La crecida del rio arrasò todo lo que encontrò a su paso incluyendo la casa donde vivìa la universitaria con su padre.
Adriana Peguero - 11/5/2007
Fuente: LISTIN DIARIO
ELLA HABÍA IDO A VISITARLO Y EL RÍO SE DESBORDÓ Y LOS ARRASTRÓ A LOS DOS.
VILLA ALTAGRACIA.
“Carajo, como se perdió esa muchacha tan bonita y tan joven. Tenía como 18 años de edad y era universitaria. Ella era una mami y tenía locos a todos los muchachos de Guananito”, comentaba quedamente Joicy Rodríguez.
Él se refería a la hija del señor Carlos Porfirio Jiménez Reynoso, quienes perdieron la vida cuando fueron arrastrados por la creciente de los ríos Duey y El Arroyón de este municipio el pasado lunes en la madrugada, cuando La Cueva del Duey fue borrado por ambos acuíferos.
Contó que la joven regresó de la Capital donde al parecer vivía con unos familiares y llegó a Guananito, pero como su padre estaba de servicio en el acueducto Haina-Duey, la mandó a buscar porque tenía mucho deseos de verla, sin embargo estima que al parecer los intensos aguaceros de ese domingo no le permitieron a la joven regresar al pueblo de Villa y es probable que ella decidiera quedarse con su papá en la casita donde éste dormía, propiedad de la Corporación del Acueducto y Alcantarillados de Santo Domingo.
Hasta el momento no se ha vuelto a saber nada de ella. El cuerpo de su padre fue encontrado cuando un equipo de pobladores peinaban la zona en busca de víctimas.
“Yo no puedo imaginarme que esa muchacha se murió así. La vida da tantas sorpresas y esa es una de ellas. Me duele tanto que esa joven tan decente se perdiera”, comentó.
Cuenta que mientras caminaba por la zona de la desgracia, la arena dejó ver el codo de una persona, y entonces los muchachos que lo acompañaban huyeron del miedo que les causó, pero él abrió un hoyo hasta que pudo reconocer el cadaver y lo sepultó en ese mismo lugar para que las Lauras y los perros no se lo comieran.
En los poblados de esta demarcación, cercana al lugar de la desgracia, la gente cambió los cuentos de su novela favorita, por las historias de horror que dejó el paso de la tormenta tropical Noel en este poblado, donde se estima que la cifra de víctimas sobrepasa las 80 personas entre encontrados y desaparecidos.
Encuentro“Esa que está enredada entre esos escombros es mi esposa. Yo la revisé y vi que tiene puesto los brasieres rojos que yo mismo le compré en estos días. Ella es Guillermina Muñoz, la madre de mis hijos. Nosotros nos pudimos salvar, pero ella cayó cuando un palo la tumbó en momento en que cruzábamos el río. No volvimos a verla más hasta hoy que me la encuentro así. Ella es mi amada esposa”, dijo el señor Concilio Asencio, quien habitaba en una vivienda que desapareció por completo en La Cueva del Duey.
Las personas que lograron salvarse narraron que ese río traía una “furia” sin parangón, y sonaba como si todas las lomas del país venían sobre ellos.
“Era como que se estaba acabando el mundo. Nosotros nos salvamos porque cuando sentimos el estruendo no tiramos de la cama y ya el agua daba a las rodillas. Enconces no perdimos tiempo y salimos a la carretera, pero en cuestión de segundos vino un golpe de agua y se llevó la casa”, contó un señor que de apellido De los Santos.
Eso ocurrió en la comunidad Sabana Piedra, donde la gente asegura que cuando ve el cielo que se nubla, piensa que el río se va a llenar de nuevo y se los va a llevar igual que hizo con las familias de La Cueva del Duey.
El río lanzó algunos cadáveres en su comunidad, situación que ha generado un clima de miedo.
Además de esto, las fincas por las que nunca el río había llegado ni cuando ocurrieron los ciclones David, Eloisa, Georges y la tormenta Federico, en esta ocasión penetró convertido en un gran monstruo de agua del que se salvaron de milagro.
“Ese es Ramón. No es Juan. Te dije que ese es Ramón, yo lo vi bien, es Mon el que vivía en la casa del altico. Él es de los que el río se llevó junto con algunas de sus familias”, dijo un muchacho de unos 17 años cuando se encontró con un cadáver dentro de una bolsa plástica, vestido y boca abajo.
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