15 julio, 2007

"CONDEANDO"....



El Conde de ayer y el Conde peatonal de hoy acusan notables diferencias. Era el de ayer, digo ayer por las historias y los años de la lucha contra los remanentes del trujillato, y en tiempo de la guerra de abril, ...el de ayer sin duda era un Conde polìtico.

Calle Patria, Calle corazòn. Calle nervio de esta Primada de Amèrica.

Tenemos ahora otro Conde. La peatonalidad lo ha sacramentalizado, le ha impuesto otro caràcter. Todavìa se habla por sus esquinas de polìtica y de la asfixiante carestìa, pero que va, parece ser que no debe ser igual. Aquel viejo hervidero dejò de existir, todo pasa, todo transcurre y se esfuma, aquel punto de ebulliciòn pasional, fanàtico, medularmente polìtico colindante con el complot, el atentado y la guerrilla se evaporò.

El ambiente es màs frivolo. Las camisolas y los mahomas (¿?) ya no le dicen asì, super desteñidos de los adolecentes y jovenzuelos de hoy los jòvenes con una colita de pelo cayèndole sobre la nuca, ni vivieron el trujillato ni conocieron los bazukazos de la guerra de abril. Para ellos son historias conchoprimescas. Como lo son para nosotros, pero tenemos otra perspectiva de las cosas, que a veces cambian para mal, como lo fueron esas asonadas que nos cuentan nuestros amigos y parientes que sì vieron el cambio, la transformaciòn de la calle El Conde.

Ahora ir a la calle El Conde se le dice "CONDEAR", este nuevo verbo no se de quien saliò...pero es algo asì, Condear, caminar el Conde calle arriba, calle abajo...cuantas cosas se ven mi madre...ni contarlas....eso hay que verlo...

El motivo de lo antes expuesto es la llegada a mis manos del libro "SANTO DOMINGO DE AYER", Vida, Costumbres y Acontecimientos de Eduardo Matos Diaz, de la Editora Taller, año 1984.

Puès bien esta tarde sabatina, con un calor endemoniado decidimos un grupo de amigos ir a comer a la ciudad colonial, como es lògico despuès de unos vinillos y abundante comida salimos a CONDEAR...mi idea era llegarnos al parque Colòn, pero no pudo ser, un impertinente aguacero "aguò" mi sesiòn de fotos que tenia previsto tomar por todos esos edificios añejos de nuestra ciudad colonial, ni que fueran de azùcar estos amigos y amigas, enfilaron hacia el parqueo de la calle Josè Reyes y no hubo forma de poder continuar, aquì algunas de las fotos de edificios centenarios que aùn se conservan sin que fueran remodelados, excepto los negocios que existen en ellas, que desvirtúan por completo la belleza arquitectónica de sus balcones y su ingenieria imagino que del siglo 18 ò 19, ya desteñidos y en deplorable condiciones...

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