La vida de la estrellas que pueblan el firmamento, tienen un ciclo parecido al de los hombres que llenan la faz de la tierra. En el espacio sideral, las estrellas nacen, crecen, se desarrollan y se reproducen, entonces su luz es radiante, transparente, envolvente y salutífera.
Aventajan y comienzan paulatinamente a languidecer, amarillàndose y opacando hasta que mueren por siempre. Dejando solo una estela perdida y erràtica en el firmamento, eternamente viajante, a millones de añoz luz y a veces, solo a veces llega, como ilusiòn, a herir la retina de los ojos que muy raras veces la contemplan, sin saber a lo mejor, que ya ha muerto, desde la tierra.
Entonces tenemos que ese decurso vital de las estrellas, se parece en mucho al de los hombres, con la diferencia que la vida humana se calcula en veinte, cuarenta, sesenta u ochenta años y el de las estrellas en cientos de miles de billones de años. ¿Ah!, otra cosa lo que tambièn nos diferencia de las estrellas es que estas son mas humildes.
Lo son quizàs, porque aunque tengan mucha luz carecen de una muy importante que es la razòn, y no son conscientes de su propia esteleridad, de su embriagante belleza. Pero esto no sucede asì con los hombres, cuando este ha hecho historia, pues tenemos que cuando un hombre ha tejido a su alrededor un halo fascinante de estrellato polìtico incidiendo en la marcha, para bien o para mal de su pueblo, salvo muy raras excepciones, no quiere ya nunca mas comprender que su ciclo, como el de las estrellas ha terminado, que es hora de empaquetar y ceder espacio a los que vienen al compàs de los nuevos tiempos y de la historia, el tiempo polìtico presente es mas que notorio y nos dicta càtedras al respecto.
De lo anterior tenemos el ejemplo del PRD, un partido enquistado en sus tradiciones, en su rutina y en sus hombres milenarios, sin que se vea el resurgimiento desde el baul de su propio recuerdo un lìder que emerja y nos digamos todos al unìsono, ¡Este Es!...
Dos hombres, otrora rutilantes estrellas del cielo polìtico nacional, Joaquìn Balaguer y Juan Bosch, el primero enquistado desde siempre en posiciones de luctante consevadurismo, muriò sin dejar un verdadero lìder a su nivel, capaz de aglutinar las fuerzas dispersas de ese partido que ya el predecia con toda su sapiencia, todo esto bien pensado y calculado, como zorro de la polìtica que fuè, supo y adivinò que no valìa la pena...conocìa bien a los gallos de su gallera.
El otro un polìtico idealista, pragmàtico, si se quiere, con la virtud de que sì supo formar lìderes que le sucedieran, fuè el ideòlogo de los dos mas grandes partidos que tiene la Repùblica Dominicana, del primero se fue asqueado, con el segundo fue mucho lo que tuvo que batallar, cuenta con personas capaces para seguir la continuidad de la democracia en nuestro paìs, puede decir que formò estrellas con luz propia.
Mas es bueno reconocer que a pesar de todo, la mesianidad de los lìderes polìticos en este paìs ha sido un mal nefasto y como esas crisis agudas de fiebre el pueblo històrico ha comenzado a sudar, y la sudarà para siempre a partir las pròximas elecciones.
El no, al caudillato mesiànico se ve venir apabullante y dràstico, de parte de este pueblo antillano, comprometido con el futuro, hoy mas que nunca en este siglo XXI. Leonel Fernàndez si acaso ganara las elecciones tiene desde ahora que sembrar la simiente si quiere que su partido se mantenga ganando pròximas elecciones, que su labor de candidato termine en el 2012, ya que el no es un caudillo.
Para eso deberà rodearse de los mejores hombres, nada de celos infundados, escoger un candidato que le ayude a recorrer los ùltimos cuatro años de sus perìodos presidenciales, de manera que este haga labor para la continuidad del partido en el poder màs allà del 2012, deberà Leonel tener en cuenta su propio caso, hoy disfruta las mieles del poder gracias a Juan Bosch y Joaquìn Balaguer, precisamente las dos ùnicas estrellas de nuestro firmamento polìtico que brillaron con luz propia.
Es la realidad, por el momento no tenemos opciòn de poder para un fùturo no muy lejano, ya Juan Bosch no existe, èl que si supo tener visiòn furista, y lo estamos viendo ...Leonel debe dejar su partido aceitado, engrasado, libre de las alimañas que tienen desgraciadamente todos los partidos, acompañarse de un vicepresidente que le y sume votos y pueda sucerdele màs adelante, nada de compromisos polìticos, amiguismos, pensar y actuar como Juan Bosch, es la ùnica, la mediana salida, que tenemos en un paìs donde escacean los lìderes con luz propia, porque desde que esto se percibe lo sacan de circulaciòn, y asì no es la cosa....
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