SANTIAGO DE CHILE, 13 (ANSA) - Los 33 mineros rescatados con vida de la mina San José enfrentan conflictos entre sí y con sus familiares, y critican al gobierno y los medios de comunicación, que "farandulizaron" el rescate, a un mes del plan que los vio salir con vida desde 700 metros de profundidad.
"Mis compañeros, los quiero mucho, tengo una muy buena onda, hubo unión y todo, pero no me gusta la gente ególatra, y mientras no matemos esos egos que tenemos, yo no voy a compartir con esa gente", afirmó el minero Mario Sepúlveda.
Durante una recepción en la embajada británica en Chile, Sepúlveda añadió que "a mí me gusta la gente sencilla, que podamos hablar, echemos la talla, no gente que se crea artista de un rato para otro", consignó El Mercurio.
"Al tercer día que salimos se creían artistas", enfatizó y reveló que algunos de sus compañeros compraron trajes de 560 dólares para ir a un homenaje del gobierno en La Moneda.
Sepúlveda, considerado el más mediático de los 33, también cuestionó la "farandulización" del rescate y calificó a los medios de comunicación como "lo más sucio que existe en el mundo", pese a que ya no acaparan portadas.
Además criticó al gobierno de Sebastián Piñera, que "no nos toma en cuenta".
Por su parte, Yonni Barrios, conocido por tener dos mujeres, reveló una "lucha entre optimistas y pesimistas" durante el encierro y aseguró que nunca necesitaron a los rescatistas.
"Yo soy franco, nosotros no necesitábamos un rescatista. Que mandaran tanto rescatista era solamente para demorar las cosas. Nosotros allá abajo nos manejábamos con más rapidez y ellos no estaban preparados", afirmó a la revista El Sábado.
Añadió que "los rescatistas hicieron lo que pensábamos hacer nosotros abajo, pero mucho más lento".
Además, reveló que durante los primeros 17 días de encierro, cuando aún no había contacto con la superficie, "algunos agradecían haber quedado vivos, pero otros, los que pensaban distinto, se preguntaban por qué quedamos vivos, por qué no nos pilló el cerro y nos mató, por qué quedamos vivos para morirnos de hambre".
Barrios confirmó que hubo diferencias entre los 33 mineros, principalmente por los cálculos de cuánto demoraría la llegada de la primera sonda al refugio. "Era una lucha entre pesimistas y optimistas", dijo.
En tanto, la hermana de Mario Segovia, María, conocida como la "alcaldesa" del campamento Esperanza, acusó al minero de ingratitud y de no hacer nada "para comunicarse conmigo".
"Mi hermano ha sido ingrato, no hablamos desde que salió a la superficie y no ha hecho nada para comunicarse conmigo. Ahora debe estar dedicado a su familia", dijo. (ANSA) JFC
13/11/2010 18:25
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