14 julio, 2007

UNA FIESTA QUE VA PARA LARGO...

El escàndalo literario, la morbosidad si se quiere, surgidos a raìz de la puesta en circulaciòn del libro "La Fiesta del Chivo", de Mario Vargas LLosa, no tienen parangòn en los anales de la historia de nuestro paìs, para casos como estos.

En un paìs donde la lectura no es precisamente el pasatiempo predilecto, de buenas a primeras nos encontramos con que todo el mundo quiere leer el libro, que de por sì desatò mas de una interesante polèmica y de paso una fiebre por documentarnos mas profundamente de todo lo relacionado con la nefasta Era, a tal punto que son muchos los libros que fueron vendidos sobre el tema.
Debido a esta circunstancia fuimos de las que repasamos y buscamos libros acerca del tiranicidio, encontràndonos con algunos que tal vez fueron los primeros que salieran a la luz pùblica despùes de ocurrida la muerte de Trujillo, hecho que aùn apasiona a un gran segmento de la sociedad, en especial a nuestros jòvenes, de estos libros entre otros volvimos a leer lo que a nuestro juicio han sido dos de los mejores que se han escrito sobre el tema, uno, "Trujillo, la La muerte del Dictador". de Bernard Diederich,- el otro "Trujillo, la tràgica aventura del poder personal", de Roberto D. Crassweller.

Este libro nos señala en su Capìtulo XXXI, pag. 451, sobre la jugarreta que el destino les reservò a los principales personales de la trama, a tal punto que nos puso a reflexionar sobre el derrotero que hubiera tenido nuestra naciòn en caso de que el tiranicidio se hubiera llevado a cabo tal y como estaba planeado por los conjurados, habida cuenta de que en dicho Capìtulo se relata algo que llama sobremanera la atenciòn, es cuado se lee:..."Inmediatamente despùes de consumado el asesinato, los hombres del GRUPO DE ACCION no pudierron contactar con el General Romàn.( figura clave). La persona que, por fatal desgracia, llegò hasta èl fue el General Arturo Espaillat. Este se hallaba bebiendo en "El Pony", en la carretera de la costa, en el momento de producirse las descargas. Al oir a distancia los disparos de las armas de fuego, se dirigiò a toda prisa a ver a Romàn (Pupo). Este ùltimo hubiera estado acertado si allì mismo hubiese dado muerte a Espaillat; pero sus nervios le fallaron y acompañò a èste a la Fortaleza Ozama"...

Vargas LLosa en su libro nos narra esta parte con un estilo mas novelero, pero sin distorcionar la realidad de los hechos.

Estos primeros momentos que se convirtieron en cruciales y decisivos donde se debia actuar con precisiòn cronomètrica en los primeros pasos a dar, de manera que la parte asignada al GRUPO DE ACCION tuviera èxito, no hay dudas de que el destino jugò un papel impotante, ya que a partir de este hecho quedò señalado el devenir de nuestro paìs, al no ponerse en ejecuciòn la segunda parte del plan previsto y concebido para ejecutarse inmediatamente despùes de la muerte de Trujillo

Joaquìn Balaguer en su libro "Memorias de un Cortesano de la Era de Trujillo" , nos dice.."Mi creencia es que el destino es obra de las circunstancias y que el hombre es hijo de èstas....."La muerte del Mayor Cèsar Lora, ultimado por un marido celoso en las inmediaciones del puente sobre el Rìo Yaque, de Santiago, del dìa 23 de Febrero de 1924, diò lugar a que la direcciòn de la Guardia Nacional recayera en Trujillo. A esta primera circunstancia, obra del destino, se agregò la elecciòn a la Presidencia de la Repùblica en 1924, no de Francisco Josè Peynado como se esperaba, sino del General Horacio Vàsquez, contra todas las indicaciones de la lògica, hizo caso omiso en 1930, de las pruebas que le fueron ofrecidas por el Dr. Josè Dolores Alfonseca y por Josè Batlle, sobre la conspiraciòn urdida por Trujillo contra su règimen. La asociaciòn de esta serie de circunstancias prepararon el acceso de Trujillo al poder y varìan el curso de la historia dominicana"

De lo anterior se infiere que el destino ha incidido de manera determinante en momentos que se pueden considerar como cruciales para el devenir de nuestra naciòn, puès si como el dice el Dr. Balaguer en su libro asumiendo a que si el General Roman (PuPo) hubiera actuado conforme nos señala Crassweller en el suyo, cuando considera fatal la intervenciòn del General Espaillat, nos preguntamos si lo planificado para ser puesto en pràctica por el 2do. grupo de conjurados hubiese tenido èxito...¿Que hubiera pasado en nuestro paìs de ahì en adelante?...No serà acaso este hecho fortuito considerado como cosas del azar o del destino, lo que influyò determinante para cambiar el curso- nueva vez- de la historia dominicana.

Se considera que la presencia del General Espaillat en un lugar cercano a los hechos de esta memorable noche del tiranicidio, fue un obstàculo para que se llevara a feliz tèrmino las ejecutorias trazadas para el buen èxito del mismo. No seria acaso la asociaciòn de estas circunstancias lo que permitiò de una forma u otra que el Dr. Balaguer se instaurara e incidiera en forma tan determinante en la vida polìtica de nuestro paìs, a tal consecuacia que aùn pasados los 90 años seguìa todavìa incidiendo en un segmento del pueblo dominicano, por todas esas cosas de la vida parece ser que una vez mas el destino tuvo mucho que ver en este importante momento de nuestra historia.

De todas formas ha pasado el tiempo, y es mucho el camino que hemos tenido que recorrer a fin de llegar hacia la consecuciòn total de una democracia mas perfecta, muy a pesar del rio de sangre que corriò a todo lo largo y ancho de este paìs.

Hace algùn tiempo leìamos en uno de nuestros periòdicos matutinos..."que pese a tanto heroìsmo el trujillismo vive, estimando que los esfuerzos han valido la pena, pero todavia no se han cumplido con los objetivos socio-polìticos por los que lucharon los anti-trujillistas, ya que el trujillismo vive, no ha desaparecido del paìs".

Es de desear que los dias que discurren sean favorables para la consolidaciòn de nuestra democracia, esto lo decimos porque es bien sabido de todos que el dominicano no parece entender por la buena sino por la mala, bajo el signo ignominioso del miedo, del atropello, de la fuerza, ya que por la buena al imperio de la razòn y al fraternal entendimiento, es perder el tiempo, ya que si es asì el sistema es interpretado como falta de autoridad.

El domincano està por ese camino jugando con candela y se va a quemar. Tenemos que aprender a amar nuestra joven democracia, defenderla es justamente declarar la guerra al desorden, a que todo el mundo quiera hacer lo que le venga en ganas, si vamos en esa tònica, despuès no nos quejemos cuando el perinclito de San Cristòbal reaparezca montado en su brioso corcel buscando al general que quiera ponerse botas, entonces si que es verdad que esta fiesta seguirà para largo...

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