25 octubre, 2007

DE RACISMO NADA.......


En este paìs no salimos de una, cuando no es Juan es Juana y si no su hermana...todo gira en cìrculos concéntricos, los temas que se han tratado, requetratados, manoseados, que han estado en la palestra pùblica por años y se creìan olvidados o al menos puestos a descansar, de buenas a primeras surgen con un ìmpetu de locura... ahora tenemos de nuevo el archi-carcomido, matusalènico problema haitiano, que desde siglos llevamos como un peso en nuestras espaldas.

Pero ya esto hay que cogerlo a puro relajo, digo de una parte, nosotros, que estamos bien tranquilos con nuestros vecinos...pero existe otra parte que se nutre ampulosamente con estos temas que de cuando en vez dejan caer por estos predios, precisamente cuando afanamos y damos y dejamos la vida en el combate del narcotrafico, la corrupciòn, el vandalismo, la impunidad, el caos vehìcular, y un sin fin de problemas que ahora mismo nos estan acogotando la existencia....

Es realmente conmovedora la fiebre pro-haitiana que se ha desatado en algunos círculos y esferas del gobierno de los EE.UU realmente inexplicable tanta hermandad hacia el hermano menor. Dos naciones, una pobre y la otra paupèrrima, tienen, por malhadado destino històrico que compartir una isla pequeña de menos de cien mil kilòmetros cuadrados. Tal eventualidad, por mas llamados que se hagan a la armonìa, a poner los pies sobre la tierra, a dejar a un lado los resquemores històricos, "trasnochados" y los intereses econòmicos espùreos, tienen por obligaciòn que traer roces, inquinas, recelos y ganas de...

En cuanto a nosotros no nos sacan el guante de la cara amenazàndonos con toda clase de represalìa si seguimos, según ellos maltratando a los pobrecitos mañeses que toda la vida de la vida, històricamente han suspirado por esta parte de la isla y en efecto han llegado a dominarla.

La razòn es obvia. Por màs que avancemos, con un vecino en la miseria y el atraso polìtico, no hay seguridad de nada. Estamos a merced de contratiempos econòmicos y aventuras racistas.

La vieja tesis de la bùsqueda del espacio vital no està muerta. Por la buena o por la mala los pueblos se expanden cuando no tienen donde vivir. Una cosa son las fronteras, y otra muy diferente la vida, y la vida siempre va primero.No podemos los dominicanos darnos el lujo de sentarnos a esperar que la penetraciòn silenciosa, invasion silente, termine por si misma.

Dejando a un lado estas retòricas mil veces expuestas tenemos que ahora el "problema del momento"...es la presencia en la R.D. de relatores de la ONU, que dizque estan en el paìs con el propòsito de investigar si hay racismo y xenofobia en contra de los haitianos....todo porque un minùsculo grupito de haitianòfilos les ha dado por llamarnos racistas sòlo porque tenemos la facultad de imponer el òrden en nuestras fronteras, y parar de alguna forma u otra la entrada de haitianos sin documentaciòn, y que la gran mayorìa respalda. De racismo nada...

El pueblo dominicano no es un pueblo blanco como decir Alemania o Inglaterra. De nuestra mulatidad estamos perfectamente conscientes y sin complejos...¿Con què cara vamos a negrear a Haitì?...No compartimos aquì desde toda la vida, los negros (indios), negro, y los negritos y negritas "lavados", los jabaos, los blancos, y los blancos reburujados.

Nunca he oído un pleito en el que se le echara en cara a nadie el color de su tez. Se sacaban cuanto trapo sucio habido y por haber, pero decirle ¿negro! como insulto, entièndase bien, nunca.

El problema es otro. El asunto racial se podrìa sacar con notoria mala fe, pero los propios hatianòfilos saben que no es el mòvil, ni fundamental, ni secundario, ni nada. Eso no entra en esto.

Volviendo la vista atràs es bueno un poco de historia, para comprender el presente que siempre lo tendremos como espada de Damocles....

Tan pronto los haitianos consolidaron su indepencia de inmediato le echaron el ojo a esta parte de la isla y mas nunca se lo han vuelto a sacar de encima.

Las actuales repatriaciones estàn llenando un rol importante. Que la Repùblica Dominicana es un Estado diferente y que para viajar de un paìs a otro hay que tener su documentacion legal y al dìa. El haitiano tiene que tener su pasaporte y su visa de la Repùblica. Cuando vienen a cortar caña, o recolectar cafè, trabajar en las construcciones, a negociar pasaporte y visa y todo en paz.

Pero ese super relajìsimo que habìa, que es al parecer el que defiende los hatianòfilos de puertas abiertas de par en par venga quien quiera y como quiera no se puede jamàs a tolerar.

Estamos juntos pero no reburujados... Ustedes allà y nosotros acà. Que hablen de racismo los haitianòfilos que bien pudiera ser la culpa que inconscientemente ellos sienten hacia los de piel mas clara...

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