La mayor preocupaciòn del hombre por encima, casi, de su preocupaciòn por la existencia de Dios y de la eternidad, està en su supervivencia, en una òptima supervicencia.
No hay prevalencia en la vida sin una excelente salud....Salud es vida, y vida de calidad...
La salud presupone una garantía muy importante, la de vivir muchos años. La ley de la supervivencia, dice la Dialèctica, tiene una divisa suprema: ¡Vive!...
La existencia, y la fuerza vital que la impulsa minuto a minuto, con toda su complicaciòn, con toda su frustraciòn, con toda su insaciabilidad, nos amarra, nos envuelve como un pulpo que a la vez nos ahoga, nos narcotiza, hacièndonos amar y desear la vida, de la que no podemos prescindir, la que se nos arrebatarà a como sea y la que , mientras "disfrutemos" nos harà mas sufrir que gozar.
Todo este absurdo imperativo, ¡Vive!, nos obliga a cada paso estar acudiendo a los facultativos en busca de la medicina y la terapia que nos confirma en nuestras precarias condiciones de seres vivos fresca carne de capòn para la Parca.
Nuestra historia de la medicina de sus remotos orìgenes, ha sido la historia de la bùsqueda de la salud. Una bùsqueda con tantas peripecias y enredos que puede compararse con la de Jasòn y sus argonautas detràs del Vellocino de oro.
Para los insulares de esta Repùblica caribeña, sin que sea una excepciòn el resto del mundo, la bùsqueda de la salud tiene su historia....y cuando se escriba esa historia, sin lugar a dudas tendrà un gran protagonismo el mèdico que ha hecho de la medicina una profesion protestaria y de inhumano e impiadoso ejercicio. Su labor frente al Colegio Mèdico Dominicano no puede ser mas desafortunada, si acaso llegan a llamarle el "Dr. Muerte", quedarìan cortos en tal aseveraciòn, eso y algo mas, es este "Doctor", que parece que el ùnico objetivo de su vida es propiciar la muerte a los pacientes con los contìnuos llamados a huelga, que por sus precarias condiciones economicas tienen que acudir a los hospitales pùblicos.
Ahora bien, nos preguntamos si no existen condiciones para que la justicia intervenga en caso de que un paciente muera por falta de atenciòn de los mèdicos que tenian que estar en sus puestos de trabajo cumpliendo con su deber y honrando el juramento Hipocràtico, ese mismo que Suero señala como un papel con el cual no se puede ir al supermercado.
Si hay un servicio profesional que no debe ser suspendido por ninguna circunstancia es el divino servicio de sanar al enfermo, darle alicientes y luchar por preservar su vida. Es de pena observar como estos enfermos recorren kilómetros para ser atendidos, muchos en estado de gravedad, agònicos de los males que les aquejan, y se encuentran con un hospital que no tiene mèdicos para atenderlos.
Que significa ese rosario de huelgas temerarias a menos de dos meses de las elecciones, se nos ocurre dos respuestas a la interrogante; la primera es que son huelgas oportunistas, saben que las encuestas dan por seguro ganador a actual presidente de la Repùblica y lo quieren chantajear; otra respuesta es mucho màs grave, la de importunar el proceso electoral. ¡Increible!, pero son capaces de ese desatino y màs.
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Declaración de Ginebra
Texto de la Declaración de Ginebra adoptada por la 2ª Asamblea General de la A.M.M. en Ginebra, Suiza, en septiembre de 1948 y enmendada por la 22ª Asamblea Médica Mundial Sydney, Australia, agosto 1986 y la 35ª Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983 y la 46ª Asamblea General de la AMM Estocolmo, Suecia, septiembre 1994 y revisada en su redacción por la 170ª Sesión del Consejo Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2005, y por la 173ª Sesión del Consejo, Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2006.
EN EL MOMENTO DE SER ADMITIDO COMO MIEMBRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA:
PROMETO SOLEMNEMENTE consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
Texto de la Declaración de Ginebra adoptada por la 2ª Asamblea General de la A.M.M. en Ginebra, Suiza, en septiembre de 1948 y enmendada por la 22ª Asamblea Médica Mundial Sydney, Australia, agosto 1986 y la 35ª Asamblea Médica Mundial Venecia, Italia, octubre 1983 y la 46ª Asamblea General de la AMM Estocolmo, Suecia, septiembre 1994 y revisada en su redacción por la 170ª Sesión del Consejo Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2005, y por la 173ª Sesión del Consejo, Divonne-les-Bains, Francia, mayo 2006.
EN EL MOMENTO DE SER ADMITIDO COMO MIEMBRO DE LA PROFESIÓN MÉDICA:
PROMETO SOLEMNEMENTE consagrar mi vida al servicio de la humanidad;
OTORGAR a mis maestros el respeto y la gratitud que merecen;
EJERCER mi profesión a conciencia y dignamente;
VELAR ante todo por la salud de mi paciente;
GUARDAR Y RESPETAR los secretos confiados a mí, incluso después del fallecimiento del paciente;
MANTENER, por todos los medios a mi alcance, el honor y las nobles tradiciones de la profesión médica;
CONSIDERAR como hermanos y hermanas a mis colegas;
NO PERMITIRÉ que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mi paciente;
VELAR con el máximo respeto por la vida humana;
NO EMPLEAR mis conocimientos médicos para contravenir las leyes humanas, incluso bajo amenaza;
HAGO ESTAS PROMESAS solemne y libremente, bajo mi palabra de honor
Esto lamentablemente es letra muerta para los mèdicos que acatan el llamado a huelga festinadamente..
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