derechos humanos, y que criticó y enseñó a otras naciones en este ámbito.

Hasta en Washington se extendió en los últimos tiempos la visión de que había que cerrar la prisión, especialmente tras varios fallos procesales en el tira y encoje sobre el trato a los presos. Sobre todo la sentencia de la Corte Suprema de Justicia en junio pasado dejó claro a todo el mundo que el Gobierno de EUA, con el apoyo del Congreso, fue demasiado lejos en su lucha contra el terrorismo.

La sentencia reconocía a los presos, que se encuentran en un limbo legal, el derecho a impugnar su régimen de prisión ante instancias civiles estadounidenses.
Ahora Obama tiene en sus manos la tarea de hacer valer el orden legal y con ello conseguir que su país vuelva a ganar el reconocimiento como una nación que respeta los derechos humanos.
A ello podría contribuir la mayoría demócrata en el Congreso, que podría dar estabilidad al futuro inquilino de la Casa Blanca.

El dilema
Sin embargo, agregan los expertos, Obama pronto descubrirá que el gobierno de Bush tan solo quería trasladar a su sucesor la tarea de encontrar una solución a un problema difícil.
Unos 80 de los 250 presos en Guantánamo comparecerán ante un tribunal militar tal como figura en los planes. Seguramente con Obama serán procesados ante tribunales civiles o cortes militares ordinarias en EUA.

Pero el principal problema para Bush y su sucesor son los 120 sospechosos de terrorismo, calificados por el actual gobierno como peligrosos, pero quienes no pueden ser acusados por falta de pruebas. Según las normas democráticas, tendrían que ser puestos en libertad, pero ¿qué hacer con ellos?”.

El actual secretario de Defensa, Robert Gates, conoce el problema y es parte de los que abogan por el cierre de Guantánamo porque considera que daña la imagen de EUA. Desde que asumió el cargo ha buscado países que acojan unos 50 presos que, según los planes estadounidenses, deberían ser liberados ahora, pero en sus países podrían ser sometidos a tortura.

Sin embargo, según ha lamentado reiteradamente el Pentágono, nadie quiere a estas personas.
¿Será ahora EUA el que acoja a los ex presos de Guantánamo? Obama pronto enfrentará los retos de poner en marcha todo su entusiasta programa de cambio.

Cinco grandes grupos defensores de derechos humanos realizarán un llamado conjunto el lunes a los gobiernos europeos para que ayuden a Obama y ofrezcan un país a los presos que sean liberados. Tras años de señalar a EUA con el dedo, ahora Europa tendrá también que implicarse.


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