La portada con el momento más esperado de la relación entre Piqué y Shakira.
Andrés Corpas
Barcelona
Llueve a mares en Barcelona pero para Gerard Piqué, sale el sol. El juego de palabras no es que sea muy original, porque se trata del último título del disco de Shakira. No la nombra, no pronuncia esa palabra en ningún momento, a lo sumo la define como "la cantante". Pero admite que es un tipo muy feliz porque, entre otras cosas, "estoy enamorado". Pertenece a ese grupo de personas que, por el riego sanguíneo que proporciona el amor en su organismo, ven la vida maravillosa.
"Atravieso un momento muy feliz, no sé si el mejor de mi vida pero sí uno de los mejores. Disfruto de un instante muy bonito y espero seguir así. Estoy en el mejor club del mundo [Barcelona] y en la mejor selección [española]. Disfruto. Y también estoy enamorado. Todo pinta muy bien", reconoció esta tarde el defensa azulgrana en un acto promocional de Mango, de quien es su nueva imagen, en Barcelona.
Piqué no evitó entrar al trapo con las preguntas más cotillas sobre su persona. Es más, hasta lo hizo con naturalidad y saber estar. Parece haberse mentalizado, ha memorizado un curso acelerado de cómo responder ante preguntas incómodas sobre la vida privada. "¿Quién decidió que salieras en el vídeo musical de Shakira, ‘Waka-waka’ [This time for Africa]?", preguntaron. "La cantante. Pero no penséis mal, es su trabajo, escoge ella", respondió con una sonrisa pícara.
Y el central reivindicó su faceta profesional a la sentimental: "La gente a la que le gusta el fútbol seguirá valorándome por lo que soy". Y no quiso comparar la portada aparecida este lunes en la que aparece besándose con Shakira porque "no la vi". Eso sí, negó que alguno de sus amigos esté detrás de esa imagen en la que aparece besando a la cantante y aprovechó, hasta en esta ocasión, para marcar diferencias con el Real Madrid:
"Es imposible desbancar el beso de Iker y Sara. Allí había mucha emoción y mucha intensidad", ha bromeado.
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