En las próximas horas del miércoles llegará un equipo de mil médicos
El nuevo grupo se unirá a los 3.500 doctores que ya están trabajando en el lugar
El nuevo grupo se unirá a los 3.500 doctores que ya están trabajando en el lugar
Ruí Ferreira Puerto Príncipe
Actualizado miércoles 27/01/2010 08:49 horas
En las próximas horas llega a la capital haitiana un grupo de 1.000 médicos cubanos, que se unirán a los 3.500 que se encuentran laborando en el país.
La llegada del grupo va a coincidir con el arribo de un barco cargado de 50 toneladas de medicinas, materiales de apoyo clínico, diesel, aceite de cocina y otros insumos, y que zarpó el fin de semana del puerto de Santiago de Cuba, dijo la prensa cubana.
Cuba tiene una presencia médica en Haití desde hace 10 años, que se concentra principalmente en la oftalmología y pediatría. Pero a raíz del seísmo, las autoridades sanitarias decidieron reforzar el contingente médico con galenos de medicina general.
Fachada del hospital de La Paix. R. Ferrerira
Fachada del hospital de La Paix. R. Ferrerira
El sábado, el coordinador de los médicos cubanos que prestan servicio en el hospital de La Paix, en la capital haitiana, Carlos Guillén, dijo a ELMUNDO.es que el momentos inmediatos al terremoto, cuando comenzaron a llegar los heridos, sus especialistas tuvieron que improvisar como médicos generalistas.
“Fue un reto permanente porque no teníamos un minuto que perder. Tuvimos de correr hacia el salón de operaciones que lo que empezó a entrar por esa puerta para qué decirte… un mundo de heridos y muy mal heridos”, recuerda Guillén.
El reto fue tan grande, que los oftalmólogos tuvieron de transformarse en médicos dem medicina general, cirujanos y ortopédicos. Además, todo el personal de apoyo que, usualmente no tiene funciones clínicas, también se incorporó a los quirófanos ayudando a los médicos.
“Todos los brazos eran pocos, y las nacionalidades no importaban. Se trabajó mancomunadamente con el objetivo unico de aliviar a la gente”, añadió el medico cubano.
En el hospital
La respuesta fue tan rápida, que el personal de apoyo logró improvisar un salón de operaciones en menos de una hora.
El primer día, la brigada atendió a 1.500 pacientes. El sábado, cuatro días después ya había recibido a 4.000. Y no paraban de llegar.
“El desastre es realmente muy grande. Son familias enteras que llegan aquí muy pero muy mal heridas. Lo primero es estabilizarlas, sacarles del estado ese de no entender que les rodea y tratarlas”, explica el médico.
El médico Carlos Guillén junto a su colega. R. F.
Tal como los demás hospitales, el de La Paix, desde el primer minuto, recibió pacientes con heridas profundas con el hueso a la vista, traumatismo craneano, estado de schock, laceraciones profundas, o perforaciones de órganos vitales.
El medico rehúsa hablar de los muertos, por respeto hacia las víctimas y sus familias, pero no desmiente que hay sido una cifra alta. “Nuestro trabajo es así, ni siempre se puede hacer todo. Estos días hacemos lo posible”, agregó Guillén.
El día del terremoto, recuerda el médico, los heridos “comenzaron a llegar, por todos lo medios pero la mayoría a pié, al anexo del hospital militar aquí al lado, pero ellos de inmediato no dieron abasto y vinieron para acá. Y nosotros comenzamos a operar sin perder un minuto. Establecimos prioridades como prestar atención a los niños, a los ancianos y a los más graves”, añadió.
Desde entonces, afirma, “nosotros dormimos cuando podemos y donde podemos”.
Uno de los pacientes de los médicos cubanos, fue la familia Octeux, que llegó al hospital una hora después del seísmo.
“Ellos nos atendieron bien, están cuidando de mi mujer y mi hijo. Nuestra casa les cayó arriba, mi hijo intentó salvar a mi mujer pero quedó herido en un brazo”, dijo Marcelin Octeux,.
Su esposa estuvo media hora bajo los escombros. Los médicos que La atendieron afirman que no está en condición seria, pero Le han dicho que debe descansar unos días por lo cual aún permanece en el hospital.
Colaboración junto con EEUU
Menos de 24 horas tras el seísmo, Cuba abrió sus espacio aéreo a los aviones estadounidenses que están evacuando heridos de Haití, con lo cual les ahorra 90 minutos de viaje.
Menos de 24 horas tras el seísmo, Cuba abrió sus espacio aéreo a los aviones estadounidenses que están evacuando heridos de Haití, con lo cual les ahorra 90 minutos de viaje.
En el terreno, los médicos de los dos países mantienen un discreta colaboración de la cual no hablan mucho. Al contrario de los aseverado oficialmente en Washington, médicos de los dos países comparten recursos suyos siempre que haya necesidad.
Desde la llegada de los militares norteamericanos, Venezuela y Bolivia han acusado a Washington de “ocupar” Haití con 16.000 soldados. Sin embargo, hasta hoy sólo Caracas envió un avión con ayuda humanitaria pero nada más.
“Hay que decirlo, en eso los cubanos han sido fantásticos. Olvidaron la política reforzaron la ayuda a los haitianos y nos abrieron el espacio aéreo. Y nosotros le damos gran valor a esos gestos. Quien piense lo contrario se equivoca. Chávez debería seguir el ejemplo cubano”, dijo un miembro de la marina estadounidense, que pidió no ser identificado porque no está autorizado a hablar del tema.
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