02 marzo, 2008

DISCRIMINACION RACIAL, EL TEMA DEL MOMENTO....


Ahora tenemos el cuento de nunca acabar, este de la discriminaciòn racial en nuestro terruño, del cual estamos leyendo, oyendo y viendo por la prensa, desde que tenemos uso de razòn, no es de ahora que la Organizaciòn de las Naciones Unidas (ONU), le coje con ese temita, que parece le gusta tanto, que deja a un lado las verdaderas problemàticas mundiales a tratar.

No podemos negar que este es un tema que nos interesa, nos apasiona y a la vez nos mortifica, por su ìndole social, y principalmente cuando se nos acusa medalaganariamente a nosotros los dominicanos precisamente de ejercerla. Este ha sido tran traido , llevado y vilipendiado que en realidad hastìa, cansa, decepciona y le baja el tono a cualquiera.

Pero si hay algo de cierto es lo siguiente, desde los viejos siglos las emigraciones de grupos humanos ha sido una pràctica, a veces impuesta por la necesidad ecológico-ambiental, otras por la climàtica, o quizàs la alimentaria. El hombre de antes, y nos estamos refiriendo a miles de años atràs, mucho màs que ahora, buscaba en el emigrar un alivio a las inclemencias del tiempo, o tierras màs fértiles y frescas para el cultivo, o tal vez el mar, o ríos para la pesca….

Entonces emigraban pueblos enteros con sus jefes y sacerdotes a la cabeza….Aquello era en grande. Las emigraciones han obedecido históricamente a otras razones también, y no necesariamente de corte material, exterior. Motivaciones nacidas del espìritu han provocado grandes desplazamientos humanos…La libertad de conciencia y de palabra en el orden polìtico, social y religioso han sido el motivo màs frecuente…

Tenemos sobrados ejemplos de ellos… En los tiempos modernos, específicamente después de las grandes guerras, emigrar ha sido sinónimo de afanosa búsqueda y lucha por una mejorìa econòmica…donde el espacio vital sigue en vigencia. Es un signo de ahora, del que la Repùblica Dominicana va casi a la cabeza en Latinoamérica. Màs sin embargo no se puede negar la gran intolerancia que desde siempre en todas partes del mundo esta ha sido fuente y engendro de las peores desgracias entre los hombres…Por encima del madato evangèlico del “amos los unos a los otros”…los cristianos se empecinan en odiarse…excluirse…destruirse unos a otros sin tregua ni reposo. Intolerancia es igual a fanatismo. Estar obcecados…Estar enquistados…Estar ciegos…aunque se rompa en mil pedazos el eje de la tierra…Asì se hunda el cosmos. Una de las formas de intolerancia màs corrosivas e inaguantables es aquella de la discriminación racial.

Pero sucede lo siguiente, al ser esta una condiciòn mundial, para esta parte de isla es que se enfocan...."miran la paja en el ojo ajeno, pero no ven el peñon que tienen en el suyo".

Si bien es cierto que han habido grupos ètnicos, que al ser màs favorecidos, circunstancias socio-ecològica-historicas que no han merecido ni conquistado, a las que son ajenos, pero que les ha tocado por suerte, han podido correr màs ligero por las aireadas vías del progreso…algunos grupos raciales del gran tronco indo-europeo han sido especialmente depositarios de esa buena fortuna. Han progresado con màs velocidad, no hay dudas…Han sostenido ese progreso al amparo de dos pilares, la tècnica y el poderìo militar de un lado las guerras, -como me parece ya citamos en alguna ocasiòn- las ganan los que estan mejor armados y equipados, no los que tienen la razón, y del otro el establecimiento de instituciones màs firmes y estables como colorario de la misma fuerza de su milicia. Repetimos, han tenido esa suerte, pero eso no quiere decir que otros grupos hayan recorrido su camino històrico màs despacio, sean inferiores…sean, en esencia, diferentes. Nunca.

Ls diferencias que prevalece es sòlo accidental. De forma, no de fondo. En todos prevalece el hombre, como los hermanos de una sola y gigantesca familia y con un destino sobrenatural que no conoce preferencias y mucho menos fronteras….

En todas estas acusaciones de discriminaciòn racial, sacamos a colaciòn que precisamente en nuestro paìs existe un ingrediente trajicòmico, el dominicano aguanta cualquier cosa menos que le llamen negro. Negrearlo, aunque lo sea como el carbòn es una ofensa indigna de un hombre cabal y es inadmisible.

Con eso del color de la piel el dominicano es muy celoso. Desde tiempos de la colonia los negros criollos se hacìan llamar blancos de la tierra, queriendo dejar dicho con esta expresiòn que aunque la piel fuese oscura de hecho, de derecho no lo era pues eran sùbditos de una potencia blanca y rubicunda como España.

Es rarisimo encontrar en los documentos de identificacion de los negros bembones dominicanos, en la casilla donde dice color, el adjetivo NEGRO nunca aparece. Aparecen otros colores, dizque equivalentes, indio, preferentemente. Tambièn ponen indio canelo (?¿), indio oscuro (¿?), trigueño, moreno....modalidades cromàticas estas inexistentes en el arcoiris de variedades del marròn que el dominicano antojadizamente aplica al color de la piel.

La raiz de este peliagudo y simpàtico problema tiene muchas variantes. El de error històrico es el de peor especie. Desde los tiempos bìblicos el negro ha sido considerado inferior. Las grandes civilizaciones antiguas cuando por cualquier razòn razòn escaseaba ese "material humano" de trabajo lo iban a cazar, preferentemente a Africa, por supuesto.

Se les cazaba como animales porque no se les consideraba humanos. Al no considerarseles congèneres, no eran merecedores de respeto y se les usaba ordinariamente en trabajos asperìsimos y agotadores. Otras veces para divertir la sensaciòn de aburrimiento de sus amos...y si tenìan suerte y su fìsico y su rostro eran hermosos entonces pasaban a los servicios "domèticos de sus amos y amas, que con todo y considerarlo "inferiores" no tenian el menor rubor de regalarse sexualmente con ellos.

Por siglos de siglos, desde que naciò la historia, prevaleciò esa ominosa situaciòn. Ni siquiera la biblia la condenò. Ni el propio Jesucristo la menciona. Con el descubrimiento de Amèrica hay un repunte del esclavismo. Y, donde primero llegaron esclavos importados fuè aquì, y eran negros de Los Mina, Gambia, Ghana, Uganda y otros tantos puntos del Africa ecuatorial, de ahì la mezcolanza de razas que tenemos, y el decir muy cierto, que todos tienemos el negro detràs de la oreja... y no es sucio.

Con esa suerte perra ya nadie queria ser negro y mucho menos que negros igual que ellos, le hicieran sombra en cuestiones de trabajo, de ahì la descriminaciòn racial de que tanto se habla, y que sin lugar a dudas podria tener alguna que otra relaciòn menor con esto, pero no nada del otro mundo, la que sì existe y en grande es en los Estados Unidos, principalmente con los mèxicanos, ahì tenemos como razòn de peso la gran muralla que han construìdo para impedir el paso de èstos, que lo ùnico que hacen es dejar su vida con su sangre, sudor làgrimas al pueblo Norteamericano. Esto es DISCRIMINACION con letras grandes, y por ese lado es que deben dirigir sus dardos la ONU.



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