Se dice, y es asi, que la escuela es una cantera de formaciòn. Es el semillero del futuro de la patria. Es fragua. Es esperanza. Es vehìculo de transmisiòn de los valores. Es planteamiento de las presentes exigencias. Es la columna vertebral de la naciòn.
Se dice y es asì,como suena y no de otra forma. Pero los resultados de la escuela dominicana dejan mucho que desear. El mal ejemplo, lo corrompe todo.
Los esfuerzos que se realizan ruedan por el suelo totalmente. Vanos desvelos.
Nuestra sociedad Dominicana de hoy no le brinda a la escuela, a su escuela, el chance del encuentro con su propia misiòn.
Como puede en su recto juicio nadie imaginarse que el joven dominicano, ahora en los umbrales de este siglo XXI, puede resultar una fruta apetecible, inmerso como lo tienen en el Estuario de tan pèsismos, mitificaciones erròneas, prejuicios e irresponsabilidades.
Mas malos ejemplos que los que dan los "lìderes" polìticos salvo muy escasas excepciones, y sus partidos no tiene punto de comparaciòn.
Dimes y diretes, traiciones, golpes bajos, zancadillas, enemistades...y por ahì.
Y desde los picos del poder, pero. Serruchaderas de palos, ostentaciòn innecesaria, injusticias, hipocresìa, adulaciòn, engreimientos, posturas llenas de falasias...y asì.
Sobre los espectàculos pùblicos la situaciòn desejemplarizadora es realmente pavorosa. Pareciera que hay una competencia a ver, a cuàl de todos ellos le corresponde el galardòn de la màxima mediocridad y violencia, del realze de los valores negativos.
Y que sòbre la propaganda comercial. El consumismo màs desbocado e irracional se ha apoderado como sabandija de amplios sectores del pàìs. No serà acaso un pèsimo ejemplo a nuestra juventud, y niñez, el ser esa locura colectiva febricitante de objetos y antojitos superfluos, vacuos innecesarios?...No serà acaso un fatal ejemplo el "meter" por ojo, boca y nariz, como dice el pueblo, a la gente artìculos totalmente innecesarios, inùtiles y lo peor del caso hasta nocivos para la salud y la vida.
Y donde se queda la judicatura dominicana. La grande y solemne majestad de justicia hecha añicos por el suelo. Jueces venales acostumbrados como estaban a veredictos amañados y dictados desde los picos del poder, ahora son incapaces ya de dejar de oir las màgicas voces de las prebendas por la izquierda.
Y el derroche y la fatua ostentaciòn con que todos los dias les regalan, no constituyen acaso una piedra de escandalo para nuestras jòvenes generaciones medias pobres, muy pobres y pobrìsimos.
Y el maltrato en el hogar, las palabras ofensivas y zahirientes, los descreditos, el chisme del que tanto gozan y están habituados tantos adultos constituye un verdadero hervidero de malos ejemplos y vergüenzas a los que dia a dìa, se somete inmisericordemente a nuestros jòvenes y niños.
No se crea que lo antes dicho es una via de amarga protesta, pero sì de seria advertencia.
En medio de tan dramàticos y feos ejemplos de los mayores que exigen dechados de sus pupilos, que mas podrìa decirse.
La escuela dominicana podrà llenar su cometido cuando la Sociedad Dominicana, a la que sirve, llene el suyo. Nuestra sociedad dominicana està embarrada de arriba abajo...entonces què es lo que exigen?...
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