15 noviembre, 2008

W E L C O M E.....

Nuestra agenda para el Presidente

Fuente: Revista 110
Es para los dominicanos un orgullo cada vez que nuestro Leonel viaja al extranjero. En esas ocasiones nos sentimos alentados por su prestancia en la arena internacional, por el respeto con que se le percibe en todas partes y por los dones que él despliega cuando se refiere a los temas más complejos de la política mundial. ¡Qué presidente nos gastamos, Dios mío! Pero esos viajes del mandatario también nos dejan un tiempo libre para pensar en el país y en lo que nos gustaría que el Presidente hiciese aquí, una vez que termine de deslumbrar al planeta con su magna inteligencia. Así, hemos elaborado una agenda tentativa para que él nos ayude a resolverla cuando las obligaciones internacionales le permitan un respiro.


Bienvenido, Señor Presidente
Por favor, doctor Leonel Fernández, qué le parece si nos resuelve los siguientes asuntos:

• Reducir la nómina del gasto público en un 50%, y así los impuestos sirven para arreglar alguna que otra carreterita, cuidar un chin la salud de la gente, etc.

• Buscar algunos trescientos millones de dólares para abonar a los productores de energía y que nos quiten de encima los apagones.

• Inventarse alguna explicación al caso de la Sun-Land, para ver si salimos de ese tema, al final, ya usted se reeligió.

• Solucionar el problema de los médicos y la seguridad social.

• Fijar posición en cuanto a la reelección presidencial, no nos siga dejando en la incertidumbre: ¿es usted o Margarita?

• Definir situación domínico-haitiano, con lo cual la historia dominicana le hará un monumento.

• Posponer o resolver la reforma constitucional, pero basta ya de estira y encoge.

• Iniciar política de producción en el campo y en la industria, más allá de los discursos.

• Revisar y sepultar neoliberalismo y la globalización, por mucho que eso le duela, pero qué le vamos a hacer.

• Revisar pagos a Petrocaribe y la política de combustibles, no sea que estemos hipotecando el país.

• Convencerse de que la política anti-drogas no se resume en compras de aviones Súper Tucanos.

En fin, señor Presidente, deje usted de salvar el mundo y venga en auxilio de este, su pobre país.


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