17 julio, 2008

COMBUSTIBLES CAMBIAN LA VIDA A NICARAGÜENSES

La clase media nicaragüense está reduciendo de forma drástica su consumo. Profesionales que antes salían cada fin de semana con sus familias, han optado por quedarse en casa y limitar sus paseos. En los supermercados también han dejado de comprar algunos productos, hoy considerados de lujo debido a la crisis, los que sustituyen por otros más baratos

Por :Gisella Canales Ewest
Taxistas ganan menos
Aunque los conductores particulares sufren por los altos precios de los combustibles, éstos prefieren seguir “estirando” la billetera y continuar usando sus vehículos antes de usar taxis o autobuses, sobre todo por razones de seguridad.


El gremio de taxista vive mientras tanto una feroz competencia, porque sólo en Managua, donde la población estimada es de 1.5 millones de habitantes, hay alrededor de 11 mil taxis.
Llevamos menos alimento a nuestros hogares, es decir, aunque uno quiera cobrar lo que vale la carrera, siempre uno tiene que estar bajándole”, dice el taxista Alejandro Guardado, quien tiene 59 años y lleva una década trabajando como taxista.

Guardado explica que antes ganaba fácilmente hasta 400 córdobas por día, mientras que ahora con dificultad hace 150 córdobas.

El taxista Maycol Mayorga asegura que con los altos precios de los combustibles, usar taxi se ha vuelto un “lujo”. Según su experiencia, se ha reducido la cantidad de pasajeros.
“Antes se ganaba bastante, 600 y hasta 800 córdobas diarios, ahora no, con costo se llega a los 500 y trabajando ocho horas sin parar”, comentó.

“Nosotros (los taxistas) nos mantenemos parqueados aquí (en un centro comercial), porque para qué vamos a andar gastando gasolina de balde, si no hay pasajeros. Antes andaba en las calles, ahora tengo que estar parqueado para poder ganar”, afirmó.

Motos ganan mercado
En los últimos seis meses la venta de motocicletas ha incrementado casi el doble.
Hasta diciembre del 2007 en Nicaragua había un parque de motocicletas de 54 mil 742.
Según cifras suministradas por la Dirección Nacional de Tránsito, hasta junio del 2008 hay 11 mil 412 motocicletas más que en diciembre del 2007.

En el 2007 la cantidad de motocicletas aumentaron en 7 mil 297 con relación al año anterior.
Paradójicamente, pese al incremento de los combustibles, también ha incrementado de forma considerable el parque vehicular en general. En el 2007 hubo siete mil 700 automóviles más que en el 2006, y en lo que va del 2008, hay 12 mil 417 vehículos más que a diciembre del 2007.

Bendita tecnología
A manera de ahorro, más personas están optando por usar los servicios “en línea”, a través de los cuales pueden pagar tarjetas de crédito y servicios básicos. El doctor Luis Pastor González Vindell dice que “la mayoría de los pagos los hago por internet”, una forma de ahorrar porque le evita al ciudadano ir en su vehículo al banco.

Hace un año, la visitadora médica Michelle Suárez salía de paseo con su familia todos los fines de semana. Ahora sólo lo hace una vez al mes. El motivo del cambio en su rutina de esparcimiento es que ahora sus gastos son casi el doble que hace un año, y no porque su familia sea más numerosa o goce de más lujos; sino al contrario, porque los altos precios de los combustibles y el encarecimiento consecuente de otros productos no permiten que sus ingresos rindan para tanto, como las salidas semanales.

Esta mujer de 38 años cuenta que hace un año llenaba el tanque de su automóvil con 400 córdobas, mientras ahora tiene que desembolsarse por lo menos 800 para echar la misma cantidad de gasolina, y eso que, como ella dice, su vehículo es “ahorrativo”.

"Antes en mi casa se comía a diario carne, ahora vamos a buscar otro tipo de alimentos”, agregó a la serie de cambios que han ocasionado en su vida los altos precios de los combustibles, porque no sólo la gasolina se ha “disparado”, sino casi todos los productos básicos.
En una situación similar a la de Suárez está José Abraham Montealegre, de 32 años y gerente de terminales de una empresa de teléfonos, quien lamenta cuánto han aumentado los combustibles en los últimos doce meses. Según su experiencia, ante una situación así lo único que queda es abandonar los lujos.

