El Dr. Joaquìn Balaguer parece erguirse desde siempre del fondo de las dècadas del pasado siglo XX. Desde el principio…Desde que todos los hijos de esta tierra, en ese tiempo tenemos uso de razòn….
El fue el poder…un poder tutelar en vida…un oráculo permanente de vaticinios estremecedores…
En el la existencia se hacia una con el poder. Existiò porque fuè el primero, el que presidiò el poder…
Es probable que no haya habido uno, ni en el paìs ni en otros, con tan buen sino para sus manejos políticos que, en todo momento enfilaban, vector constante, al poder.
Desencadenado de las ideologías, no creyò , como los ilusos en ninguna de ellas…Su ùnica ideología, su permanente y sencilla ideología, sin divagaciones y obscuridades, fue la concepción de lo que èl fue para la Repùblica después de morir Rafael Trujillo.
No creemos que se consideraba un individuo de excepción..un dominicano històrico por encima de todos los demàs desde que se fundò la Repùblica, ni que el orgullo, ni la propia vanidad, ni el afàn de lucro lo ataban…no lo creemos….
Sus manos manejaron miles de millones y no lucia ser un hombre rico y mucho menos dispendioso en lo personal…Viviò el poder, y era su paga y su salario…..
Como todo hombre arrebatado por la pasiòn del poder era alèrgico a que quisieran hacerle sombra, a que se le aproximaran demasiado, por eso todos sus compañeros en la Vice desde que comenzò su carrera a la inmortalidad siempre èl los acogìa, no permitìa que le aconsejaran, y menos que una asamblea o convenciòn de partido bendijera a uno que no fuera el que tenìa proyectado. Sòlo èl escogìa….sòlo el señalaba….
Fuè un gran hombre subyugado por la agonìa, la lucha, sobre todo en esos crepusculares años de su espectacular carrera, después de 1986, de las ejecutorias colosales, para que en el futuro no quepa la menor duda de que por ahì pasò èl, y no como una sombra sino hoyando con su planta…
El poder y la grandeza tenian para el muchas facetas, la literatura era una. Orador a la antigua usanza con poses y rejuegos a los Bosouet o Castelar, usaba una palabra encendida, suave y melodiosa cuando habia logrado sus propòsitos… trepidante como un alud cuando se indignaba o amenazaba…
Don Joaquín Balaguer, normalmente era un hombre tranquilo, apacible e invariablemente cortès, aparentaba que lo estafaban, que por su medio estafaban los dineros del pueblo y el no se daba cuenta, y sì veía aunque no veía….
Todos le debían algún favor, de todos archivaba algùn secreto vergonzoso o infamante, asi todos le eran adictos y jamàs quisieron ver bajar de su Olimpo a su Júpiter tronante.
Su sèquito de alabanciosos decían que era un dios…Nosotros no llegariamos a tanto, pero sì un mortal que jugaba a ser dios. Como todo poder humano tiene un lìmite, èl conocia perfectamente hasta donde llegaban sus linderos y no los transgredía por nada no vaya a ser que las furias de los dioses se batieran sobre èl.
Se sentìa ser un hombre atrapado en las redes del destino, de las que no podìa escapar por lo que no era culpable de lo que estaba sucediendo…Era inocente.
Una de las características màs desesperantes del hombre-poder es que nunca sabe, que nunca oye…nunca lo interpretaron como era…asì escapa al refugio de oro de su poder infinito sin salpicaduras de podredumbre que lo comprometieran….
Fue señalado por los hados y llenò su cometido hasta el ùltimo minuto de su vida, aunque se ausentaron de sus ojos la luz, y la ligeraza de su paso….
Funciones que eran burocràticas y que podìan ser realizadas normalmente por el comùn de los mortales en èl se convertian en un arcano poblado de misterios, de complejidad, e insòlita trascendencia.
Lo envolvía un halo apacible, firme, patriarcal, y hombre de armas y de inmensas fortunas, y de natural levantisco, al verlo aproximarse con las despaciosidad del no vidente, veian a su vera, sin ellos mismos percatarse, la sombra poderosa del perìnclito….
