DE POLITICA Y SUS COSAS....

El quehacer polìtico es en la Repùblica Dominicana una de las pasiones màs enraizadas.

El dominicano puede, en un momento dado, prescindir de lo que sea; de su romo, de su cafè, de la pelota, hasta del chisme banal, pero lo que es del politiqueo, eso nunca.

Aùn en los momentos de mayor represiòn, de las satrapìas que nos hemos gastado, el criollo ha sabido sacar su "aparte" en medio de la delaciòn y del terror, para criticar, hacer su chiste, tirar su pulla, cuando no hablar furiosamente, entre los suyos, contra el règimen imperante, lo que se debe hacer para desplazarlo, lo que se debe hacer despuès que estè desplazado.

Me cuentan que en tiempos del jefe se hablaba bajito, o con señas, o con nombres supuestos contra el jefe....Sòlo a los mayores, en contadas ocasiones hablaban con muchas reservas. Los muchachos candados en la boca..Con los extraños la cruz como al Diablo.

Y ahora en los tiempos presentes, ni que decir...durante el gobierno de Hipòlito vi horrores por Internet que eso no tiene parangòn, en los chistes subidos de tono..(¡Ah, la democracia!)... ahora ni se diga...las cosas que uno vè por Internet...del gobierno y sus ad-làteres es de espanto...(¡Ah...la democracia!...de nuevo)...Los You Tubes, los chistes...los cuentos...las fotos...es el pan nuestro de cada dìa...pero si analizamos bien...a Mr. Bush le va peor...ahì si hay tela por donde contar... y a lo mejor el ni cuenta se dà, de lo que dice el mundo entero, no sòlo su paìs, sinò el MUNDO ENTERO ... (Ah...la democracia)....

El dominicano desde siempre, siente la politica con una pasiòn entrañable. No somos los ùnicos. El fenòmeno se repite en otros paises de nuestra parecida condiciòn de sub-desarrollo.

¿Y en los paìses desarrollados? Tambien, pero con otra òptica. En ellos rara vez la gente que se mete a la polìtica lo hace para subir socialmente, o para usufructuar beneficios de exoneraciones, conseguir apartamentos o sencillamente enriquecerse desde una alta posiciòn administrativa.

En los paìses desarrollados se va a la polìtica por vocaciòn, en la mayorìa de los casos.

Al que haya que pagarle un sueldo por sus servicios, se le paga tranquilamente, y ya. Es su tiempo, sino tendrìa que ir a emplearse a otro sitio.

Entre nosotros la actividad politica està ensuciada y rebajada de categorìa. De arte que es, la han convertido en una grotesca artesanìa.

De ciencia, en una burda patraña, tan llena de hipocrèsìa y de mentiras que asquea.

Entiendo que es cierto, que en polìtica no se pueden decir las verdades mondas y lirondas, pero, tanta mentira francamente.

La polìtica en sì.. es luto y es fiesta.

Luto por los problemas que tiene que encarar. Fiesta, por las satisfacciones que acarrea, satisfacciones morales que en muchos casos son inmerecidas.

Por su naturaleza la polìtica es peligrosa. Mil acechanzas apuntan amenazantes hacia el lìder polìtico. Peligrosa por los enemigos, y doblemente peligrosa por los "amigos"

Tambièn, por su naturaleza es segura, sòlo para aquel que se ha enraizado en ella y ostenta posiciones cimeras que le exigen protecciòn y cuido fìsico.

El polìtico ayanta. Desdichadamente tiene que ayantar. El oficio lo exige, y lo exigen los gobernados que sòlo entienden a gusto el lenguaje de la mentira, de lo que en el fondo saben que no se va a realizar, como cosa de masoquistas y orates.

Pero tambien es capaz de decir la verdad. Desde el poder, acorralado por mil problemas y situaciones de conflicto gravìsimas, el polìtico tiene que cantearse con la verdad, como el de aquel polìtico Peruano que acosado por ominosas circunstancias puso las cartas boca arriba sobre la mesa y como quien diciendo, dijo: "señores, esto no funciona asì"....

Junto a la veracidad o mentira de los polìticos y la polìtica, van las luces y las sombras de este oficio de oficios.

En paìses como el nuestro marchando a trompezones hacia el encuentro de su propio desarrollo y justo medio, la polìtica no es lo que deberìa ser. Ni lo es ni puerde serlo. Donde es natural, como aquì que la gente quiere mejorar econòmica y socialmente, no hay camino màs expèdito y seguro que el de la politequerìa oportunista.

Es un verdadero callejòn sin salida...Una trampa...Una ratonera...Subirìa de altura la polìtica con la mejorìa econòmica general, y la mejorìa econòmica se diera, si mejora la politica....¿còmo zafarse del lazo?..

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