Los papeles del Departamento de EstadoLa gran filtración
Expertos periodistas analizan en el CaixaForum la revelación de los más de 250.000 papeles del Departamento de Estado de EE UU
OSCAR GUTIÉRREZ - Madrid - 14/12/2010
Los periodistas Alicia G. Montano, Javier Bauluz, Giles Tremlett, Borja Bergareche, Ignacio Escolar y Javier Moreno han debatido sobre el 'cablegate'- LUIS SEVILLANO
Cambio y más cambio. Esa ha sido la palabra más utilizada hoy durante el debate organizado en el CaixaForum de Madrid sobre la revelación de los más de 250.000 papeles del Departamento de Estado estadounidense por cinco medios, entre ellos EL PAÍS. Cambio en el periodismo, en la forma de recibirlo, hacerlo y en los sujetos fuente de la información.
El periodismo, sus fuentes y algo más
La Fiscalía sueca frena la puesta en libertad de Assange bajo fianza
La mayor filtración de la historia deja al descubierto los secretos de la política exterior de EE UU
El periodista Javier Bauluz, responsable de la web Periodismo Humano sintetizó en una frase el cruce de caminos al que llegaron los seis invitados: "Estamos en nuevo ecosistema de la información en el que Wikileaks es la bomba que lo cambia todo". Junto a Bauluz, se sentaron frente a un recinto abarrotado -alrededor de 750 llenaron cuatro salas del centro cultural- el director de EL PAÍS, Javier Moreno, la directora de Informe Semanal, Alicia G. Montano, el subdirector de ABC, Borja Bergareche, y el corresponsal en Madrid de The Guardian, Gilles Tremlett, con el columnista de Publico Ignacio Escolar de moderador.
En línea con esa "bomba" que ha hecho estallar el periodismo, Javier Moreno, a preguntas de los usuarios de Twitter que siguieron el encuentro, afirmó que la llegada de Wikileaks "no es anecdótico". "Esto ha cambiado el panorama de una forma radical" añadió Moreno quien, no obstante, matizó declaraciones de Assange sobre el "estado lamentable" de los medios de comunicación. "Él valora el papel de los periódicos bastante más. Y ha elegido entregar el material a cinco periódicos por evitar las presiones para no publicar el material, que hubieran sido brutales si Wikileaks hubiera sido el único depositario; y segundo, para aprovechar la capacidad de los medios de explicar ese material".
En ahí donde Alicia G. Montano sitúa el punto de inicio del periodismo. "De este modo", manifestó en su primera intervención "evitamos el peligro de convertirnos los periodistas en correveidiles". Pero el cambio no solo llega al periodismo en el cómo se hace sino también en el quién participa. Gilles Tremlet, cuyo diario, The Guardian también ha contado con los cables diplomáticos para su difusión reconoció, al margen de triunfalismo, que Wikileaks "tiene cierto poder" sobre los periodistas que han podido leer esos documentos. "Ellos son los que nos proporcionan los datos y los medios, y eso implica que tienen cierto poder sobre nosotros"
También en coincidencia con la necesidad de una organización como Wikileaks, Borja Bergareche, de ABC, afirmó que su importancia es tal que, en contraste, "nunca habría un Wikileaks en China". ¿Dejarán que siga funcionando? Ese es el reto marcado por los seis asistentes al debate. "Va a haber intentos de restringir la información" ha reconocido Moreno. "No es nuevo, ha pasado siempre y ahí está la capacidad de la ciudadanía de resistir los intentos".
El periodismo, sus fuentes y algo más
A tenor de la cola de gente que pocos minutos antes de las 20.30 de esta noche rodeaba la manzana hacia la calle Atocha y junto al edificio del CaixaForum de Madrid, la revelación de los papeles del Departamento de Estado norteamericano por Wikileaks ha revolucionado a la ciudadanía. Alrededor de 750 personas accedieron al centro cultural -muchas tiraron la toalla a la hora fijada para el debate- para seguir la charla. Según fuentes del CaixaForum, la expectación y la riada de personas que acudieron al acto ha superado cualquier evento de estas características organizado antes. Tanto es así que, junto al salón habilitado a los seis periodistas que desgajaron los recovecos de la filtración, CaixaForum dispuso de otras tres salas con tres pantallas gigantes a través de la que los asistentes pudieron seguir el debate.
O.G
No hay comentarios:
Publicar un comentario