El fue el poder…un poder tutelar en vida…un oráculo permanente de vaticinios estremecedores…
En el la existencia se hacia una con el poder. Existiò porque fuè el primero, el que presidiò el poder…
Es probable que no haya habido uno, ni en el paìs ni en otros, con tan buen sino para sus manejos políticos que, en todo momento enfilaban, vector constante, al poder.
Desencadenado de las ideologías, no creyò , como los ilusos en ninguna de ellas…Su ùnica ideología, su permanente y sencilla ideología, sin divagaciones y obscuridades, fue la concepción de lo que èl fue para la Repùblica después de morir Rafael Trujillo.
No creemos que se consideraba un individuo de excepción..un dominicano històrico por encima de todos los demàs desde que se fundò la Repùblica, ni que el orgullo, ni la propia vanidad, ni el afàn de lucro lo ataban…no lo creemos….
Sus manos manejaron miles de millones y no lucia ser un hombre rico y mucho menos dispendioso en lo personal…Viviò el poder, y era su paga y su salario…..
Como todo hombre arrebatado por la pasiòn del poder era alèrgico a que quisieran hacerle sombra, a que se le aproximaran demasiado, por eso todos sus compañeros en la Vice desde que comenzò su carrera a la inmortalidad siempre èl los acogìa, no permitìa que le aconsejaran, y menos que una asamblea o convenciòn de partido bendijera a uno que no fuera el que tenìa proyectado. Sòlo èl escogìa….sòlo el señalaba….
Fuè un gran hombre subyugado por la agonìa, la lucha, sobre todo en esos crepusculares años de su espectacular carrera, después de 1986, de las ejecutorias colosales, para que en el futuro no quepa la menor duda de que por ahì pasò èl, y no como una sombra sino hoyando con su planta…
El poder y la grandeza tenian para el muchas facetas, la literatura era una. Orador a la antigua usanza con poses y rejuegos a los Bosouet o Castelar, usaba una palabra encendida, suave y melodiosa cuando habia logrado sus propòsitos… trepidante como un alud cuando se indignaba o amenazaba…
Don Joaquín Balaguer, normalmente era un hombre tranquilo, apacible e invariablemente cortès, aparentaba que lo estafaban, que por su medio estafaban los dineros del pueblo y el no se daba cuenta, y sì veía aunque no veía….
Todos le debían algún favor, de todos archivaba algùn secreto vergonzoso o infamante, asi todos le eran adictos y jamàs quisieron ver bajar de su Olimpo a su Júpiter tronante.
Su sèquito de alabanciosos decían que era un dios…Nosotros no llegariamos a tanto, pero sì un mortal que jugaba a ser dios. Como todo poder humano tiene un lìmite, èl conocia perfectamente hasta donde llegaban sus linderos y no los transgredía por nada no vaya a ser que las furias de los dioses se batieran sobre èl.
Se sentìa ser un hombre atrapado en las redes del destino, de las que no podìa escapar por lo que no era culpable de lo que estaba sucediendo…Era inocente.
Una de las características màs desesperantes del hombre-poder es que nunca sabe, que nunca oye…nunca lo interpretaron como era…asì escapa al refugio de oro de su poder infinito sin salpicaduras de podredumbre que lo comprometieran….
Fue señalado por los hados y llenò su cometido hasta el ùltimo minuto de su vida, aunque se ausentaron de sus ojos la luz, y la ligeraza de su paso….
Funciones que eran burocràticas y que podìan ser realizadas normalmente por el comùn de los mortales en èl se convertian en un arcano poblado de misterios, de complejidad, e insòlita trascendencia.
Lo envolvía un halo apacible, firme, patriarcal, y hombre de armas y de inmensas fortunas, y de natural levantisco, al verlo aproximarse con las despaciosidad del no vidente, veian a su vera, sin ellos mismos percatarse, la sombra poderosa del perìnclito….
1 comentario:
Oye, qué buen blog tienes! me ha encantado, me pasaré a menudo por aquí. Me encanta todo lo que tenga que ver con la historia. Muy bueno... Un besito!
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