07 julio, 2008

EL PETROLEO...LA MADRE DE TODAS LAS BATALLAS...

(IAR Noticias) 07-Julio-08
El desarrollo de cada país dependerá en gran medida de la adopción de políticas adecuadas en materia de energía.
Por Ricardo Arriazu - Clarín

El precio mundial del petróleo alcanzó el pasado viernes su máximo valor histórico (145 dólares por barril), incrementando quince veces su valor de pocos años atrás. Este aumento fue acompañado por precios de productos agrícolas y de metales que también alcanzaron sus máximos valores históricos. Estos acontecimientos han generado tensiones económicas y presiones inflacionarias, afectado en forma significativa la estructura económica mundial y la distribución de la riqueza entre las naciones. Nuestro país ha sido beneficiado por estas subas, aunque las transferencias de ingresos han generado también tensiones internas sectoriales.Los especialistas debaten intensamente acerca de los factores que explican estos desarrollos, y sobre sus efectos de largo plazo: ¿Están originados por limitaciones de oferta?; ¿Están explicados por incrementos de la demanda?; ¿Son un simple reflejo de la debilidad del dólar?; ¿Son el reflejo de actividades especulativas? Las respuestas a estos interrogantes no son simples pero ningún país puede ignorarlas; su desarrollo futuro dependerá en gran medida de la adopción de políticas adecuadas que las tomen en consideración.
El petróleo es una fuente de energía que ha dominado la economía y la geopolítica mundial desde fines del siglo XIX. Nuestras economías son totalmente dependientes de la disponibilidad de energía, la que en gran medida proviene de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón). Nuestras ciudades, y nuestro modo de vida, han sido radicalmente modificadas por la incorporación de maquinarias y equipos que nos transportan, nos aíslan del calor y del frío, nos entretienen y, en general, facilitan nuestras tareas. La posibilidad de una falta súbita de energía es un desvelo constante de muchos gobiernos por sus potenciales efectos devastadores tanto en lo económico como en lo social y lo político. Muchos conflictos bélicos del último siglo han estado, de manera directa o indirecta, asociados a temas energéticos.
Todo proceso de crecimiento económico está asociado a un uso creciente de energía. La intensidad de esta mayor demanda de energía varía en las distintas etapas de un proceso de desarrollo económico. Las etapas iniciales están siempre asociadas a un uso creciente de energía al permitir el acceso de una porción creciente de la población al confort asociado a las nuevas tecnologías. En esta etapa el consumo de energía por habitante crece en forma sostenida y la demanda total de energía crece a un ritmo más rápido que el de la producción. En las etapas más maduras el ritmo de crecimiento de la demanda se atenúa y se ubica por debajo del crecimiento de la producción. En algunos países desarrollados y con gran conciencia ecológica (como Suecia) el consumo por habitante muestra una continua tendencia declinante.Dejando de lado a los países productores de petróleo del Medio Oriente, el país con el mayor consumo de petróleo por habitante es Singapur (185 mil barriles por día por habitante), seguido de cerca por Canadá y los Estados Unidos (más de 70 mil barriles diarios), mientras que en el otro extremo el consumo más bajo se encuentra en la República Democrática del Congo con sólo 147 barriles.
Como es de esperar, China y la India muestran niveles intermedios de consumo por habitante (6 mil y 3 mil barriles diarios respectivamente). Esta tendencia, y el mayor ritmo relativo de crecimiento económico, explica que la demanda en China haya crecido en los últimos 7 años a un ritmo cinco veces superior al promedio mundial, al mismo tiempo que la demanda de los principales países europeos haya caído durante el mismo período. El propio ritmo de expansión de la demanda China también se ha reducido durante los últimos años, a pesar de que su consumo interno estaba muy subsidiado. La información disponible muestra que la demanda total de petróleo creció durante los últimos años a un ritmo constante (aunque a una tasa decreciente), a pesar que la demanda de los países desarrollados se redujo. La creciente demanda de los países emergentes compensó esta caída a pesar de que su ritmo de crecimiento no se aceleró. Los subsidios internos vigentes en muchos países explican en gran medida este comportamiento. La reducción de los inventarios mundiales de petróleo contribuyó de manera significativa a la reciente suba de precios. Estos inventarios están compuestos por tres categorías totalmente diferenciadas: los estratégicos gubernamentales, los de la industria, y los que se encuentran en tránsito entre puertos.
Muchos países consideran que una porción de esta información es "estratégica", por lo que la información pública no es totalmente confiable.La historia nos muestra que estas burbujas de precios fueron siempre seguidas de grandes bajas. Las advertencias de que "el petróleo se está agotando" existieron siempre, y nuevos descubrimientos las contradijeron. La cantidad de petróleo es finita y eventualmente se agotará, pero nadie conoce con certeza cuándo sucederá. Un viejo chiste venezolano señala que "el fin del mundo comenzará con un gran congestionamiento de tráfico en Caracas". Esta ironía enfatiza no sólo las características geográficas de la capital venezolana, sino también los efectos combinados de una abundancia de automotores y de combustible baratos.
En el otro extremo, la historia nos cuenta que Albert Speer, Ministro de Armamento y Producción Bélica de la Alemania nazi, llegó a la conclusión de que "el fin estaba cerca" cuando en una visita de inspección a Italia observó que 150 vehículos de guerra alemanes estaban siendo arrastrados por yuntas de bueyes ante la total falta de combustible. Estos dos ejemplos muestran tanto la importancia del petróleo como la relatividad de los argumentos cuando se evalúan los acontecimientos con una visión parcial. Parafraseando a Ortega y Gasset "yo soy yo y mi circunstancia".

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