El gobierno de Senegal comunicó que localizó en su mar territorial restos de avión que podrían pertenecer al avión Airbus A330 de Air France que desapareció en la mañana proveyente de Brasil con destino Francia, a borde se encontraban 228 personas.
Se divisaron trozos de un material blanco que podría ser metal y señales de aceite y querosén, que se usa como combustible de aviación. Los restos aparecieron unos 700 kilómetros al norte de las islas brasileñas Fernando de Noronha.
Familiares de las víctimas mantienen la esperanza de que sean encontrados con vida. Foto: AP
BRASILIA.- Aeronaves de búsqueda hallaron asientos de avión y otros escombros en la ruta que siguió un avión de Air France desaparecido desde el lunes con 228 personas a bordo, informó el martes un vocero de la fuerza aérea brasileña, mientras investigadores franceses dijeron que la causa probable del desastre fue una combinación catastrófica de factores.
Aviones de búsqueda divisaron los asientos el martes por la madrugada, pero las autoridades no pudieron confirmar en principio que fueran del avión, dijo el vocero de la fuerza aérea Jorge Amaral.
También se divisaron trozos de un material blanco que podría ser metal y señales de aceite y querosén, que se usa como combustible de aviación.
Los restos aparecieron unos 700 kilómetros al norte de las islas brasileñas Fernando de Noronha.
La última comunicación del Airbus fue a las 0214 GMT del lunes mientras volaba de Rio de Janeiro a París.
Los investigadores a ambos lados del océano intentaban descubrir las causas, que pudieran ser viento y granizo de una masa de cúmulos, rayos o una combinación de hechos extraordinarios.
El ministro de transportes francés Jean-Louis Borloo dijo que la policía francesa estudiaba las listas de pasajeros.
Dijo que los investigadores ``no creen que un simple rayo, algo relativamente clásico en la navegación, pudiera haber causado la pérdida de la nave''.
``Realmente tuvo que producirse una sucesión de hechos extraordinarios para explicar esta situación'', dijo Borloo a la radio RTL el martes.
La probabilidad de hallar sobrevivientes ``es muy, muy pequeña, incluso inexistente'', acotó.
Aunque no se ha determinado lo que pasó, un funcionario del Pentágono que pidió no ser identificado dijo que no veía ninguna señal de un acto terrorista o criminal.
El avión Airbus A330, de cuatro años de antigüedad, partió de Río la noche del domingo con 216 pasajeros y 12 tripulantes a bordo, dijo la vocera de la compañía Brigitte Barrand. Llevaba 61 ciudadanos franceses, 58 brasileños, 26 alemanes, nueve chinos y nueve italianos. También había ciudadanos de otros 27 países, entre ellos dos estadounidenses, dos españoles y un argentino.
Entre los pasajeros había 126 hombres, 82 mujeres, 7 niños y un bebé.
Sin embargo, justo al norte del Ecuador, acechaba una batería de nubes de tormenta. Franjas de clima extremadamente turbulento se extendían a través del Atlántico hasta Africa, como suelen hacerlo en esa área en esta época del año.
El avión ``cruzó a través de una zona de truenos con fuerte turbulencia'', dijo Air France. Unos 14 minutos después, a las 11.14 hora local (0214 GMT), un mensaje automático reportó fallas en el sistema eléctrico y pérdida de presión en la cabina. Air France dijo que eso fue la última comunicación que recibió desde el vuelo 447.
Otros expertos expresaron dudas de que un rayo pudiera ser suficiente para derribar a la nave. Algunos dijeron que la turbulencia es más peligrosa.
Bill Voss, presidente de la Fundación de Seguridad en Vuelo de Alexandria, Virginia, dijo que los aviones están diseñados para que la electricidad se disipe en su fuselaje y son probados para resistir a grandes choques electromagnéticos.
El avión desapareció en una zona del Atlántico que no cubre ningún radar. Operadores de tráfico aéreo de Brasil, África, España y Francia intentaron sin suerte ponerse en contacto con el avión.
Menos de dos horas después, dos aviones de la Fuerza Aérea brasileña iniciaron una misión de búsqueda a la que se sumaron luego siete aviones más y tres navíos de la Marina. Sin embargo, la única pista es el último punto donde el vuelo hizo contacto _a unos 1.200 kilómetros (745 millas) al nordeste de la ciudad costera de Natal)_ y el operativo enfrenta un área inmensa de mar abierto, con profundidades de hasta 15.000 pies.
En Brasil, familiares acongojados volaron a Río de Janeiro, donde recibieron asistencia de Air France.
En el aeropuerto Charles de Gaulle al norte de París, los familiares se negaron a hablar con los periodistas y fueron llevados a un centro de crisis.
AP
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