Nicolàs Maquiavelo, el Florentino por antonomasia de los cuatrocientos, el que revistiò con casulla bordada en oro la "camaleonidad" polìtico-històrica, elevándola de categoria y dàndole distinciòn. Lo que, en buenas y sinsceras, no son mas que actitudes, muchas veces deslenables en principio en los principes,- entièndase en el S.XX gobernantes despuès de Maquiavelo y gracias a èl, desde muchos siglos atràs, son arte de Estado. Saber gobernar. fino olfato polìtico, y demàs zarandajas, que aunque mal pesen, son ciertas.
Maquiavelo naciò en 1469 para ser mas precisas, y muriò cincuenta y ocho años despuès. En ese lapso de tiempo tuvo buenas y malas. El era mas bien un hombrecillo enjuto, de cara apergaminada y enteca nariz pronuncidada y grandes ojos vivaces y serenos, escrutadores y sagaces. Tuvo cinco hijos y escribiò mucho. Tiene libros sobre milicia y cabellerias. Tratados de historia, de moral, de la lengua. Obras de Teatro, pero de todas ellas, EL PRINCIPE, lo ha exaltado a la inmortalidad por siempre.
En el PRINCIPE, Maquiavelo, cuyo apellido ha pasado a ser sinònimo de astucia y felonia, exibe en todo su esplendor un estilo que caracteriza en primer lugar su profunda cultura, maestria y dominio. El la dedica al Màgnifico Lorenzo de Mèdicis, quien morirìa el mismo año del descubrimiento de Amèrica en 1492, y fuera un gran protector como ha trascendido històricamente, de las letras y las artes. EL PRINCIPE es una obra que exalta la razòn de ser del ESTADO Y SUS GOBERNANTES a regentarlo.
Como es de suponer, no puede esperarse que el Estado, que es el detentar del poder polìtico, econòmico y militar de un paìs, sea cosa tan simple como coser y endulzar el cafè.
La complejidad del acto gubernativo exige ASTUCIA, PRUDENCIA, SIMULACIÒN, APRIETE POR UN LADO, AFLOJE DEL OTRO, MENTIR Y DECIR LA VERDAD, SINIESTRITUD Y PATERNALISMO. (-que era ni mas ni menos lo que siempre hizo el Dr. Balaguer, y que todo este bagaje de equilibrismo polìtico, se lo llevò a la tumba, y hoy su partido se encuentre movièndose como un barco a la deriva, sin el lìder que emule a tan maravilloso polìtico, porque simple y llanamente no le interesò ni preparò a ninguno para que lo sustituyera, por eso hoy pretenden ser lo que lamentablemente NO SON)...
Puès bien siguiendo con este Maquiavelo, que tantos y tantos polìticos han querido aplicar sus argucias sin conseguirlo, porque para esto se requiere algo mas, algo interior, algo muy de uno y las circunstancias, no es cosa de quitate tù para ponerme yo.
Al buen gobernante, bueno en el sentido que SABE MANTENERSE EN EL PODER DURANTE EL TIEMPO ESTABLECIDO LEGALMENTE, o de por vida si le dà la gana y a la mala (son estas palabras de Maquiavelo), es evidente que no le conviene ser un energùmeno en cien por ciento, ningùn dictador de los duros de verdad tipo Trujillo, Pinochet, y otros, lo han sido, pero tampoco una tenue palomita, y Maquiavelo dà los consejos acertados para entonces, y resulta que ahora se aplican igual despuès de mas de cuatrocientos y màs años....EL PRINCIPE...NICOLAS DE MAQUIAVELO...
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1 comentario:
Gracias Carlos, ya verè el libro, te agradezco tu sugerencia..
Saludos...K
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