La cultura de la bomba no es tal. La cultura de la bomba es la sub-cultura por antonomasia. El primer ejèrcito que la usò entre sus aditamentos para hacer la guerra se creyò, de seguro, haber dado un gran paso hacia delante pero fuè hacia atràs.
La bomba se comenzò a usar en la prehistoria. No se fabricaban. Se recogìan al natural sobre la superficie de la tierra pues eran piedras. Tenian la ventaja, para el pitecántropo erecto y coetáneos, que podían dar de lejos. Al ser lanzadas daban y el agresor se mantenìa a distancia que era mejor que dar con el maso, que se lo podìan arrebatar a uno y devolverle palo por palo.
Los tiempos avanzaron y vemos que la bomba aparece, aunque todavia muda, a todo lo largo y ancho de la Edad Media. Era de dos tipos, de piedra como las usaban nuestros antepasados de la prehistoria. Enormes peñones de màrmol, u otro peñòn todavìa mas duro eran lanzados a las torres y altos techos almenados de los castillos; y las de metal, plomo o bronce hechos en forma de bola, algunas verdaderamente descomunales que aunque no explotaban, rompian y destrozaban, al ser lanzadas a velocidad con cañones o catapultas.
Andando el tiempo, sin precisar cuando exactamente, van apareciendo las bombas tal como las conocemos ahora, las de ruido, las fragmentarias, las de fuego, las de intoxicaciòn quìmica, las atòmicas en toda su innoble variedad.
Despuès de la primera Gran Guerra, y aùn màs, pasada la segunda, la cultura de la bomba, la locura de la bomba, la enfermedad de la bomba se apodera del sector esquizoide de la humanidad, y comenzaron a fabricarlas en privado, a llevarlas en bultos o paquetes anodinos y lo que es peor a dejarlas depositadas aquì y allà para sembrar el desasosiego y el terror.
El que pone una bomba, el que tira una bomba a lo loco, el que la deja con su reloj y todo para que explote a tal hora, ni tiene conciencia, ni es responsable, es solo un fanàtico y peligroso.
La bomba tiene dos cosas esenciales a su naturaleza, su capacidad destructiva, bueno, justamente para que destruya es que se fabrica: el estruendo que hace, por se se le llama bomba, arrancando de la palabra latina bombus que se traduce en romance por ruido. El ruido de una marcha fùnebre desafinada, demoledora.
Tambièn hay bombas de agua, bombas de oxigeno, bombas aspirantes e impelentes, bombas de gasolina para expendio de esta...y muchas màs que no nos interesan por ahora, las bombas que ahora nos ocupan y preocupan son por el estilo que se han dado por explosionar personas desaprensivas, antisociales de la mas baja ralea.
Ahora en estos precisos instantes estamos en unas de esas huelgas que esta vez la convoca "El Foro Social Alternativo", ya tiene su secuela de victimas, uno que las fabricaba en su hogar le explocionò y hoy se encuentra en estado de suma gravedad, otra que se lanzò a una guagua de una firma privada de transporte de pasajeros.
Nos preguntamos junto al pueblo sorprendido, ¿para què esas bombas?..Seguro que no va hacer para nada bueno. Esas bombas eran para usarlas durante la huelga convocada por el Foro Social Alternativo. Esas bombas eran para meter miedo. Esas bombas se pensaban usar en la huelga, quizàs sin el consentimiento de sus organizadores, que se sepa, pero estas bombas han hecho un enorme daño.
Què para que? ..Oh, para amedrentar...para asustar y aterrorizar...para forzar, a la mala y por vìas de la intimidaciòn acatar una huelga....Ahì tenemos las tres mujeres que iban a su trabajo y quedaron desfiguradas por una de esas bombas lanzadas al autobus que las transportaba, eso sucediò en una huelga anterior, las imàgenes tuvieron pasàndolas por T.V. los dìas anteriores a la huelga, y huelga decir, valga la redundancia, que sòlo las imàgenes de estas nobles mujeres hizo que muchas personas se quedaran en sus hogares por temor a ser vìctimas de estos actos de barbarie.
La sub-cultura de la bomba, es la sub-cultura de la subversiòn y anarquìa. Del desorden y del terror cosa que los dominicanos no debemos bajo ningùn concepto o alegato aceptar.
Se sabe que esta huelga tiene sus razones, pero las cosas, por el simple hecho de ser justas, no quiere decir que desde ya deban hacerse caiga quien caiga.
La sub-cultura de la bomba hace maleantes disfrazados de polìticos. Antinacionalistas disfrazados de patriotas. Malandrines de folletìn. No queremos esa bazofia, muy al contrario, aspiramos superar con firmeza y tranquilidad esta crisis y saber inteligentemente precaver las que vendran.
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