CARRO COMPARTIDO PARA IR A LABORAR
El incremento promedio acumulado del precio del diesel es de 7.96 córdobas por litro, entre enero y julio de este año, mientras que los precios de las gasolinas súper y regular han subido 6.20 y 6.08 córdobas por litro, respectivamente, en el mismo período.

“Eso lo ves desde que vas al súper (mercado). Ves que ya no comprás ni la misma marca que comprabas antes, ni el mismo producto. Muchas veces tenés que comprar un producto sustituto. Tenés que agarrar lo más económico”, relata Montealegre.


Medidas de ahorro similares toma este ciudadano con el combustible. “Por ejemplo, yo me vengo a la oficina con mi cuñado, porque trabajamos aquí los dos, para ahorrar. Él vive cerca de mi casa y buscamos cómo venirnos en un solo carro, una semana el mío, una semana el suyo”, explicó.

Actualmente Montealegre gasta casi el doble que hace un año (tanto en combustible como en la canasta básica), debido a que hace un año, por ejemplo, el litro de gasolina rondaba los 18 córdobas (68 córdobas el galón), ocho córdobas menos por litro que ahora.

“Yo gasto en combustible como tres mil córdobas mensuales y en el carro de mi esposa son como dos mil 500. Yo vivo cerca del trabajo, pero para hacer diligencias en Managua se gasta mucho. Hace año y medio yo hacía mil córdobas de súper (a la semana) y sentía que estaba bien, y ahora está por dos mil, y eso que recortando”, agregó.

NO VEN OPCIÓN EN TRANSPORTE PÚBLICO
Pese a que el combustible mantiene su tendencia alcista, tanto Suárez como Montealegre manifestaron que prefieren seguir gastando en el combustible de sus vehículos, antes que recurrir a usar taxis o buses de transporte colectivo.

Sandra Moreno, de 25 años, quien trabaja como responsable de Recursos Humanos en el Instituto Nicaragüense de la Pesca y la Acuicultura, gasta ahora 600 córdobas semanales en combustible, 200 más que hace cuatro meses, pero prefiere seguir afrontando esa alza antes que usar otro medio de transporte, porque en los taxis “te cobran más y te viven robando, y en los buses ni se diga; entonces, te sale más seguro estar en tu carro, aunque gastés más”.
“Si tuviéramos un buen sistema de transporte yo parqueo mi carro, si fuera un sistema eficiente, pero yo prefiero usar mi vehículo por temas de seguridad y de comodidad; uno de repente puede pagar la comodidad de tener su propio vehículo”
, añadió Montealegre, quien también considera desde hace un tiempo comprarse una “moto bonita” para ahorrar gastos de transporte.

REDUCE VIAJES FUERA DE MANAGUA
El odontólogo Luis Pastor González Vindell expresó que en su consultorio, Doctores González V., las quejas no dejan de escucharse. “En la clínica nos damos cuenta porque tenemos pacientes de todos los departamentos y aquí se oyen los comentarios, como que antes para venir a Managua gastaban 500 córdobas de gasolina y ahora 800 ó 900”, relató.

Para él no es posible recurrir a otros medios de transporte, con el fin de ahorrar gastos, porque la mayor parte del uso de su vehículo es por actividades relacionadas con la clínica.
Para ahorrar, el doctor González ha optado por usar un solo vehículo y sólo para las actividades necesarias. Hace dos años, el doctor llenaba el tanque de su automóvil con 500 córdobas y ahora lo hace con 900, lo que le obliga a reducir sus viajes fuera de la capital.

“Básicamente se busca reducir todas las salidas y planificar mejor... Muchas cosas que están cerca, para las que antes ocupaba el vehículo, ahora las hago a pie. Hago ejercicio y ahorro gasolina”, precisó.

ADIÓS A LAS COMODIDADES
Los consultados concuerdan con que la situación creada por los altos precios de los combustibles no deja más remedio que recortar las comodidades, que antes eran normales y ahora se ven como lujos.

Sandra Moreno cuenta que ahora limita el uso de su vehículo al traslado de su casa al trabajo, y ya no sale a divertirse con la frecuencia que lo hacía antes.
En este aspecto, José Abraham Montealegre afirma que antes salía con su esposa todos los fines de semana, y ahora prefieren alquilar una película y quedarse en casa. “Uno lo primero que recorta son los gustos, y como la gasolina también te afecta en la casa, con la luz, ya no se usa casi el aire acondicionado. Lo primero que se va con esta crisis son las comodidades”, reflexiona.



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