10 noviembre, 2008

ASI VIVIERON LOS CUBANOS LA LLEGADA DEL CICLON....

Las calles de la Habana estaban desiertas horas antes de que llegara el ciclòn (Foto E.R.)
Esperando a 'Paloma'
La televisión ha emitido a tiempo real información precisa de la evolución del viento
Tras la fase de alarma ciclónica se llevaron a cabo las labores de prevención
'Consigue los cartones y las tablillas para apuntalar las ventanas', 've a por conservas'

Actualizado lunes 10/11/2008 01:34 (CET)

ESMERALDA ROJO
LA HABANA (CUBA).- El jueves llegó a casa con la noticia. "Prepárense, este domingo viene un nuevo ciclón". "Hay Dios mío, otra vez, no. No quiero ni pensarlo, no voy a poder dormir en todos estos días", contestó angustiada su mujer. La voz de alarma sonó en la familia Quesada con cuatro días de antelación. Igual que en toda Cuba. Cuatro días en los que el flujo de información ha sido constante y las tareas de emergencia y evacuación se han ejecutado al milímetro. Nada quedó al azar.

Esta vez los Quesada se salvaron: el huracán 'Paloma' no atravesó su Habana natal. Si arrasó, con fuerza, la provincia de Camagüey y sus aledañas, donde cerca de un millón de personas, según datos oficiales, tuvieron que ser evacuadas.

El jueves, cuando se tuvo conocimiento de su existencia, 'Paloma' no pasaba de ser una tormenta tropical. Sin embargo, el imaginario colectivo de los cubanos, muy castigados esta temporada ciclónica por el paso de 'Gustav' y 'Ike' –que dejaron pérdidas valoradas en 8.000 millones de dólares, según datos del Gobierno cubano- sabía que podía evolucionar a peor. Comenzaron entonces las tareas de prevención.

"Ve a comprar conservas que aguanten unos días", "consigue los cartones y las tablillas para apuntalar las ventanas", "lavemos ahora la ropa, no sabemos cuándo se irá la electricidad", "guarda todas las plantas de la terraza" eran algunas de las consignas que el matrimonio Quesada dirigía a sus hijos. Todo ello, sin perder de vista el televisor, elemento fundamental en estos días de incertidumbre.

Informados al detalle
Y es que la televisión cubana ha emitido a tiempo real información muy precisa de la evolución del ciclón. Así, el viernes a mediodía ya se sabía que estaba rozando la categoría 2 y que peligraban las regiones centrales y orientales del país. "¿Perderá fuerza antes o después de llegar a Cuba? No lo sabemos, pero es mejor esperar lo peor y estar prevenidos", especulaba, desde el Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología, el doctor José Rubiera, toda una eminencia en la isla y la voz más escuchada estos días.

A continuación, llegaban los consejos de Protección Civil: 'No cruce ríos ni lagos', 'No toque cables cortados', 'Acuda a los sitios seguros de evacuación'... Todos los cubanos estaban ya sobre aviso. El sábado, al despertar, se encontraron con un cielo plomizo, preludio de fuertes de lluvias, y con que sus peores temores se habían materializado: 'Paloma' tenía ya categoría 4 (sobre una escala de 5) y se movía a 215 km/hora. Tocaría tierra la noche del sábado en algún punto entre las provincias de Camagüey y Granma.

Por primera vez en dos días, los Quesada respiraron tranquilos; el viento daba una tregua a La Habana. No ocurría lo mismo con las provincias orientales de la isla, donde las autoridades declararon la fase de alarma ciclónica. Sus habitantes no habían terminado todavía la reconstrucción de los destrozos que dejaron 'Gustav' y 'Ike' cuando se encontraron, una vez más, recogiendo sus enseres rumbo a una nueva evacuación. A lo largo del sábado, más de un millón de personas, turistas incluidos, tuvieron que marcharse hacia los centros habilitados para pasar una noche segura, mientras las brigadas de trabajo recogían los cultivos que pudieran aprovecharse y garantizaban el suministro eléctrico. Además, se estableció una férrea vigilancia en los embalses para evitar desbordamientos y se suspendió el transporte nacional.

Todos se temían lo peor. El propio Fidel Castro hizo público este temor en sus 'reflexiones', publicadas en la prensa bajo el título de 'El tercer huracán'. "Cultivos cuyos frutos se esperaban pronto volverán a perderse", "otra vez las familias que esperaban materiales para reconstruir sus viviendas volverán a vivir la misma experiencia", "volveremos a rechazar la ayuda de EEUU, lo que demanda nuestro pueblo es que cese el bloqueo", eran algunas de sus afirmaciones.

Finalmente, 'Paloma' impactó a las 19.00 horas del sábado en el poblado de Santa Cruz del Sur, en la costa de Camagüey, el mismo lugar que 76 años antes había padecido otro huracán, el llamado Ciclón del 32, que se cobró 3.000 vidas humanas.

Esta vez el recuento es mucho menos trágico: tras tocar tierra, 'Paloma' fue perdiendo intensidad y volvió a salir al mar. No dejó víctimas, aunque al amanecer del domingo los cubanos se han desayunado con impactantes imágenes en la televisión: casas derrumbadas, cultivos arrasados, tendidos eléctricos por los suelos... Ya lo habían visto con 'Gustav' y con 'Ike'. Es la tercera vez que padecen los envites del viento esta temporada.

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