14 septiembre, 2007

HILACHAS DE HISTORIA: INFORTUNADO DESATINO DE LA TRISTEZA....


El triste sufre de tristeza...Se aflige fàcilmente...Se apena por las cosas, sin resolverlas, y despuès que se las ha buscado. El mismo. Se acaba por los infortunios...Recela, lloriquea, sospecha. Es el ancestral destino dominicano.

Aparenta y dice ser un hombre alegre y optimista, esa es la propaganda que turìsticamente se hace, màs sinembargo, parece no ser asì..

Poderosas razones històricas lo han empujado a ser triste, y se la pasò a sus genes. Los horrores y la exterminaciòn de los nativos en la conquista. Las interminables frustaciones de trescientos años de colonia: desvastaciones que como las de Osorio a principios del siglo XVII, mutilaron su escaso habitat geogràfico al punto, que andando el tiempo, hasta otra naciòn surgiò de ahì, cosa que le ha amargado hasta lo indecible su existencia històrica.

Y durante esa colonia, hambrunas, miseria extrema, abusos incalificables en las invasiones, de piratas, abandono despectivo por parte de la Madre Patria que desamparò a su primogènita sin el mas ligero rubor.

La incomprensiòn de sus primeros proto-hombres. Juan Sànchez Ramìrez bien pudiera haber sido hoy el Padre de la Patria, porque siendo ya tiempo, de que se sintiera dominicano, se sentia español...

Pedro Santana, la gran espada de la primera Repùblica, despuès de incontables combates y cruentas batallas, de forma inexplicabe, a cambio de un infeliz tìtulo de marquès, pone de nuevo a los pies del Leòn Ibèrico la naciente Repùblica, estupidez incalificable de la que luego habrìa de arrepentirse cuando vio que aùn habìa patria dominicana y que la guerra restauradora no se hizo esperar.

El nacimiento de la segunda Repùblica llegò aparejada con los encuentros conchoprimescos. Los dictadores. Los gobiernitos de dos o tres meses. Las presiones de todo gènero. La desorganizaciòn completa, hasta el punto que la de hoy, es pàlida comparada con aquella que es mucho decir.

Con Càceres en el poder parecìa que se iban a comenzar a ordenar las cosas entonces vienen y lo matan. Vuelven las asonadas, los chismes, y un lìo en el paìs de tal magnitud que la policìa universal, entièndase el ejèrcito de los EE.UU, tuvo que meterse aquì, a repartir palos para poner el "orden".

Cuando se "fueron", ocho años despuès, dejaron a Rafael Trujillo y al cabo de treinta años la medicina terminò siendo peor que la enfermedad.

Hubo que matar a Trujillo. Un grupo de valientes lo hizo con la venia por supuesto de los "dueños del mundo". Del suceso hacen 47 años y las frustraciones han ido increscendo. No vamos a negar que algo se ha avanzado, desde el principio acà, pero es tan poco que dista mucho de enorgullernos.

Por esa paralizaciòn.... Por esa carencia de horizontes bien y claramente delineados. ...Por esa falta de seguridad en el futuro.....Por ese ser, de como somos y estamos, es que el dominicano es triste. Es un hombre atribulado....Apesadumbrado por el, por sus hijos, por los hijos de sus hijos...por el futuro!.....

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