Una de las "instituciones" nacionales de màs festiva raigambre a nivel popular y entre los de clase es, aunque parezca mentira por su naturaleza, el picoteo.
La costumbre mas vieja, la màs extendida, las màs "plagosa" y criticada, pero a la vez aceptada, puesta en pràctica por casi todo el mundo aunque sea alguna vez.
Hay algunos dominicanos que han hecho de èl su sistema de vida. Una segunda naturaleza. Como un vicio, una adicciòn, un hàbito inveterado, del que no pueden desprenderse. Interesante tema para la psiquiatria.
Pudiera ser que el "picoteito", se acabara de sacar el premio mayor, o que recièn acabara de cobrar su sueldo del mes...picotean por igual, es su irrevocable y obsesiva mala costumbre.
Y como es natural, los picoteadores profesionales, tienen sus vìctimas, sobre las que, cuando las alcanzan a ver, baten demoledores y àvidos sus alas, garras y ganchudos picos...por algo, y a honor son PICO-teadores, asestàndoles el fastidioso zarpaso.
Alguìen decìa que a este pueblo no se le pega nada bueno. Y que eso lo trajeron aquì los curas españoles cuando la colonia. Otros, menos irreverentes, le achacan la culpa a los yanquis que desembarcaron aquì en la primera intervenciòn , porque segùn ellos, esa fea costumbre no se veìa antes...primero se caìa un hombre en la calle "muertecito" que abrir esa boca para pedirle a nadie. Ahora que estamos en campaña electoral, està el "picoteo" en sus buenas.
Etimològicamente la palabra picoteo viene de pico, como vemos. Del pico de las gallinas y los pollos del corral, con el que de contìnuo escarban la tierra en busca de minuncias como, granitos de arroz, de maìz, lombrices y demàs para su manutenciòn.
Pero asì como hay picos inofensivos que trinan y se conforman con alpiste, los hay depredadores que, a gironazo limpio engullen la corroña de que se alimentan.
Aunque el picoteador dominicano no alcanza esos espeluznantes niveles en su diario picotear, incomoda y molesta su zumbido.
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