El tèrmino crisis, tan traìdo y llevado en estos dìas es una palabra castellana que tiene su origen en el verbo griego Kinein que significa para ellos juzgar.
Para nosotros reserva el sentido de la gran agudizaciòn de un mal de salud cuando se encuentra en la encrucijada de una evoluciòn bien sea para mejorar, o empeorar. La crisis es el punto medio entre la soluciòn de un grave problema o su empeoramiento definitivo.
La crisis de abastecimiento de agua està en su punto culminante, sin soluciòn a la vista, sòlo con paliativos de camiones y mas camiones, no se le ha dado mantenimiento a los grandes tanques de agua que surten a un gran nùmero de residentes de los barrios, y la crisis de los apagones es cosa de nunca acabar.
Como la sociedad dominicana presenta signos en su salud general nada halagadores, desde hace ya muchos años, justamente ahora ha entrado en crisis, esto es en "juicio" para que esas fuerzas misteriorsas y envolventes determinen sì habrà de entrar por el camino de una mejorìa creciente (ojalà), o un empeoramiento devastador.
Muchos son los renglones por los que la sociedad dominicana padece, e incluso ha hecho sus crisis, tambièn al igual que las mencionadas han hechos sus crisis, el azùcar, la salud, la educaciòn y muchos màs, pero el màs acuciante de todos y por que la crisis ha entrado, es el energètico.
De por sì ya la crisis estaba en piè y de manera grave pero su detonante final han sido muchos factores, que la gente comùn no entiende, y hemos entrado en un estado de crisis aguda, agudìsima si se quiere y su evoluciòn segùn se ha dicho sòlo tiene dos caminos o mejorarse todo o acabar de destruirlo todo.
La crisis no es la enfermedad nacional, es su juicio, su agudizaciòn extrema para bien o para mal. El asunto no està en salir de la crisis, sino como vamos a quedar despuès de ella.
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